Cine Insano

LUIS MIGUEL CARMONA: UN CINÉFAGO EMPEDERNIDO

Nace en Madrid, 1962. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y en guión cinematográfico por el Aula Jovellanos (1984). Guionista en diversos programas de televisión, entre otros “Pero ¿esto qué es?” (TVE, 1987) y “V.I.P.S.” (Tele 5, 1989). También realizó guiones para cortometrajes, radio (“Sesión de Farde”, SER, 1988), y espectáculos teatrales, como los celebrados por el actor Pepe Durán. Actor en distintos shows televisivos como “¡Qué gente tan divertida!”, (Tele 5, 1993) y en comedias realizadas a través de la productora TYVE (1986). Guionista de la productora de cine y televisión VIDEOMEDIA durante 1993.

Autor de relatos de suspense y misterio en la revista de actualidad semanal “Teleprograma” (1994). Crítico musical especialista en bandas sonoras de las revistas nacionales “Cinerama” (1992-2002), “Estrenos Video” (2000-2002), “Estrenos Cine” (1999-2002), “DeViDeo” (2001-2002), “Rosebud” (1998-2000) y “Música de Cine” (1994) así como colaborador en la británica “Legend” (1994-2002). Conferenciante de música y cine en distintos seminarios sobre el tema (1995-1998). Crítico de cine y música de cine de la revista mensual de de actividad cinematográfica “Preview” (1995-1996). Redactor jefe y articulista de la revista de actualidad musical y cinematográfica “Música de Cine” (1996). Crítico de cine, televisión y música en el portal de Internet “Filmomanía”, la mayor base de datos cinematográfica de habla hispana puesta en funcionamiento en Valencia en el año 2000.

En 1995 se edita su primer libro, “Rober De Niro: De Hombre a Monstruo”, extenso recorrido biográfico sobre la figura del insigne actor americano. A este seguirían “Nombres de la Banda Sonora” (1996), único diccionario existente que analiza biografía, discografía y filmografía de todos los compositores de música de cine; y “España Erótica: Historia del Cine Clasificado “S” (1996), un documento sobre el cine para adultos exhibido durante la transición española, firmado con el pseudónimo de Joe Krankol.

En el año 2002 publica “Un Paseo por la Alfombra Roja”, esencial recorrido por la historia del Oscar, con sus ceremonias, anécdotas, ganadores y derrotados. Además ha escrito el “Diccionario de Compositores Cinematográficos” y “¿Qué hace una estrella como yo en una película como esta?”, publicados por T&B Editores. También ha sido colaborador en el apartado de bandas sonoras de los libros: “James Bond: La Obra Definitiva del Agente 007”, de Juan Tejero (1997); “Paul Newman: El Galán Indomable”, de Javier Cortijo (2000); y “Duke, La Leyenda de un Gigante”, de Juan Tejero (2001).

INTRODUCCIÓN: MENTES DEMENTES

Aunque el cine puede ser considerada una fábrica de sueños y la mayoría de los espectadores entra en una sala para evadirse de la realidad y pasar un buen rato, también existen en el panorama cinematográfico una serie de obras que provocan miedo, horror, demencia, desesperación, malos ratos, cine canalla, repugnancia, caos, sangre, vísceras, padecimientos, sadismo, pavor y locura ideadas por mentes sucias, corruptas, masoquistas, paranoicas, indignas, denigrantes y perversas. En definitiva, “cine insano”.

A través de más de 400 películas, algunas célebres como ‘La naranja mecánica’ e ‘Irreversible’ y la mayoría poco conocidas para el gran público, pero que son todo un descubrimiento en este tipo de cine de “mal rollo”, se irán analizando, y en ocasiones pormenorizando, los títulos más relevantes de unas obras que provocan y hacen reflexionar al espectador sobre la crudeza del mundo en que nos desenvolvemos diariamente.

Desde el expresionismo alemán de los años 20 con cineastas como Murnau y Fritz Lang, a la depresión que llevaron los nazis en los años siguientes reflejada en títulos agobiantes como ‘La zona gris’; las películas prohibidas de ‘exploitation’, ‘gore’ y LSD en los 50 y 60; la aportación italiana de los documentales salvajes iniciados por ‘Este perro mundo’, así como el cine de caníbales en películas tan célebres como ‘Holocausto caníbal’; el mundo desasosegante de las torturas, violaciones y asesinatos reales, todo bajo la influencia del Marqués de Sade; las perniciosas producciones norteamericanas sadomasoquistas para adultos de la décadade los 70; las películas extremas realizadas en Japón como la infame saga Guinea Pig en los 80… así hasta llegar al sufrimiento supremo de los últimos y polémicos títulos como ‘A Serbian Film’ y ‘Martyrs’.

En consecuencia, todo un catálogo de calvarios físicos y mentales que han convertido en mitos de lo enfermizo a cineastas como David Cronenberg y Michael Haneke. Se podría decir “que lo disfruten”, pero quizá se trate de todo lo contrario.

CAPÍTULO I: EL MARQUÉS DE SADE, REFERENTE CULTURAL

Como su propio nombre indica, partimos de la inefable figura de este archifamoso noble para analizarla en todos sus depravados extremos.

Desde el origen del término “sadismo” al que nuestro crápula protagonista tuvo el infame honor de dar cabida, pasando por las diversas películas que lo han convertido en todo un género del “Exploitation” más controvertido, hasta llegar a la propia biografía del ínclito marqués como personaje real histórico y los diversos “biopics” que han tratado de adaptar su vida y obras con mayor o menor acierto.

CAPÍTULO II: EXPRESIONISMO ALEMÁN Y DEPRESIÓN NAZI, LUCES Y SOMBRAS

Quizá uno de los Capítulos más impactantes y mejor documentados donde la inimaginable realidad supera a la más dantesca ficción, analizando los filmes influenciados por el clima político nazi, antes, durante y después de la ascensión al poder del mayor genocida de la Historia.

Y así, desde el expresionismo alemán de “El Gabinete Del Doctor Caligari” (1920) de Robert Wiene con su oníricamente pesadillesca atmósfera como preludio clarividente del horror real que estaba por venir, pasamos al género conocido como “Porno Gestapo” cuya mayor representante es “Ilsa: La Loba De Las SS” (1974) de Don Edmonds, hasta llegar a ese sublime cuasi docudrama que supuso la genial “La Lista De Schindler” (1993) del inefable Steven Spielberg donde se narran espeluznantes acontecimientos como los acaecidos en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau donde en 11944 se gaseaba diariamente con Zyklon B a 6000 personas que luego eran incineradas en los hornos crematorios. Sin embargo, al no haber tiempo material para quemar tantos cuerpos, en ocasiones… ¡los niños eran arrojados vivos al fuego!

CAPÍTULO III: EXPLOITATION Y LSD, TODO LO PROHIBIDO

Tras la traumática Segunda Guerra Mundial, el mundo entró en una paranoica espiral de terror tanto hacia las armas nucleares como a la consiguiente Guerra Fría que obviamente tuvo su reflejo cinematográfico en producciones delirantes al efecto como “Them: La Humanidad En Peligro” (1954) de Gordon Douglas o “El Ataque De La Mujer De 50 Pies” (1958) de Nathan Juran. Pero el verdadero desfogue social tras años de represión bélica vino de la mano de un nuevo género cinematográfico tan desinhibidor como nihilista, denominado genéricamente como “Exploitation” donde los verdaderos protagonistas eran el sexo, la violencia y la drogadicción.

Como es lógico, estos tres elementos terminarán en germinar en sus propios subgéneros que son analizados al detalle en este apartado. Y así, asistimos al desfile de producciones “Sexploitation” con el cine erótico festivo de Russ Meyer a la cabeza, el nacimiento del “Gore” apadrinado por Gordon Lewis en su “Blood Feast” (1963) y los viajes iniciáticos y de “descubrimiento interior” de la época hippie inducidos por el LSD con la icónica “Easy Rider” (1969) de Dennis Hooper como obras de culto.

CAPÍTULO IV: MONDO BIZARRO, CRUELDAD Y CANIBALISMO

“Cinema Mondo”, así se conoció a un nuevo género cinematográfico salvaje hasta la náusea nacido en los años 60 a modo de documentales sensacionalistas dedicados a recorrer los recovecos más inaccesibles de nuestro planeta en busca de la extrema truculencia bajo la excusa de representar un ejemplo “didáctico” de otras costumbres y otros pueblos para así burlas la rígida censura de la época. Huelga decir que en este desagradable género tomó especial protagonismo la práctica del canibalismo, ya fuere real o ficticio, siendo pionera en el mismo la industria cinematográfica italiana, que no todo se reduce al mainstream hollywoodiense , con “Este Perro Mundo” (1961) de Gualtiero Jacopetti.

El estilo evolucionó en mal gusto y salvajismo en progresión geométrica con su sucesor, el llamado “Death mondo”, donde ahora sí, la producción corría a cargo de los estadounidenses deseosos de aprovechar el filón con filmes como “Evolution Of Snuff” (1978) del célebre Wes Craven. Y finalmente cerramos el círculo, de nuevo con los italianos y su mockumentary icónico, “Holocausto Caníbal” (1980) de Ruggero Deodato, con gore desaforado, humillaciones sexuales mutilaciones animales reales vomitivas y no aptas para estómagos aprensivos.

CAPÍTULO V: JAPÓN, EL IMPERIO DEL SOL MUERTO

Si llegados a este punto algunos de vosotros no sois capaces de concebir más salvajismo y bizarradas fílmicas, algunas de ellas basadas en terrible hechos reales como el holocausto nazi, pues debo deciros para mayor perjuicio de vuestra seguramente ya trastocada salud mental, que os equivocáis por completo. Porque acabamos de llegar al país con la cinematografía más enfermiza y extrema del séptimo arte. Una de las primeras potencias mundiales a nivel tecnológico y líder en estadísticas de suicidios. Bienvenidos a Japón, el país del sufrimiento, el dolor, las violaciones y la muertes atroces en pantalla.

Todo comienza en los años 50 con la creación del malsano género “Pinku Eiga” con películas donde la mujer, considerada como un simple objeto para la tradicional sociedad japonesa es tratado como tal y sometida a todo tipo de ultrajes y sadomasoquismos con el “bondage” como tortura iniciática.

Pero descenderemos un paso más en esta espiral infernal con la saga maldita “Guinea Pig” compuesta por 6 falsas “snuff movies” de contenido atroz gracias a unos logrados y hemoglobínicos FX. Y finalmente repasaremos a los kamikazes del género que al grito de “¡banzai!” y cámara en mano se lanzan al abismo, como Yoshihiro Nishimura y el indispensable Takashi Miike junto al lirismo demente de Shion Sono y sus respectivo hitos: “Tokio Gore Police” (2008), “Audition” (1999) y “Cold Fish” (2010).

CAPÍTULO VI: HOGAR, MALDITO HOGAR; CLAUSTROFOBIA Y DEGENERACIÓN

El mal está ahí fuera. Es en nuestras casas donde nos sentimos seguros al estar provistos de alimento, comodidad y refugio. Y esa sensación de seguridad, que en realidad sabemos es falsa, nos proporciona un tranquilizador efecto placebo. Pero basta con ver cualquier Informativo para saber que nuestros hogares no son ni mucho menos búnkeres inexpugnables, sino que muy al contrario, y más con los tiempos de necesidad que corren, no estamos exentos de que ese “mal exterior” viole sin contemplaciones nuestra cuidada intimidad cuando le plazca, ya sea de modo forzoso como muestra “Henry, Retrato De Un Asesino” (1986) de John McNaughton o a través de la corrupción de nuestra buena voluntad como en “Funny Games” (1997) de Michael Haneke.

Pero aún puede ser peor cuando la inquina anida en nuestra propia intimidad disfraza de tierno infante, pues los niños pueden llegar a ser unos auténticos pequeños bastardos camuflados bajo esa pátina de falsa inocencia como demuestra “El Buen Hijo” (1993) de Joseph Ruben o la precursora “¿Quién Puede Matar A Un Niño?” (1976) de nuestro talento patrio Narciso Ibáñez Serrador.

CAPÍTULO VII: MUJERES, MUTILACIÓN Y VIOLENCIA EXTREMA

Llegados a este punto posiblemente consideréis que no se puede ir más allá de la filmografía nipona citada en el Capítulo V en cuanto a salvajadas sexuales y maltrato en su más amplia acepción sobre el mal llamado “sexo débil”. Pero para nuestra fortuna o escarnio cinéfagos, según se mire, los europeos no nos hemos cohibido precisamente a la hora de pasarnos varios pueblos con las féminas protagonistas y víctimas de rigor. Hasta tal unto es así que dentro de este apartado podemos hablar de dos subgéneros con entidad propia.

Por un lado tenemos el que conlleva humillaciones y traumatismos físicos y psicológicos realmente vomitivos de contemplar como la insufrible escena de “Irreversible” (20029 de Gaspar Noé, en la que una insultantemente hermosa Mónica Bellucci es brutalmente sodomizada, vejada y apalizada hasta la asquerosidad en un interminable plano secuencia de 13 insoportables minutos.

Y por otro lado, esta cruz de la moneda también esconde una demencial cara oculta donde triunfan el instinto de conservación y la supervivencia más atávica originando el denostado subgénero del “rape & revenge” tan polémico como extremo donde la víctima termina por convertirse en verdugo y los cazadores en presas sometidos a una más que justificada venganza elevada a la enésima potencia en títulos como “I Spit On Your Grave” (1978) de Meir Zarchi y su no menos espantoso remake del 2011 a cargo de Eric Stanze.

CAPÍTULO VIII: TORTURADOS, DOLOR Y DESASOSIEGO

Bueno, traviesos lectores, ya estamos llegando al final de nuestro desasosegante viaje y como suele ocurrir en los mejores cuentos de terror, hemos dejado “lo peor” para el final, porque efectivamente en este apartado hace su mayestática aparición el denominado “torture porn” en todo su enfermizo esplendor, con filmes convertidos por derecho propio en iconos de culto sólo aptos para estómagos mas curtidos que el de un faquir.

Porque no nos engañemos, en este subgénero las verdaderas víctimas somos nosotros, los espectadores, sometidos a la más dura de las pruebas como es comprobar los límites de nuestra tolerancia física y moral, a ser posible acompañados de un buen frasco de “Primperan” con el que reprimir las inevitables náuseas que nos acosarán incansables durante el sufrido visionado de títulos como “Martyrs” (2008) de Pascal Laugier, “Encontré Al Diablo” (2010) de Jee-Wong Kim, “La Ofensa” (1976), absoluta obra maestra de Sidney Lumet, seguida de las enfermizas “The Burning Moon” (1987) de Olaf Ittenbach, “Violent Shit” (1987) del no menos depravado Andreas Schanaas, la española “Aftermath” (1994) de Nacho Cerdá y que hace honor a su apellido, para llegar al paroxismo del mal gusto con “The Human Centipede” (2009) del “mad doctor” Tom Six y terminar con al absurdamente polémica “A Serbian Film” (2010) de Mladen Djordjevic cuando la gente es incapaz de discernir entre realidad y ficción.

THE END: EPÍLOGO

Pequeña reflexión en la que por increíble que parezca se demuestra una vez más el conocido aforismo “la realidad supera a la ficción” al ejemplificarse algunos de los más truculentos casos reales en los que están basados muchas de las películas reeñadas.

BIBLIOGRAFÍA

Dudo mucho, querido lector, que si has llegado a hasta aquí, te hayas quedado con ganas de repetir el postre, pero como los asiduos del Almas Oscuras somos unos cinéfagos curtidos, he aquí toda una pléyade de libros sobre el tema que podéis consultar antes de pedir cita con vuestro psiquiatra de cabecera.

ÍNDICE ONOMÁSTICO Y DE PELÍCULAS

Como su propio nombre indica, es un extenso y detallado listado onanista de consulta con sus números de página correspondientes.

LO MEJOR: Detallado análisis sin concesión, de los géneros más extremos haciendo gala de un refinado humor negro.

LO PEOR: No apto para estómagos aprensivos pues su lectura puede provocar involuntarias arcadas en más de una ocasión.

Edición

Autor: Luis Miguel Cardona
Editorial: T &B EDITORES, 224 páginas, 17 × 24 cms.
Encuadernación: Encuadernado en Rústica. 2 Pliegos Centrales en papel couché con 71 Fotografías en Blanco y Negro.
Precio: 19,50 Euros