Cuentos de lo Extraño
Una colección de Robert Aickman
Aickman siempre sostuvo que no escribía cuentos de terror, sino historias de lo extraño, como le gustaba denominarlas pues tienen la rara virtud de sumergirnos en una tensa atmósfera envolvente tan inquietante como poética. Y la definición no es baladí, porque lo cierto es que el terror tal y como “lovecraftianamente” lo conocemos no abunda en estos relatos, pues en ellos lo sobrenatural es a menudo una mera intuición, una sombra apenas esbozada al estar todo tamizado y maravillosamente ambientado, donde el presunto fantasma se aparece como una manifestación o un retrato psíquico de los personajes protagonistas, incapaces de comprender sus propias vidas, como le ocurría al pobre Gregorio Samsa del inefable Kafka.