Night of Something Strange

Un grupo de amigos se desvía de su excursión a la playa para acabar junto a un motel desvencijado donde in virus de transmisión sexual corre desbocado. No sería mayor problema, para los sexualmente activos jóvenes, de no ser porque esta infecciosa cepa transforma a sus víctimas en zombies con ganas de marcha.

Cuando uno escribe como etiquetas “zombies” e “independiente” no puede menos que hacerlo con cierto escepticismo, hasta con pena por como el público, vosotros, recibiréis una nueva ración del típico “más de lo mismo”. De sobras es conocida la saturación del asunto, pero por ejemplo hace poco os hablábamos del homenaje italozombi llamado “Bombshell Bloodbath” y todos coincidimos en la buena pinta que tenía un proyecto cuyas señas son precisamente “independiente” y “muertos vivientes”.

Desde luego con la norteamericana “Night of Something Strange” no estamos hablando de unos niveles de calidad semejantes. Su origen es algo más humilde y creo que eso se deja ver en un tráiler del que “crujen” muchas cosas. Pero al menos llaman la atención sus poderosos efectos visuales y su aire retro, algo que hoy por abundante hoy en día no deja de ser agradecido. Su argumento no augura grandes giros de tuerca ni innovación alguna, lo reconozco, ¿y cuando ha hecho falta un guión sesudo para el disfrute mayúsculo dentro de un cine? ¿Os tengo que recordar “Posesión Infernal”? De nuevo creo recomendable señalar que no estamos ni mucho menos dentro de los parámetros del cine de culto, pero esta obrita bien puede ser una deliciosa gamberrada si se materializa el empuje de su tráiler, que curiosamente aboga por una seriedad alejada de este tipo de productos.

Tras las cámaras contamos con un equipo bastante desconocido en España, si bien es cierto que su guionista y productor, Ron Bok, ha participado en un montón de directos a vídeo. Es más, hace bien poco os hablamos de otro producto que cuenta con el interfecto: “Hi-8”. Ya sabéis, la antología grabada con cámara analógica y poseedora de más caspa y grasa que el pelo de Falete. Tampoco delante de las cámaras destaca ninguno de los intérpretes, jóvenes actores venidos a menos y asiduos a películas underground.

A falta de conocer más su distribución, un servidor se ha quedado con el llamativo título, estoy seguro de que tarde o temprano volveremos a hablar de estos zombies cachondos (lo que me recuerda que tengo pendiente de volver a ver “Chillerama” a ver si ahora le pillo el tranquillo).