Destino Final: Lazos de sangre

Catorce años han tenido que transcurrir para que podamos disfrutar de la ampliación de unas de las franquicias más queridas y divertidas del nuevo cine de terror contemporáneo del siglo XXI. Todas las Destino Final no es que sean grandes películas, catedraticamente hablando, desde un punto de vista estricto y aburrido de la cinematografía, pero si son cintas ultra disfrutables, que se han sabido ganar un hueco en el corazón de los aficionados y, sobre todo, en la cultura popular, véase los camiones con troncos por las autopistas…

Tras Destino Final 5, más que efectiva ya cuarta secuela, al parecer no le acompañaron mucho los números en taquilla y la saga quedó paralizada. Durante años se especuló con un retorno de la franquicia en un contexto de época, tal vez edad media, pero nunca se terminó de concretar nada. Al fin la sexta entrega ha llegado y si que vamos varios años, no tantos, al pasado con un espectacular prólogo. Una secuencia que, si no os la habían reventado ya en algún extenso trailer que rulaba por ya por internet e incluso se exhibió en alguna sala de cine, es una auténtica pasada. Una presentación perfecta para el filme, o rectifico, casi perfecta. Por que después de ello es muy difícil mantener el nivel, no digamos ya superarlo.

Pero con todo, el esperado regreso de la muerte viene cargado de buenas noticias, ya que nos obsequia con todo lo que esperábamos; diversión a raudales, imaginativas muertes de personajes ineptos y gore. Algo así como lo que ocurría cada vez que se estrenaba una secuela en plena fiebre de Saw. Incluso en esta ocasión va más allá con una novedosa coherencia narrativa pese a ser el desarrollo habitual. Intenta desde el inicio darle otro esquema, con un personaje protagonista que ya conoce las reglas, siempre respetando las directrices argumentales que debe tener Final Destination. Tal vez sea aquí donde se note la mano de Jon Watts…

En el campo de la autoparodia, elemento con el que la serie de películas siempre ha contado en mayor o menor medida, esta sexta entrega podría ser la que más lo explota, sin llegar a caer en la comedia, pero sacándonos más de una carcajada, ya no solo con la violencia de las muertes, sino con el comportamiento de los personajes y más de una línea de diálogo.

Contentará sobradamente a los fans del horror, sobre todo, pero también a los fans de los episodios anteriores, pese a que de nuevo y aunque es evolutiva, no vemos personajes ni situaciones de películas anteriores (salvo el gran Tony Todd, que en paz descanse, al que se le rinde un sentido homenaje) aunque si se hace referencia los acontecimientos que les involucraron e incluso se menta a Kimberly Corman, superviviente de la segunda parte, pero es la única conexión.

En resumidas cuentas, ojalá Lazos de sangre haya traído de vuelta a Destino Final para quedar al menos un tiempo más con nosotros. Una gran secuela que, pese a dar la sensación de algo tardía, vuelve a involucrarnos de lleno con la franquicia y a hacernos disfrutar de lo lindo. Eso sí, en mi ranking personal la sitúo en el cuarto lugar después de las tres primeras entregas. Después la quinta y por último la cuarta. ¿Cuál es el vuestro?