Darling

Probablemente no debería contarte esto, pero esta casa tiene fama de estar embrujada. La gente del barrio es muy cruel y se les olvida que esta maravilla arquitectónica es la casa más antigua de la ciudad. Aunque… bueno, el hecho de que no estén protagonizadas por fantasmas no excluye que tras estas paredes acontecieran trágicas historias; sin ir más lejos me remito a su anterior propietaria, que se lanzó desde el último piso al vacío. Si aceptas el trabajo, aquí tienes las llaves de todas las puerta de la casa, menos la de la habitación del piso de arriba, al final del pasillo. Bajo ningún concepto debes abrir la puerta de esa habitación.

Resulta difícil olvidar el “¿Qué tal el día, Darling?” de Helen a su hermana Carol (que interpretó en su día Catherine Deneuve) tras llegar del trabajo mientras uno visiona la presente Darling. Tanto en aquella Repulsion (Repulsion, 1965) como en Darling, hay muchos “querida” que se sueltan sin previo aviso y que pueden llevar a confusión. Podríamos reducir la ecuación a “Un Repulsion de mercadillo” y quedarrnos más que contentos. Pero, desde luego, esto sería erróneo e injusto, porque no hay tanto de Repulsion en Darling como se afirma. Aunque por otra parte es cierto que su director y guionista, Mickey Keating, ha querido hacer una película marca Polanski, y aquí la tenéis… Darling.

A diferencia de lo que podríamos presuponer en caso de desconocer la trama de Darling, una frase que define mejor la película que la anterior sería, “Esta película contiene destellos e imágenes alucinatorias”; una frase con la que el propio director presenta su película con una contundente precisión. Y si tuviera que ser más preciso aún, con nombrar el título de cada uno de los seis capítulos que componen Darling, muy probablemente sería capaz de resumir la trama de cada uno de ellos. Darling es una película con mucho humor, desorbitada, alucinógena y con pocas luces. Así que sólo depende de ti, una vez que lees “Esta película contiene destellos e imagines alucinatoria” la decisión queda en tus manos: sumergirte en una película de cine de autor en blanco y negro que, continuamente, parece estar sufriendo convulsiones; o decantarte por una película hecha para toda la familia que puedas recomendar a todo hijo de vecino.

La principal baza con la que la película se dio a conocer fue su rotunda inspiración en la “Trilogía del Apartamento” de Polanski, y bien es cierto que todas y cada una de esas películas tienen su cabida en Darling. Vi mucho de la mencionada Repulsión al ver la cara de terror de Lauren Ashley Carter al ser tocada por un hombre. Vi mucho de La semilla del diablo al ver el temor de Lauren Ashley Carter al escuchar todas esas historias sobre ritos diabólicos que, supuestamente, pudieron tener lugar en cierta habitación de la casa. Vi mucho de El quimérico inquilino al ver a una recién llegada Lauren Ashley Carter intentando averiguar qué sintió la antigua ama de llaves antes de que su cráneo quedase aplastado sobre el asfalto de la calle. ESTO es, en esencia, el guión de Darling. Pero no pretendo dar a entender que todo Darling sea una película de Polanski, NO es así; hay toda una estimable cosecha propia en sus imágenes y su manera de contar las cosas, a pesar de que podamos considerar su guión como un tosco mix de historias que ya conocemos. Por lo que, desde mi perspectiva, se puede dirimir que la cuestión no es si Darling tiene un sentido o no, sino experimentar y disfrutar la dulce (aunque algo tosca) explosión mental de Keating provocada por el visionado de esas tres películas de Polanski.

Visualmente Darling es una película con mucho encanto. Su desarrollo es bastante lento y sus dos primeros capítulos pueden hacerse poco llevaderos si no le echas ganas y paciencia. Pero a partir del tercero, cuando explote toda esa locura, quizás agradezcas que todo sucediera poco a poco hasta entonces para que pudieras disfrutar, en toda su magnitud, de esa novedosa iconográfica, con un par de imágenes reseñables difíciles de olvidar. Muchas caras y cortas frases que dicen poco, pero lo que dicen tienen una chispa de genialidad.

En resumen: Un recomendable solo sí estás dispuesto a soportar una iconografía complicada con muchas escenas sin sentido, muy experimental, muchos cortes, terror, evidentes toques de Polanski y un humor negro que se va por unos derroteros difíciles de olvidar. Un NO recomendable si lo que buscas es un remake de Repulsión, un drama/thriller psicológico o una película de fantasmas; lisa y llanamente porque Darling no os ofrecerá nada de lo que esperais.