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Oats Studio

Pildorazos de irrealidad

Oats Studio

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

El cortometraje, epítome de lo que nunca debió de haber dejado de significar el cine independiente, es el vehículo para verbalizar mensajes cinematográficos cargados de libertad y originalidad, si así lo quieren sus autores. Desgraciadamente hace tiempo que únicamente son el vehículo de las lágrimas de fracasados sin talento, o con mala suerte, por no alcanzar las mieles de la picadora de carne que es la industria del cine actual. ¿Llamar la atención para conseguir un jugoso contrato con el que salir del anonimato que a tantos molesta o vomitar desde las entrañas toda esa mierda que no te deja dormir por las noches? En los buenos tiempos la contestación hubiese sido “ambas”.

Las oportunidades estaban ahí, más patentes, pero toda arte cuando envejece sufre cierto anquilosamiento. En el caso del séptimo arte, el más cercano al concepto puro de “negocio capitalista”, el frágil equilibrio entre existencia e ingresos económicos ha barrido de golpe y plumazo, por haberse roto, esas oportunidades donde creatividad y talento eran recompensadas. También parece más difícil salir de entre las piernas de tu madre carnal o artificial con una idea única bajo el brazo. La dichosa expresión “está todo inventado” es una losa difícil de levantar para los escuálidos creativos.

Este perfil de la situación, sesgado por cierto negativismo personal que no siempre justifica la realidad, se manifiesta claramente en la profusión de secuelas, precuelas o derivados de ideas que en su momento marcaron un antes y un después en el espíritu de muchos espectadores, hoy reciclados en productores del análogo de la comida basura en el cine, sus clientes nunca tienen suficiente. Otro signo lo podemos encontrar en la producción internacional de cortometrajes, más abundante que nunca, aquí se hace evidente la comparación con las cadenas de hamburguesas que han logrado democratizar la estupidez, pero acomodaticia en muchos de sus aspectos, más si cabe cuando hablamos de géneros bastardos, por ejemplo el terror fantástico.

Cierto que pequeñas joyas, o al menos destellos de entretenimiento, siguen arrastrando al Sol por el horizonte, es la sensación general de desánimo – “realizó un puñado de cortometrajes y sus ilusiones se transformaron en un puesto como editor de video mal remunerado en una cadena autonómica” – lo que tiñe el panorama de la producción de cortometrajes con cierta falta de rumbo, aunque seguro que gente más metida en materia, ¿hay en la sala algún estudiante o profesor del ECIB?, podrían aportar una visión más definitoria de este escenario. Se trata tan sólo de mi opinión, engendrada sobre una fuerte base crítica, pues no es hasta que te encuentras un proyecto tan jugoso como “Oats Studio” que te das cuenta de los tóxicos que componen tu dieta habitual de terror.

Sabiendo que tras este nombre encontramos el de Neill Blomkamp resulta muy sencillo volcarse con el resultado de unos cortometrajes paridos de su puño y letra, con la ayuda de un desconocido Thomas Sweterlitsch que esperemos dé mucho que hablar en el futuro. Comparar uno de los proyectos de este hombre, sustentado ya por una industria que le ha cedido tanto posibles monetarios como contactos fundamentales, con el cortometraje que vosotros mismos podáis hacer es un acto cruel y doloroso. Casi injusto, ¿o no? Llevo casi diez años comparando creaciones audiovisuales en público, y una vez superados los amiguismos y el asco hacia uno mismo, sólo queda la sinceridad: *con dinero pocas son las penas, y si el tío que maneja el monedero lo hace con criterio mejor que mejor.*En este caso criterio y talento, aquí tan nombrados, se dan de la mano y cristalizan en una serie de cortometrajes, en un concepto, tan divertido como eficaz. Veamos su génesis…

Llegaban el año pasado noticias de que tal vez, sólo tal vez, la saga “Alien” iba a tener una continuación de la mano del señor Blomkamp, una visión rompedora, de hecho se cargaba parte de la historia canónica, que contaba con el apoyo de Sigourney Weaver entre otros. Sin embargo ya sabemos cómo se ha desarrollado la historia, concluyendo este culebrón en un “Alien: Covenant” al que sólo puedo definir como “insípido”. Creo que el tiempo de Scott ya pasó, y que los productores – volvemos al sentido de lo independiente con el que inauguraba estas divagaciones – deberían pulir tanto su olfato como refrenar su mano, ¡confiad en el público antes de que se instaure la “idiocracia” definitiva!

Adicionalmente vemos como un análisis a vuelapluma de la carrera de Blomkamp revela una tendencia preocupante: precisamente la influencia restrictiva de los grandes estudios. Habiendo empezado con cortometrajes que encandilaron a propios y extraños con su visión moderna y ágil de la ciencia ficción, es todo un experto en hacer que lo imposible parezca real en pantalla gracias a un estilo naturista de dirección que no le teme al CGI, el director surafricano dio un puñetazo en la mesa con “Distrito 9”, anunciando un nuevo tipo de ciencia ficción, física, social y con ecos de los buenos ochentas, que finalmente no ha llegado. Él mismo se condenaba con sus dos siguientes proyectos: “Elysium” y “Chappie”, muestras simpáticas del eco de “Distrito 9” que todavía brilla con fuerza, pero lastradas por la evidente conjunción de intereses externos. Las compañías invertían algo más de dinero en estos proyectos y querían resultados en taquilla, que esa aparente gallina de los huevos de oro terminase por alcanzar el pico alto de fertilidad.

Sin embargo Blomkamp ha demostrado que no es un tipo al que convertirse en el nuevo Spielberg le quite el sueño. A pesar de la clásica preocupación sobre las necesidades básicas de la vida – comer, follar y ver la tele –, este director se planteó a finales del año pasado como continuar con su carrera con un mínimo de dignidad, pero sobre todo control. Por eso volvió la mirada hacia el mundo de los video juegos, en el que se siente muy cómodo tanto por la reconocida influencia que ha tenido sobre su estética, como por haber coqueteado con cortometrajes inscritos en el universo ”Halo”. Sus historias se han alimentado tanto de la narrativa de los juegos, apoyados siempre en “iconos” para sintetizar su carga emocional, como de su velocidad.

Alcanzado un acuerdo con “Steam”, la plataforma de distribución digital creada por “Valve”, Blomkamp anunciaba la creación de diversos cortometrajes, con cierta patina experimental, con la intención de explorar tanto los límites del medio como el interés de los espectadores, directamente el interés económico, en desarrollar los fragmentos que iba a ofrecerles por un módico precio. Aunque en poco tiempo, y de manera legal, estos cortometrajes están disponibles por parte del mismo Blomkamp, transformado para la ocasión en “Oats Studio”, nombre que engloba este curioso proyecto. Actualmente bajo la etiqueta de “Volume 1”, pero que bien podría significar “primera fase”, de nuevo sirviéndonos de términos propios de los video juegos, sin saber aun a donde nos llevará esta propuesta.

Más arriiba me atrevía a comentar que los cortometrajes deben ser el vehículo de la libertad y la originalidad, o una chorrada similar, lo que vendría a ser una verdad a medias. No es necesario sacarse de la manga esa historia revolucionaria que jamás nadie soñó con expresar en voz alta. A veces es tan sencillo como contar lo mismo de siempre – Teseo y Prometeo vienen de lejos – con sumo cuidado o las gotas de innovación necesarias. Es más, un truco cuando no cuentas con el tiempo necesario para desarrollar tu historia de principio a fin, tal y como quizás exista dentro de tu cabeza, es centrarte en un fragmento de la misma y dejar que los detalles no explícitos construyan su propia atmósfera de misterio, aunque para el artificio funcione es necesario que ese “mundo invisible” esté construido con cuidado y amor por los detalles en algún sitio. Preguntas quedan en el aire que pueden fermentar en otro cuento dentro del cerebro del receptor.

Mezclemos los tres conceptos – calidad, innovación y misterio – y tendremos “Oats Studio”. Hasta la fecha tres cortometrajes de poco más de veinte minutos cada uno, a los que se les une un cuarto de escasa duración, “God: Serengeti”, orientado en otra dirección que la de sus hermanos mayores, así como un puñado de pequeños fragmentos cómicos que imitan comerciales de cocina: “Cooking with Bill”. Mientras escribo estas palabras está a punto de ser liberado otra píldora llamada ”Kapture:Fluke”. Como podéis ver el proyecto de Blomkamp va viento en popa, cómodamente asentado en Canadá, aunque no creo que ni él sepa cuál es su puerto de destino.El hecho es que las tres piezas principales del “Oats Studio” forman un sólido tríptico que bien podría ser una antología

multipremiada. De hecho, como mezcla de ciencia ficción y horror se merecen optar como lo mejor del año sin dudas, cuando no de la década. Sin reinventar la rueda, suponen un arriesgado paso hacia otro tipo de forma de transmitir historias. En cierta manera preludian una narrativa más ambiciosa, algo que no creo que veamos nunca, y por otro tienen identidad propia para conformar en poco menos de veinte minutos una situación llena de ramificaciones que, nosotros mismos, podemos continuar, como si de un video juego se tratase. Involucrar al espectador me parece una buena muestra de respeto, otra forma de decirnos: “no sois tontos”.

Pero la parte arriesgada, quizás más convencional de lo que se nos ha venido diciendo, queda en segundo plano ante la magnífica realización y recreación de los entornos fantásticos que se despliegan en “Rakka”, “Firebase” y “Zygote”, independientes entre ellos salvo el leitmotiv principal: el enfrentamiento del ser humano a una fuerza exterior que amenaza con aniquilar a nuestra especie como tal. Incrementándose, en el orden que los he nombrado, el horror como ingrediente de la mezcla, pues no hablamos de ciencia ficción pura y dura, si no una mezcla de conceptos en términos oscuros, y muy explícitos, que van de menos a más. Por momentos el gore se apoderará de la pantalla sin misericordia con estómago ajeno. Aprovechándose de unos conceptos de sobra asumidos en la fantasía – como por ejemplo la colonización de una especie alienígena hostil – Blomkamp nos presenta tres fogonazos que nos dejarán deslumbrados y con ganas de más. Mediante la libertad en todo el proceso de producción, contando con amigos ya asentados en la industria y a los que ha sabido dirigir previamente con mucho éxito, el surafricano ha descargado la artillería pesada con unas obras que, os podéis poner todo lo exigentes que queráis, son una puta gozada. Y sería un pecado que nos les dieseis una oportunidad teniéndolos aquí, tan a mano:

”Rakka”

Vinieron y nos encontraron desprevenidos. Nos esclavizaron y empezaron a cambiar nuestra atmósfera, llenándola con el metano que necesitan sus cuerpos insectoides, para aniquilar nuestra especie o simplemente para convertirla en conejillos de indias de sus macabros experimentos. ¿Podrán los rebeldes cambiar las tornas y enfrentarse a esos monstruosos invasores?

Por la vía de la ciencia ficción más épica, sin obviar ese estilo realista que erigió a “Distrito 9” como una de las obras cinematográficas más importantes de la década pasada, descubrimos un cuento que quizás no sea tal, tan sólo el preludio a una batalla donde las cosas pintan muy mal para los humanos.
Dividido en varios capítulos, “Rakka” retoma los conceptos que tango le gustan a su director: invasiones, apocalipsis, experimentos médicos, personajes al borde del infarto… todo ello envuelto en unos efectos especiales de órdago. Cierto que prevalece el diseño por ordenador, pero ver las secuelas de las perrerías que la malvada especie invasora infringe en los seres humanos causa dentera, sin ser propiamente terror transmite muy malas vibraciones. Así mismo, los diferentes paisajes alienígenas que son retratados en vuelo os dejarán sin aliento por su belleza/fealdad.
Como aditivo especial contamos con la presencia de Sigourney Weaver, los personajes no tienen tiempo de desarrollo y aun así, gracias a esos pasajes comunes, pero no iguales, podemos construir sus motivaciones con la misma ira que ellos la sienten. Te deja con ganas de saber de qué lado se decantará la balanza.

”Firebase”

En la procelosa jungla vietnamita algo se ha alzado. El Dios del Río ha sido convocado entre los hombres para escupirles la furia de la guerra a la cara. Sin importarle la raza de aquellos que fallecen bajo su destructivo vagar, este Dios augura un nuevo paso de la evolución con funestas consecuencias para la humanidad. Sólo el Sargento Hines, al otro lado de la balanza que mantiene enfrentados al orden y al caos, podrá hacer frente a esta amenaza.

Esta vez dejamos el futuro cercano para echar una mirada al pasado, a una de esas catástrofes barbáricas que jamás podrá ser justificada: la guerra de Vietnam. Utilizándola sabiamente como telón de fondo, aprovechando además material de archivo para incrementar la sensación de veracidad, Blomkamp se arremanga con el gore en esta historia bélica llena de escenas durillas.
Steve Boyle es el protagonista que se enfrenta no sólo a la presencia de una fuerza sobrenatural como hacía mucho tiempo que no amenazaba nuestras pantallas, si no también a muertos vivientes que añaden la pincelada de acción necesaria habiendo una batalla cruenta de fondo. Destaca para bien una secuencia donde un soldado relata cómo viajó a una realidad alternativa simplemente por el poder de ese Dios del Río de que deseamos saber mucho más.
En definitiva, hablamos del clásico enfrentamiento entre el bien y el mal pero con un mensaje más moderno y oscurantista, porque resta saber de qué lado de la balanza recae el mal, no son tan claras las motivaciones tras las que se esconde el gobierno de los Estados Unidos para justificar sus acciones militares.

”Zygote”

Una colonia minera situada a varias décadas de distancia en el futuro Ártico ha visto como sus miembros fallecían uno a uno debido a la acción de una extraña fuerza extraída de la tierra y los delirios de un científico usándola para la creación del predador definitivo. Dos supervivientes, una sintética y un alto cargo, intentan sobrevivir a esa criatura infernal mientras conservan las últimas gotas de cordura a su alcance.

“Alien” y “La Cosa” por la parte cinematográfica y “Dead Space” por la parte lúdica son los ingredientes de esta mezcla que deja, de forma destacada, el diseño de un ser que bien merece un cómodo hueco entre nuestras pesadillas. Como veis no es tanto originalidad como perfeccionar la forma de narrar los mismos hitos argumentales.
El cortometraje más intimista de los tres también se revela como el más terrorífico, demostrando que con una simple persecución bien orquestada se pueden lograr maravillas en el ánimo del espectador. A nivel personal, sin lugar a dudas, esta sería la historia que continuase o desarrollase para saber qué diablos esconde esa mina ártica y hasta dónde puede llegar su influencia en la carne y la mente del hombre.
Cierto que todos estos elementos son de sobra conocidos entre el público aficionado al terror fantástico. Por ejemplo hemos tenido recientemente la oportunidad de ver ”The Void”, largometraje que volveré a defender a capa y espada hacia el final del año, compartiendo un importante número de ideas paralelas, pero eso no quita para que “Zygote” sea la mejor obra de ciencia ficción y terror, junto a “Nameless” de Grant Morrison en el terreno de la historieta escrita, de estos últimos años.

[bola extra] ”God: Serengeti”

Dios se encuentra cómodamente sentado en su salón mientras observa junto a su mayordomo los juegos de su última creación: el hombre.

Desde luego se trata sólo de un cortometraje cómico nada ambicioso cuyos cuatro minutos suponen una excusa para que Sharlto Copley interprete al Creador, pariente lejano de ese otro que tantos años se ha paseado por “El Jueves”, en un guiño a la cariñosa relación que mantienen actor y director. Resultará una chorrada a pesar del serio sujeto existencial que trata, un pequeño sketch de los “Monty Python” muy avanzado tecnológicamente.
En particular, y visto en un mal de día de trabajo, puede subir mucho la moral, que es más de lo que se puede decir cuando analizamos la media de lo que decora nuestra pantalla amiga.

Lo mejor: Puede que sea el cortometraje de broma, pero "God" es una joya. Lo que en absoluto desmerece al resto.

Lo peor: Quizás no sea lo peor porque dejar al público con ganas de más es buena señal, pero sabe a poco que estos universos no se desarrollen al completo.


Vuestros comentarios

1. 06 ago 2017, 16:44 | Draghann

Decir que yo empecé mal porque el primero que ví fue “Rakka” y me pareció terriblemente aburrido. Tanto que me planteé si “perdía” mi tiempo viendo los demás. Por suerte el resto son mucho más interesantes.

Por cierto, que ese punto “Dead Space” del que hablas en “Zygote” me hizo recordar que aún estoy esperando la adaptación al cine que ese juego merece. Aún no entiendo cómo no se ha hecho…

Un saludo!

2. 06 ago 2017, 18:04 | MASP

Son una gozada y la verdad es que da mucha rabia ver en estos cortometrajes “lo que podría haber sido” frente a “lo que se ve” cada fin de semana en las carteleras.

No hay tanta necesidad de ideas nuevas como de nuevos planteamientos y así lo han demostrado “Stranger Things” o estos mismos cortometrajes. En fin, es una cuestión generacional y quizá un día la tendencia se invierta y veamos nuevos directores que retomen el testigo de sus maestros para crear cosas, que si bien no sean revolucionarias, al menos sí resulten mucho más interesantes.

3. 06 ago 2017, 21:05 | Ramón

No sé si ya vieron uno que salió hace poco de 4 minutos, una joya hablando del CGI, que nivel….

4. 07 ago 2017, 01:49 | Godsdog

¡Me han gustado mucho!. Impresionantes los 3. GOD no tanto, flojo y obvio. Gracias x la recomendación, Bob.

3 muestras más de que lo importante es la idea. Eso es lo que cuenta. A mi el formato corto me parece bien. No los veo como “largos”.

Hay algunos videos mas en el mismo perfil de youtube que están muy bien también. Y el del fake del programa de cocina es muy gracioso. Quiero más.

5. 09 ago 2017, 00:03 | AZOTE

Acojonante. Blomkamp podría marcarse el solito una mini Master(s) of Horror sin despeinarse añadiendo un poco más a cada corto. Los efectos son para llevarse todos los premios habidos y por haber.

Rakka en veinte minutos es todo lo que pudo ser y no fue ese blandiblú de no sé cuantas temporadas titulado Falling Skies; un exterminio, el futuro apocalíptico de Terminator versión extraterrestre. Firebase es el Dr. Manhattan vietnamita arrasando con todo. Zygate es Alien, La Cosa, ramalazos de Blade Runner, Starship Troopers… no sé hamijos, así a bote pronto diría que estos 70-80 minutos van a ser lo mejor del año pero de largo sin reinventar nada.

Secundo la moción de adaptación de Dead Space. Y ya que estamos, una de Mass Effect con Yvonne Strahovski en el reparto.

6. 12 ago 2017, 03:24 | Cuervo

Una pena que ni siquiera estén subtitulados, porque yo se de inglés lo mismo que Aida Nizar de humildad. Pero bueno, así por encima he de decir que…

“Rakka” me ha parecido una caca.

“Firebase” es el que más me ha gustado. Recuerda mucho a “Predator”.

“Zygote” no es que me haya empalmado el zipote, pero no está mal.

“God” da que pensar…

Saludos.

7. 12 ago 2017, 04:21 | Leo

Cuervo, están subtitulados, si pinchas en la configuración te da la opción de poner subtítulos en varios idiomas…

Aun no termino de verlos, pero me han gustado bastante hasta ahora, especialmente la factura técnica, es increíble como este tipo se las arregla para hacer aparecer como una super producción un simple cortometraje…

cuando los termine daré mis impresiones…

Saludos a todas y todos…

8. 12 ago 2017, 14:28 | Cuervo

Muchas gracias! Leo, no lo sabia!

Un saludo!

9. 12 ago 2017, 17:26 | Leo

Cuervo, de nada… espero que tú y el resto de las almas oscuras que no conocían esta opción puedan disfrutar mejor los cortos ahora…

Saludos a todas y todos…

10. 13 ago 2017, 11:54 | AZOTE

Los vídeos traen subtítulos en español pero son una basura hamijos. Debe ser una traducción automática (literal) de los ingleses. Quien sepa algo de inglés se enterará mejor con los subtítulos ingleses. A quien no entienda ni papa le saldría mejor descargar los cortos y buscar otros subtítulos mejores.

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