Smile

Muchas veces una sonrisa fuera de contexto, sin un motivo justificado o en una persona amenazante, puede resultar pavorosa. Ese es el concepto al que se agarra Smile, película que esperábamos los aficionados como agua de mayo tras el éxito de Laura hasn´t slept, el cortometraje de Parker Finn que es el germen de su debut en el largo.

La trama nos presenta a una siquiatra, la Dra. Rose, que es testigo de la muerte de una de sus pacientes. Desde ese momento comienza a experimentar los mismos delirios de la fallecida: se siente acosada por desconocidos sonrientes. Su inquietud va creciendo en intensidad al tiempo que su entorno comienza a aislarla. Cuando descubre que es el último eslabón de una cadena de muertes inicia una contrarreloj para evitar el desenlace final.

It follows, the ring, la hora de tu muerte (countdown) son precedentes de este esquema de maldición que se transmite de víctima a víctima y que siempre esconde en su trama una posibilidad de esquivar el fatal desenlace. Cualquiera que haya saboreado al menos uno de estos títulos no encontrará ninguna sorpresa en su desarrollo. La falta de originalidad del film se suple con una factura muy por encima de la media. Smile está muy bien rodada y dirigida. Su actriz protagonista Sosie Bacon logra manejar todos los registros, desde el sereno al completamente enajenado, con aparente facilidad. Los sobresaltos son escasos pero muy efectivos y la distribución de esas caras sonrientes van en escalada reservando su auténtica potencia para los veinte minutos finales… tal vez hubiera sido mejor adelantar esos instantes de terror desmesurado porque, al menos en este que firma, Smile se me hizo en algunos tramos pesada. No ayuda en esta frenada de ritmo el conflicto familiar que tiene la doctora con su hermana, carente de cualquier interés; algo similar pasa con su vida de pareja, tratada de forma un tanto burda. Reseñar como uno de los puntos mayores de interés la banda sonora de la cinta, muy en la línea del diseño de Sinister, que ayuda y mucho a los escalofríos.  

Poco más que añadir, Smile es cine de género serio, con terror clásico muy bien presentado, pero como casi todos trabajos de gran estudio, se guarda mucho el espantar más de la cuenta a la platea, y también, como a muchos cortometrajes que transitan al largo, su línea argumental se antoja algo escueta en su recorrido. Con todo y con eso la cinta se deja ver y algunas secuencias como la del cumpleaños nos harán dibujar una sonrisa preversa.