Simon Werner a disparu...

Ya preseleccionada para el Festival de Cannes 2010, esta prometedora historia mezcla de suspense, thriller y conspiraciones adolescentes está a puntito, aventuro, de convertirse en una de las sorpresas de este año. Y si no al tiempo, que los franceses cuando se ponen oscuros lo son más que los cojones de un grillo, algo que por este blog sabemos perfectamente. No creo que tire por los caminos del cine más extremo (Martyrs, À l’intérieur), ni nos sorprendan con nada más allá de la realidad. Dirigida por el desconocido Fabrice Gobert y con un casting compuesto de jóvenes actores franceses, más bien se moverá en el lugar más terrorífico de todos: nuestros entornos más seguros y conocidos.

Estamos en 1992 en un pequeño pueblo a las afueras de París, fiesta de chavales con desfase etílico y musicón de Sonic Youth, y un descubrimiento macabro: el cuerpo de un joven desaparecido hace tiempo. Manchas en su escritorio y los padres preocupados. Poco después desaparece Laetitia, una chica sin problemas aparentes y sin relación con el primer desaparecido. Crecen los nervios. Sin darse cuenta a reponerse desaparece otro chico. Se desata la psicosis…