Jigsaw
Secuelísima
Un grupo de adolescentes acompañan a sus padres en una escapada de fin de semana. ¿El destino? Una cabaña aislada en el bosque donde pronto se encontrarán luchando contra una grave amenaza a sus vidas. No sólo deben salvar a sus padres fiestero y borrachos, también acabar con un vecino cruel cuya fijación es usarlos como alimento para su familia de no-muertos.
¿Comedia? ¿Muertos vivientes? Antes de que os arranquéis los ojos echadle un vistazo al tráiler de “Dead Shack”, un breve minuto que trae la promesa de una especie de “Las vacaciones de una chiflada familia americana”, protagonizada en 1983 por un Chevy Chase venido arriba, mezclada con la típica amenaza zombi, regada generosamente con fluidos rojos y humor puramente norteamericano. Salvo que la película es canadiense; y es que este país está muy activo en lo que a explotar el género se refiere, pues “Dead Shack” es una perfecta muestra de tópicos y gracietas, sólo hace falta ver su simpático póster, ya vistas en múltiples ocasiones. Sin prejuicio alguno, la mejor manera de abordar el cine, precisamente de zombis, agotado en cuanto a propuestas argumentales novedosas.