Closed for the Season

En 1878 abrió las puertas el Parque de Atracciones de Chippewa Lake. Su primera montaña rusa tenía la particularidad de que cuando terminaba de hacer la vuelta tenían que subirla manualmente, ¡qué coñazo!. La fama del parque vino gracias a la construcción de dos montañas rusas más, un salón de baile, un carrusel, una noria y lo habitual en estos parajes… y mira por donde también se prohibió la venta de alcohol en el recinto.

Un siglo después (1978 para quien no sepa contar) y después de cambiar de propietarios pocos años antes, el parque tuvo que cerrar alegando que la competencia podía más que ellos, y así, cerraron sus puertas dejando todo el material que se deteriorase con el paso de los años. No os perdáis el recorrido por el lugar, un lugar digno para ir a pasar un par de noches ¿alguien se apunta?

Bueno después de esta introducción vamos a por la película, aunque ya os digo que me lo he pasado más bien buscando información del parque que de las casi dos horas que dura el film.

Kristy se despierta una noche en medio de un parque de atracciones. Asustada por la visiones nocturnas corre hasta encontrarse una casa en que vive un chico al cual pide ayuda para que la saque de ahi. Juntos entrarán en una vorágine de confusión y aburrimiento acompañados de un maestro de ceremonias un poco pesadín.

La confusión está presente en toda la película ya que transcurren escenas con los mismos personajes pero diferentes roles sin dar muy bien ninguna explicación. A lo largo de la película se nos va mostrando la muerte de los chicos, ahora él, ahora ella, y de maneras diferentes como si de una pesadilla se tratara y todo acompañado de un hombre, aunque pueda parecer que se trataba de un payaso olvidaos del asunto ya que solo es uno de los personajes que adopta, que les va contando las leyendas de cada una de las atracciones del parque. Por si fuera poco se nos va deleitando con flashbacks de los protagonistas para de una manera hacer encajar parte de la historia al final, que mira por donde eso sí me ha medio gustado.

Closed for the Season no la definiría como mala, simplemente como una idea mal llevada. Si aguantáis la risa y el espanto de los efectos digitales de los primeros cinco minutos creo que aguantareis un rato más. Si os atrapa como lo ha hecho conmigo incluso podréis terminarla de ver, eso sí, preparaos para bostezar bastantes veces y aguantar la presión que significa no apretar el botón de tirar para delante del mando a distancia.