Bigfoot vs. Zombies

Un científico más o menos loco crea un liquidillo que convierte lentamente a las personas en rabioso seres hambrientos de carne. ¿Quién podrá detenerlos? ¿La Masa? ¿Las Cazafantasmas? ¡No! ¡Un felpudo con patas primo de Chewbacca!

Aquí no vamos a engañar a nadie, algunos os habéis quejado amargamente de que el bueno de tito Bob sólo os trae películas de mierda que llevaros a la boca. ¿Debería justificarme? Me gusta la ponzoña, pasado de rosca tras años de ver cientos de películas de terror, parando a ratos para liarme otro junto a los amigos de toda la vida, uno tiene el ojete tan dilatado que entra cualquier cosa. Lo que no me anula ni el sentido del gusto (o del tacto, mejor dicho) ni el sentido común: el 90% de películas que veo son horribles, una especie de tortura gozosa donde el masoquismo ha tenido un efecto perjudicial en mi forma de entender la vida. Pero sabiendo que hay un nutrido número de clientes en ciertos locales tailandeses decorados como celdas de tortura donde el cuero, el látex y los guantes de goma campan a sus anchas, creo que lo mío es “pecata minuta”.

Sirvan todas las tonterías anteriores para, como suele ser habitual entre mi insana verborrea, intentar justificar el tráiler de “Bigfoot vs. Zombies”. Sí, porque algo tiene que ejercer de excusa para presentar otra de esas miasmas que os harán poner los ojos en blanco a más de uno. Además, no hay mucho que decir sobre algo de estas características. Al menos no caeré en el juego de los norteamericanos, que enseguida alucinan pepinillos diciendo lo que siempre han ansiado ver a un Bigfoot masacrando zombies. Vaya, no es precisamente mi sueño húmedo, que más bien estaría protagonizado por un Bigfoot y la hija de los Henderson, pero sí, estaría bien una película BIEN HECHA sobre el apocalipsis zombie detenido por un tío grande y peludo.

No obstante, si os va el masoquismo fílmico y los disfraces mal cosidos, siempre podéis echarle un tiento al cutre-tráiler del día. Lejos de los refinados gustos sobre los que suele pivotar el contenido de Almas (ejem), la producción de “Wild Eye Releasing” rezuma caspa, de la olorosa, hasta en sus tipografías. Otra “comic sans” del terror que, al igual que vosotros, sólo veré bajo amenaza de incidencia en mi plantación de marihuana particular. Ir preparando el papiro para el próximo 23 de febrero…