The Samaritans

Esta es la historia de cuatro compañeros de trabajo que se reúnen para terminar un proyecto en la casa de su gerente. En realidad, no se han visto cara a cara antes, descubriendo que tienen mucho más en común que la nueva aplicación que están perfeccionando. A medida que reconstruyen sus historias, se dan cuenta de que cada uno de ellos tiene un secreto mortal que podría suponer su salida de la casa o sellar su macabro destino.

Su pasado ha provocado el despertar de una fuerza vengativa para mostrarles los errores en sus acciones. El hogar al que han sido convocados se convierte en tribunal y prisión. ¿Pueden probar que la historia no se repite? ¿Podrán redimirse antes de que se acabe el tiempo? ¿Se darán cuenta de sus fatales lazos antes de que la venganza se salga con la suya?

¿Cine de lujo? No, las antípodas de un club tan selecto. Un thriller sobrenatural realizado con cuatro duros que nos sirve para hablar de las buenas intenciones de la gente, y como estas pavimentan la carretera hacia el Infierno. En el caso de “The Samaritans” la excusa es terminar una aplicación para acabar jugando a la botella con el demonio Benito, ¿qué tienen que ver aquí la intencionalidad de tal o cual personaje? Pues que si cada compañero de trabajo te revelase la verdad de porque ha decidido ayudarte o ponerte la zancadilla, las oficinas de medio mundo se convertirían en un campo de batalla. La guerra aquí se traslada a una localización birriosa y a unos diálogos que presupongo con poca chispa, vease los cara a cara que pueblan un patético tráiler.

Dirige y escribe Doug Bollinger, un señor cuya carrera es igual de intrascendente que la del resto de personal involucrado en “The Samaritans”. Curiosos, atrevidos y esperanzados tienen una cita VOD el día en que estrenen este puro relleno.