Festival de Sitges 2018

Mandy

Empezamos el día pronto para ver uno de los highlights del festival. La segunda película de Panos Cosmatos protagonizada por uno de los nombres propios de este año: Nicolas Cage. Los que busquéis una buena ración de planos reacción de Nic saldréis contentos. Los fans de la anterior película de Cosmatos, Beyond the black rainbow, saldréis enamorados. Los que busquéis una película de venganza trepidante… absteneros. Yo me he quedado algo tibio. Sin embargo, es cierto que ni las horas ni el cansancio, que ya empieza a hacer mella, ayudaban. Mandy es cien por cien continuista en cuanto a estilo y personalidad, pero profundiza esta vez en un carácter más orgánico, nos comenta el director en la rueda de prensa posterior al pase. El resultado termina siendo lo esperado: pura lisergia alucinoide a la que yo, personalmente, sigo buscándole más empaque de contenido.

Aterrados

Que gustazo ver películas como esta en la sección oficial. Aterrados no tiene más pretensión que la base del género: asustar. Y lo consigue en más de una ocasión. No solo a base de jump scares bastante más elaborados que de costumbre, sino a una muy buena ambientación y una mala hostia importante. El Auditori rugía en gritos a los que les seguían risas. La película cuenta con un humor negro la mar de funcional. Y es que puede pecar de repetitiva, o incluso de desestructurada, pero el valor de Aterrados es lo bien que funciona y lo sincera que es. La hemos disfrutado como niños. Ojalá el público le cante premio.

The night comes for us

Por la tarde iniciamos lo que sería la ración doble Timo Tjahjanto, nombre propio de este año. empezábamos por las hostias como panes de Kilo más extremas que nunca. Con Headshot ya intentó salpimentar el nuevo género de acción oriental, que nació de The raid, con algo más de sangre y objetos punzantes. Sin embargo, aquella vez estuvo realmente comedido respecto a esta. Preparaos a ver una película de acción gore en la plenitud de lo que aquello significa. Mares de hemoglobina. Extremidades rotas, laceradas y arrancadas. Todas las armas que podáis imaginar y un desgaste del cuerpo humano inexistente. The night comes for us es lo más salvaje que vais a ver en muchísimo tiempo, y si tuviese que sacarle una pega sería que no soy capaz de imaginar una peli de este estilo que sea capaz de apuntar más alto que esta.

May the devil take you

Ojalá todas las películas de medianoche tuviesen este nivel. Y esta mala hostia. Y diesen tanto miedo. Tjahjanto firma una película de terror absolutamente puro. Sin excusas ni concesiones, que crea una dupla absolutamente de agradecer con Aterrados. Este es un caso mucho más referencial que la anterior, ya que bebe de mil fuentes y no se esconde en ningún momento. Evil dead (más cercana al remake de Fede Alvarez que a la original de Raimi), Demons, Ringu e incluso su propia Macabre se encuentran en el pastiche que inspira esta película, que además da miedo. Y bastante. Ojalá tengamos formas de verla próximamente en un horario más accesible, por que va a hacer las delicias de los fans.

Under the silver lake

En más de una ocasión he hablado ya de mi devoción por la mirada de David Robert Mitchell a nuestra generación. Under the silver lake sigue explorando el mismo terreno, en este caso radiografiando la cultura pop como medio de vida. La película podría resumirse en una Mulholland drive de bolsillo de tono más ligero y con un contrapunto humorístico que le aporta un tono totalmente distinto a esta. En ocasiones tremendamente reflexiva y en otras escape room. Pese a sus casi dos horas y media de duración, Andrew Garfield es capaz de mantener tu atención sin problema a lo largo de todo el metraje, ya que su personaje está absolutamente vivo. Una de mis favoritas desde ya. Eso sí, olvidaos del terror de It follows. Este es un caso mucho áas cercano a su primera The myth of the american sleepover.

The Dark

Teníamos bastante confianza depositada en este proyecto del que poco sabíamos. Nos pintó lo suficientemente bien como para acercarnos al retiro a probar suerte. Suerte que esta vez no estaría de nuestro lado. La película resulta de una idea alargada en exceso descomunal. Como corto tal vez funcionaría, e incluso podría ser excesivo. El producto final está absolutamente vacío de contenido, y sus personajes se pasean por la pantalla sin ton ni son. Tampoco ayudan los efectos de maquillaje más propios de la zombie walk que de un trabajo profesional. Y más cuando sobre ello recae la mayoría del peso y credibilidad de la historia. Lo que comúnmente se conoce como un quiero y no puedo.

Ghostland

Encaramos para el Auditori para uno de los títulos de genero del año. Después de la decepción que supuso para un servidor The tall man, decidí bajar las expectativas de cara a esta. Y es cierto que mucha parte del ADN de aquella se encuentra en Ghostland, pero esta es muchísimo más sincera y no huye del género puro en ningún momento. Obviamente vais a encontraros con giros difíciles de encajar cada dos por tres, pero si decidís entrar en el juego, podéis pasar un rato de terror absolutamente trepidante muy divertido. Eso sí, cuando saca la vena torture porn el interés decae estrepitosamente, ya que además de ser un subgénero que nunca aportó nada, estos momentos ni siquiera lo hacen para con la película.

Luz

Nos acercábamos al prado, a la maratón Noves Visions. Aún que solo nos atreveríamos a ver la primera película. La aclamada Luz. Programar esto en un pase a la una de la mañana le hace un flaco favor al descubrimiento de un trabajo tan singular como este. Sin embargo, está claro que no todo puede caber en las horas accesibles. La cuestión es que la propuesta germana es un trabajo sin miedo algún al repudio de la audiencia, y arriesga en un experimento visual cercano al cine de Hélène Cattet y Bruno Forzani, artífices de Amer. Realidedes y puntos de vista que se entremezclan en un terrorífico interrogatorio elevado a un grado de locura y surrealismo mucho mayor al de Au poste! Puro cine sensorial setentero.