Burying the Ex
Hay exnovias pegajosas
- Título original: Burying the Ex
- Nacionalidad: Estados Unidos | Año: 2014
- Director: Joe Dante
- Guión: Alan Trezza
- Intérpretes: Anton Yelchin, Ashley Greene, Alexandra Daddario
- Argumento: Cuando Max va a cortar con su agobiante novia, ésta muere tragicamente. Max piensa que ha encontrado un nuevo amor, pero su ex vuelve de la tumba.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 2.5/5
Max se muda con su novia Evelyn, una atractiva chica obsesionada por el reciclaje. Lo que se prometía como una vida idílica se torna en una jaula cuando Evelyn deje entrever todas sus manías y posesividad. Por suerte, o por desgracia, cuando Max va a cortar con ella ésta sufre un atropello y acaba cadáver. Además, Max encuentra a Olivia, una joven encantadora de la que se enamora perdidamente. Por desgracia, o por suerte, Evelyn vuelve de la tumba impelida por un objeto diabólico… ¡y ha vuelto con ganas de continuar su relación justo donde la dejó!
Desde los títulos de crédito iniciales, “Burying the Ex” no augura nada bueno, ni siquiera la aparición del mítico Joe Dante como director consigue salvar esa sensación de estar ante un telefilme de cuarta categoría. Afortunadamente esa sensación vira hacia la de estar ante una teleserie cualquiera, como por ejemplo, y hasta cierto punto, un capítulo alargado de “Big Bang Theory”, con todo lo que ello conlleva. Es decir, un entretenimiento banal que no pervivirá en la memoria pero puede consumirse sin riesgo a caer envenenado. En realidad “Burying the Ex” no tiene nada que ver con el terror, casi ni me atrevería a llamarla una “zombimedy”, es una comedia pura con un gran hándicap: no hace especialmente gracia. Por mucho que la cinta caiga simpática al estar cargada de referencias a la cultura popular estadunidense, especialmente en lo que tiene que ver con el fantástico y la comida basura, las situaciones pretendidamente cómicas quedan bastante en entredicho. Ni siquiera es una cuestión de edad, porque por mucho que Dante dirija su mirada a las nuevas generaciones, los juegos de palabras y personajes freaks no tienen mucho que contar y están demasiado sumergidos en tópicos modernos que son menos graciosos que la media de series emitidas en el canal “Boing”.
Lo mejor: La adorable Alexandra Daddario.
Lo peor: El tufo a teleserie.