Psicosis Mortal
El verdadero Borgman
- Título original: The Vagrant
- Nacionalidad: Francia, Estados Unidos | Año: 1992
- Director: Chris Walas
- Guión: Richard Jefferies
- Intérpretes: Bill Paxton, Michael Ironside, Marshall Bell
- Argumento: Graham se muda a su recién adquirida casa sin saber que tendrá que enfrentarse a su anterior inquilino: un vagabundo demente y nauseabundo que acabará con su cordura.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3.5/5
Un vagabundo deforme y cabrón se dedica a destrozar la mente de un pobre programador a punto de ser ascendido a senior.
Querría presentaros una de esas comedias negras salvajes que, tal vez por pertenecer a la primera mitad (1992) de una década maldita como los noventa, permanece bajo los radares de los aficionados al cine de terror. No exenta de caspa, pues el extremo colorido de sus personajes roza el ridículo antes que la broma, “Psicosis Mortal”, conocida en su país natal como “The Vagrant” – el vagabundo –, es una cinta muy a tener en cuenta si lo que queréis es echaros unas buenas risas con los amigos, sin más trascendencia, justo de la misma forma que lo consiguiesen obras del mismo corte como “Very Bad Things” o “Tu asesina que nosotras limpiamos la sangre”. Aunque me gustaría hacer notar que la película que hoy nos ocupa tiene un estilo mucho más chabacano y barato, lo que no es directamente peor; simplemente también se emparenta con la década anterior, los 80, por su acabado artístico.
Como curiosidad fijaos que el argumento preludia la conocida cinta holandesa ganadora de la anterior edición del festival de Sitges: “Borgman”. Y lo hace por aquello de ofrecernos el relato de una vida normal destrozada por la violenta irrupción en su día a día de un vagabundo con intenciones desconocidas. No obstante, este sería el único paralelismo, pues el tono de ambas es bien distinto, teniendo la cinta holandesa un tufillo intelectual que para nada defiende “Psicosis Mortal”, mostrándose esta última como un ejercicio más descerebrado y grotesco donde cuesta ver cualquier tipo de crítica social.
Lo mejor: La caracterización del vagabundo y la atmosfera de la viva fotografía. ¡Y diablos, básicamente es muy divertida y cruel!
Lo peor: Una narración confusa a la que no ayudan ciertos histrionismos de los actores, especialmente Paxton, haciendo de varias escenas pura vergüenza pueril