Lanzando carnaza a la pantalla
864 millones de dólares. Esto es lo que han recaudado, a nivel mundial, las siete películas de las que consta la saga Saw. Los presupuestos de estos siete títulos suman 68 millones. Si a los 864 millones antes citados añadimos las ganancias en concepto de ventas en DVD y Blu-Ray, así como merchandising variado y ventas a televisiones, se antoja evidente una conclusión: estamos ante la franquicia más rentable que ha proporcionado el cine de terror. De hecho, de no ser por otro fenómeno del género, Paranormal Activity, que durante Halloween del 2009 arrebató el trono a la saga de Puzzle, que por aquel entonces contaba con la sexta (y menos taquillera) entrega, podríamos seguir hablando de éxitos masivos año tras año. Sin embargo, el relevo se ha pasado definitivamente a la saga rival, pues con Paranormal Activity 2 (2010) volvió a repetir éxito y reinado sobre la matanza tridimensional que nos ocupa.
Tal como comentaba, la sexta entrega comenzó el declive comercial de una franquicia que no tenía intención de desgastarse. En los resultados artísticos, el tema es muy diferente. Desde que la interesante primera entrega diese la sorpresa, fue perdiendo puntos a marchas forzadas. Así, pese a que la segunda y la tercera todavía eran capaces de ofrecer tramas medianamente atrayentes, quedaba claro que la violencia y el más difícil todavía en las trampas eran el modus operandi. El problema vino cuando, tanto la cuarta como, sobre todo, la quinta, no sorprendían ni siquiera en este aspecto (la tercera sigue siendo la más gore y mejor ejecutada en este aspecto), y sus tramas, incluso siendo mínimas, resultaban cargantes y absurdas por igual. La llegada de la sexta, con toda la surrealista polémica que despertó entre algunos “políticos” españoles (calificada X y más tarde estrenada con unos cuantos cortes), dejó mejor sabor de boca. Sin ser gran cosa, al menos resultaba más entretenida e intentaba volver a los tiempos del inicio de la saga: calibrar el gore con un guión más aceptable y llevadero. Sin embargo, para el (dicen) capitulo final, han tirado por el camino de la cuarta y la quinta. Pero…
Lo mejor: Que, como Torture Porn sin complejos, cumple sin problemas y a un mayor nivel que algunas aburridas entregas (la cuarta y la quinta).
Lo peor: Que no hay más que eso y algún guiño cómplice para con los fans de la saga. Aunque a estás alturas del “juego” quién espere ser sorprendido…