Ella chilla
Un microrelato de horror
Me preguntaba mi buen amigo A. B. si creía que en solo veinticinco líneas se podría contar una historia de miedo. Bueno, de esa conversación y de mis proverbiales ganas de tocar las narices nace este “Ella chilla”, del cuál estoy bastante orgulloso. Redactado en tan solo veinticinco minutos y en veinticinco líneas – de mi procesador de texto, eso sí – aquí te llega la respuesta querido amigo.