The Walking Dead (Especial)

Dentro de unos meses, el 14 de Octubre concretamente, volverá The Walking Dead a nuestros hogares. Una serie amada y odiada, pero cuyo rotundo éxito la ha llevado hasta una tercera temporada que está empezando a asomar la cabecita. No ha sido un camino de rosas, y a lo largo de los siguientes párrafos descubriréis los motivos, además de encontrar las novedades que aguardan y que, de haber sido fieles al material del que procede, pueden depararnos tensión, personajes icónicos, sangre a borbotones y un apocalipsis cada vez más palpable. Los caminantes no descansan.

De Kirkman a AMC

La magnífica, demoledora y longeva serie de cómics The Walking Dead, provocó muchas dudas con el anuncio de su adaptación televisiva. Primero, porque el subgénero zombi era prácticamente un desconocido en el medio. Segundo, porque el trabajo original escrito por Robert Kirkman y dibujado por Tony Moore, hasta el séptimo número, y a partir de ahí Charles Adlard, es una obra de culto idolatrada por miles y miles de fans en todo el planeta. Y tercero, porque el proyecto se planteaba como uno de los más ambiciosos a todos los niveles para la cadena AMC, responsables de obras maestras televisivas como Mad Men (2007-¿?) o Breaking Bad (2008-¿?). El episodio piloto, estrenado el 31 de Octubre, obtuvo un éxito arrollador: en Estados Unidos fue visto por 5,3 millones de espectadores, convirtiéndose en el episodio con más audiencia hasta aquella fecha de la cadena, y las opiniones, tanto de crítica como de público, no escatimaron en halagos. Claro que, a partir del segundo episodio, la opinión comenzó a dividirse, pues muchos fans del cómic sintieron que se faltaba al respeto del original en el avance de los acontecimientos, así como en el espíritu de la historia y el modo de desarrollar las relaciones entre personajes y su trazado. Sin embargo, el entusiasmo del público general creció, y el último episodio congregó a 6 millones de espectadores.

De Darabont a Mazzara

Recordemos que la primera temporada tuvo detrás a un genio como Frank Darabont, director responsable de algunas de las mejores adaptaciones de novelas de Stephen King, como son Cadena perpetua (1994), La milla verde (1999) y La niebla (2007). Además de ser el creador, se encargó de dirigir el episodio piloto, que no por casualidad es el mejor rodado hasta el momento. Por desgracia dejó su puesto a Glen Mazzara y no quiso saber nada más.

Pero, ¿realmente se marchó Darabont por su propio píe? Se dijo que el director tenía muchos proyectos entre manos y la serie le quitaba demasiado tiempo. Nada más lejos de la realidad. La verdadera razón de su marcha fue el despido. AMC, cadena a la que el éxito se le atraganta (mismamente la citada Breaking Bad, una de sus series con más audiencia, ha estado tentada de cambiar de canal), entregó a Darabont una sospechosa carta mientras éste montaba uno de los nuevos episodios. Atónito, no pudo hacer más que dejar algunas notas a sus compañeros para que lo terminasen y despedirse del resto por correo. Tajante es poco. ¿Y para llegar a esa situación que hizo el cineasta? ¿Tal vez asesinó a la familia de algún directivo? ¿Intentó fichar a Uwe Boll como director y a Lorenzo Lamas como nuevo protagonista? Pues no. Como buenos empresarios, sabían desde hace tiempo que iban a despedirle, pero aguantaron hasta final de temporada para que acudiese con el equipo a la Comic-Con de San Diego. Los tipos de AMC alegaron como principal motivo el excesivo ego de Darabont, aunque seguramente tuvieron mucho que ver sus diferencias en cuestiones de presupuesto.

Por extrañas razones de esas que deben ser investigadas por Iker Jiménez, pese a que The Walking Dead se había convertido en una serie de gran éxito, sus responsables, con los bolsillos llenos, querían reducir el presupuesto. Así, cada episodio pasaría a costar más o menos la mitad, a cambio, eso sí, de rodar trece por temporada, en lugar de los seis con los que contó la primera. A todo esto, los intérpretes no estaban de acuerdo con el despido de Darabont, pero su permanencia en el trabajo, aunque suene a dictadura, dependía en parte de su silencio. Y amigos, no todos los días se tiene la oportunidad de mantenerse en una serie como esta, así que callaron. Sea como fuere, los personajes de un apocalipsis causado por muertos vivientes siempre tienen los días contados, por lo que no deben hacerse excesivas ilusiones. Y es que, como hemos visto en las dos primeras temporadas, no todos los personajes tienen la misma suerte (o desgracia) que en los cómics.

Más espectadores, ¡es la guerra!

La ausencia de Darabont en la segunda temporada no causó que la audiencia bajase. Al contrario: 7,3 millones de televidentes acudieron a sus sofás para ver el estreno, mientras que para el último la cifra ascendido a unos espectaculares 9 millones. Esto es, casi el doble que cuando empezó su andadura.

A título personal, hablando desde la perspectiva de un fan del cómic y a la vez un espectador de mente abierta, entiendo los pros y los contras a los que se enfrenta la serie. Lo primero que agradezco es que, pese a lo que aseguran algunos puristas, no han insultado a la obra de Kirkman. Tampoco al cine de zombis. Pese a que hay altibajos, sobre todo en la segunda temporada, varios episodios sorprenden por lo eficaz de su ejecución, por descontado la impoluta factura. Los efectos de maquillaje y los trucajes gore son un jodido lujo, al igual que la banda sonora o la mayoría de las interpretaciones. No obstante, el guión peca de cambiar o trastocar momentos relevantes en pro de una mayor comercialidad, y el tratamiento de los personajes, como apunté al principio, resulta bastante más blando. Algo que, esperemos, cambié (todo apunta a que sí) en esta tercera temporada.

¿Qué nos espera?

Semanas atrás se desveló que, siguiendo la trama del cómic, la acción se centrará en una cárcel. Si, aquel mastodóntico complejo que se veía en el plano final de la segunda temporada. Y por supuesto, aparecerán dos personajes muy importantes que cambiaran el devenir de los acontecimientos: Michonne, a la que veíamos al final, llevando consigo dos zombis (que en el cómic son nada menos que su ex hermano y su ex novio, y la sirven para evitar otros mordedores) y “El Gobernador”, un tipo despiadado que ha llegado al poder de una zona con supervivientes cercana a la cárcel. Estarán interpretados por Danai Gurira y David Morrisey. Si se respeta la línea original respecto a ambos personajes tendremos ocasión de ver algún que otro momento de gran brutalidad. Pero como digo, nadie sabe por dónde saldrán los productores. Y ahora que no está Darabont menos aún.

Por lo pronto, aquí tenéis el avance de cuatro minutos que han podido ver los asistentes a la Comic Con de San Diego.

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