Retornados

La humanidad convive con los “Retornados”, gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una Proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, oculta una poderosa razón: su pareja, Álex, es un “retornado”. El caos se desata cuando el Gobierno anuncia la escasez de la Proteína y la paralización de las investigaciones, obligando a todos los infectados a ingresar en un centro militar de alta seguridad. Temiendo lo peor, Kate y Álex deciden no acatar las órdenes y huir. Su cuenta atrás por la supervivencia ha comenzado.

Hace apenas unos días Diego López nos ponía sobre la pista de Retornados, tercera película de Manuel Carballo (La posesión de Emma Evans), en su manífico artículo “El fantástico nacional que se aproxima”. Ahora nos llega la noticia de que Retornados, producción de Filmax en coproducción con Ramaco Media (Canadá), ha sido seleccionada para participar en la próxima edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya (Sitges). La película ha sido rodada íntegramente en Canadá y en inglés, y a finales de año está previsto su estreno en las salas de cine españolas.

Filmax, en su nota de prensa anunciando la presencia de Retornados en Sitges, afirma que la nueva propuesta de Carballo “propone una nueva visión del universo zombi dando una vuelta de tuerca a uno de los géneros más en auge en los últimos años.” No pretendo poner en duda lo que dice Filmax porque, entre otras cosas, no he tenido la oportunidad de ver Retornados (me gustaría verla en Sitges). Pero sí es cierto que presuntas vueltas de tuerca en el subgénero zombi, en los últimos años, hemos tenido unas cuantas. Pero la realidad es que cada vez es más complicado innovar o sorprender en un subgénero que ha sido sobreexplotado de manera brutal en los últimos tiempos, tanto en su vertiente cinematográfica como en la literaria. A pesar de todo seguimos siendo muchos los incondicionales de los muertos vivientes, y una película como Retornados, con esa carga social que se adivina en el tráiler y todo el tema de la proteína que parece mantener a raya el proceso de zombificación, quizás sean elementos suficientes para, al menos, mantener vivas las esperanzas de poder disfrutar de una película a la que, probablemente, sea complicado encontrarle otro tipo de alicientes.