Beacon Point

Zoe ha dejado su trabajo para ir de excursión al sendero de los Apalaches, como un último homenaje a su padre fallecido. Se une a un pequeño grupo de excursionistas inexpertos en la aventura de toda una vida. El grupo es dirigido por Drake, un experto excursionista con un pasado cuestionable. La caminata de diez días a través de las grandes montañas de Smokey promete ser emocionante. Drake les lleva por un camino lejos de la pista principal, con la promesa de unas las vistas impresionantes que jamás llegarían a ver siguiendo el itinerario oficial.

La aventura se descontrola cuando el grupo empieza a ser aterrorizado por una fuerza invisible. Las cosas se vuelven más extraña cuando el grupo descubre un campamento abandonado, y Brian sufre una enfermedad paralizante. En un esfuerzo desesperado por conseguir ayuda para Brian, Zoe, acompañada de Drake, se dirige de nuevo a la civilización. Durante su viaje descubren un antiguo tótem de piedra en un claro llamado Beacon Point.

¿Existe un lugar más común en el cine de terror que el de un grupo de excursionistas con las mochilas a sus espaldas adentrándose en la espesura de un bosque? Evidentemente la originalidad puede que no sea uno de los puntos fuertes de Beacon Point, producción independiente escrita y dirigida por Eric Blue. De hecho los chicos de Bluelantern Films, productora con sede en Atlanta, tienen muy claro que con Beacon Point no pretenden revolucionar el género. Cuando hablan de sus motivaciones para producir una película como Beacon Point lo hacen en los siguientes términos: “Creemos que el género de terror es el género más comercializable para una película de bajo presupuesto, ya que existe una gran audiencia para este tipo de contenido. Además, históricamente, no son necesarios actores de renombre en las películas de terror para obtener un beneficio y una sencilla historia escalofriante fácilmente se traduce, a nivel internacional, en beneficios; algo que no siempre se cumple para una comedia o un drama.”

En fin… como he dicho parece que lo tienen muy claro: cine de terror sencillito y a piñón fijo para los miles o millones de aficionados al género que poblamos la tierra de punta a punta. Sinceridad ante todo. Nada que objetar. Quizás, como apunte personal, señalar mi esperanza de que no sea suficiente para una producción independiente norteamericana el adcribirse al género de terror para obtener benficios a nivel internacional, sino que además dicha producción deba tener un mínimo de calidad… aunque en realidad el concepto de “calidad” presenta un nivel de subjetividad tan alto que me temo sea imposible acotarlo. En conclusión, sean cuáles sean los motivos de sus productores (todos válidos), bienvenida sea una propuesta a priori tan poco original como Beacon Point si finalmente acaba ofrenciéndonos un digno entretenimiento durante 90 minutos de nuestras vidas. Además, siempre cabe la posibilidad de que un argumento tan trillado como el de Beacon Point acabe regalándonos alguna que otra sorpresa, como ocurría en la estupenda The Hounds. Os dejo con el tráiler y algunas imágenes de Beacon Point.