Lake Nowhere

Cuando un grupo de amigos llegan a una cabaña junto a un lago desolado, Lake Nowhere , son acosados y asesinados por un maníaco enmascarado, cuya sed de sangre trasciende nuestro mundo.

Homenaje, tributo, nostalgia… ¿no creéis que en los últimos tiempos estas tres palabras se han adueñado de nuestro vocabulario cuando hablamos de cine de terror? Yo que viví los ochentas como niño y adolescente me pregunto si los que realizan actualmente uno de estos “homenajes” se dan cuenta de que lo expuesto en pantalla no tiene nada que ver estética y filosóficamente con el cine de terror que se confeccionaba durante la década dorada para muchos. Es decir, se toman elementos prestados, se realizan pósteres imitando los viejos diseños, los argumentos intentan buscarle una doble vuelta a las ideas formales de cuando Michael Jackson era negro… pero la verdad es que viendo la divertida “Deathgasm”, la imprescindible “It Follows”, la odiosa “Turbo Kid” o la curiosa “The Final Girls” te das cuenta tanto de que el tiempo no puede invertir su discurrir como que la memoria es una grandísima hija de puta. Si usamos nuestros recuerdos a nivel superficial desde luego que consideraremos estos “homenajes” como obras que resucitan el espíritu de la citada década… sin embargo, rascando la superficie y ahondando en los tópicos que ya por 1980 eran tópicos, vemos que todo este “boom” no tiene nada que las sensaciones, buenas y malas, transmitidas por “Muerte a 33 r.p.m”, “Halloween”, “América 3000” o “Viernes 13”, por realizar ciertos paralelismos.
Insisto: para bien y para mal, la autenticidad de las películas con respecto al momento cuando se estrenaron es irrepetible, y quizás la obsesión por realizar productos que intenten engañar a nuestra memoria esté siendo un poco cansina así como un profundo error, en cuanto a ventas, a medio plazo. Porque una cosa es homenajear, regurgitar tus conocimientos y preferencias en un mosaico ácido que suponga una reconstrucción de dichas filias, como por ejemplo así lo hace la menor “Jack Brooks”, por citar una cualquiera. Y de nuevo los resultados serán mejores o peores, pero no veremos esfuerzos desperdiciados en un intento francamente banal por vendernos una película como producida en 1980.

Todo este discurso viene a provocado por “Lake Nowhere”, un slasher sobrenatural de bajo presupuesto que intenta llevar esta nostalgia hasta las últimas consecuencias. Reconstruyendo cada una de las parte de la producción y promoción como si perteneciesen a una cinta olvidada de los ochentas. De hecho, se acerca su inminente estreno en VHS, el cual podréis comprar el próximo 19 de Octubre desde una web que también hace abuso de la nostalgia, otro boom, de los ordenadores de 8 bits. Por mi parte ningún problema, de hecho he de reconocer que el tráiler luce auténtico y lleno de los tópicos y guiños que nos convirtieron en la generación del video club. Lo que me cabrea un poco es ver de nuevo todo ese esfuerzo por intentar resucitar “un mal slasher”; es decir, “Lake Nowhere” parece exactamente un slasher barato y ramplón de los cientos que se produjeron hace más de treinta años. ¿Por qué? Puestos a realizar un “homenaje”, ¿no podríamos realizarlo de una buena película, de un concepto eficaz? Aunque supuestamente, los cincuenta minutos que dura “Lake Nowhere” esconden más que este simple slasher, pues según he podido entender, se trata más bien de una antología donde se tocarán otros géneros prolíficos durante los ochentas… para el caso, ¡es lo mismo!

Christopher Phelps, Maxim Van Scoy, sus directores y guionistas, parecen pensar que con realizar la gracia de crear un VHS y llevar la broma hasta las últimas consecuencias ya tienen su pedacito de gloria asegurado…. y oye, a juzgar por las reacciones de la prensa internacional así ha sido. Por mi parte dudo de la calidad intrínseca del producto, pero no niego cierto interés morboso, así como la ingenuidad del verdadero nostálgico. Más que nunca necesitamos regresar al futuro…