Cherry Tree

El mundo de Faith se derrumba al enterarse de que su querido padre se está muriendo. Cuando la misteriosa Sissy hace acto de aparición, se convierte en la figura maternal y protectora que tanto necesita, poco sospecha Faith que Sissy es la líder de un aquelarre de brujas de siglos de antigüedad, capaces de utilizar el fruto del cerezo en un antiguo ritual secreto que devuelve la vida a los muertos.

Ofreciendo curar a su padre a cambio de un niño, Sissy llega a un acuerdo con Faith, que de repente se encuentra a sí misma embarazada de un bebé que está creciendo a un ritmo alarmante. Pero con el nacimiento del niño cada vez más urgente y la verdadera intención de los planes de Sissy al descubierto, Faith y su padre deben unirse para salvar sus vidas.

Desde Irlanda una cinta que sobre el papel promete, su tráiler me ha gustado muchísimo a pesar de coquetear descaradamente con la serie B más infecta, y sin embargo está recibiendo muy malas críticas por cada festival que pasa. De todos modos, en Almas Oscuras intentamos ser justos, por un lado nos hacemos eco del mayor número de proyectos relacionados con el horror y, por otro, intentando no juzgar antes de tiempo.
Una pena entonces las incógnitas que nos deja la película de David Keating, productor de la gran mayoría del cine irlandés de género que nos ha llegado en los últimos años (“Stitches”, “The Hallows”, “Let us prey”, “Wake Wood”: cuyo guionista, Brendan McCarthy, repite en la presente), al que hay que reconocerle un interesante cariño por los aspectos clásicos del género, como igualmente demuestra “Cherry Tree”, firmemente enraizada en los misterios de las brujas, pero trasladados a entornos urbanos sin olvidar sus orígenes paganos.

En lo particular estoy muy interesado por salir de dudas en próximo 8 de enero (en VOD, claro), pues la temática me atrae por doble vertiente: una seria mi proverbial interés el horror sobrenatural y ocultismo, y otra sería lo deseables que se me presentan estas brujitas, ambas actrices que no conocía. Espero que lejos del aborto de Alex de la Iglesia, al menos dispongamos de algo de sensualidad y rituales macabros con los que solazar las noches de soledad. ¡Iä! ¡Iä! ¡Shub-Niggurath!