I Was a Teenage Wereskunk

Un adolescente es atacado por una mofeta maldita mientras termina la secundaria. ¿El resultado? Un horrible licántropo que aterrorizará al pueblo.

Para acabar el año nada tan reconfortante como una película tan mierdosa que hasta huele mal. Esta vez literalmente, porque “I Was a Teenage Wereskunk” sigue las andanzas de un hombre mofeta que siembra el terror en un tranquilo pueblecito de Estados Unidos. Obviamente una parodia del cine de terror de los años cincuenta realizada con cuatro duros, ningún estilo y mucha desvergüenza. De hecho, la película parece funcionar mejor como simple tráiler – el cual en el fondo, muy en el fondo, cae hasta simpático – que como largometraje. Muchas ganas habría que tener para soportar una broma alargada por encima de los setenta minutos.

La serie Z más indigna es lo que tiene: sólo los espartanos se sumergen en ella, no me cuento entre ellos, y sólo los más dementes la pueden disfrutar. Lo que no quita para que nosotros podamos echarnos unas risas desde fuera gracias a una perspectiva cultural radicalmente distinta en comparación a los norteamericanos. ¿A qué bando pertenecéis? ¿Con qué película casposa terminaríais el año entre uva y uva? Un servidor ya lo tiene decidido, y en breves os hará llegar la última reseña de este 2016.

Volviendo al asunto de la obra chunga que ahora nos ocupa: ¿Veremos al mofeta hacer surf sobre una camioneta como en “Teen Wolf”? ¡Qué tiempos! ¡Qué inocencia para gozar semejante comedia! No sé qué grado de influencia tendrá la película protagonizada por Michael J. Fox en “I Was a Teenage Wereskunk”, pero lo que sí es cierto que Neal McLaughlin, director y guionista, debuta con un engendro que ya está disponible en la mugrienta