Civil war

Estaba indeciso entre hacer una reseña de "Abigail" o de "Civil War", ya que disfruté de ambas antes de su estreno, pero la vida me ha dado uno de esos golpes que te dejan fuera de juego por un tiempo, y como resultado descuidé la web durante unas semanas... Siendo casi el único que escribe, ha sido como irse de viaje sin pedirle a nadie que riegue tus plantas. A mi regreso, al retomar la escritura, me encontré con la opción de hablar sobre "Abigail", una película que no terminó de gustarme o entretenerme, o sobre la obra de Garland, que quizás sea menos adecuada para esta web, pero mucho más significativa y potente en su resultado... Así que vamos con ella.

Alex Garland, tras dirigir su película de terror "Men", valiosa para mí pero considerada por otros como una basura pedante, crea en "Civil War" un filme que nos invita a fantasear sobre un futuro inmediato, donde la polarización en la sociedad estadounidense ha alcanzado un punto crítico, llevando al país a un conflicto armado. Una guerra entre dos bandos que el público presencia en su fase final. Una de las facciones ha recuperado todo el país, excepto Washington. Antes de su última ofensiva, un grupo de periodistas viaja desde Nueva York hasta la Casa Blanca para registrar los últimos momentos del autoproclamado presidente de los Estados Unidos y, con suerte, entrevistarlo.

"Civil War" es una equilibrada mezcla entre una road movie, un drama sobre periodistas en conflicto al estilo de "Los gritos del silencio" o "El año que vivimos peligrosamente", y una película bélica. Estos tres estilos se combinan para presentarnos una historia que examina la sinrazón que prevalece en los conflictos armados y resalta los males endémicos de la sociedad estadounidense, los cuales no son exclusivos de este país. Las diferentes etapas de este viaje nos pueden recordar a "The Walking Dead" y también a "The Last of Us", ya que la trama de estos periodistas se desarrolla en torno a una novata (Cailee Spaeny), prácticamente recién salida de la adolescencia, que intenta aprender el oficio de otra fotógrafa veterana (Kirsten Dunst), quien inicialmente se muestra reacia a llevarla consigo, aunque al final terminan llevándose bien. Aunque la actuación de Spaeny es sólida, es inevitable no recordar a Ellen Page (antes de ser Elliot), cuya apariencia y actuación son el ADN del personaje principal (en versión digital) de "The Last of Us".

Aunque Garland es un militante confeso de izquierdas, en su película se esfuerza por no marcar políticamente a ninguno de los dos bandos, dejando al espectador la decisión de quién es republicano y quién es demócrata en la trama... Al menos en teoría, porque en la práctica el presidente alojado en Washington se asemeja perfectamente a Trump.

El director, quien ha anunciado que esta será posiblemente su última película, logra que el horror de la guerra, que muchos observamos de manera insensible en los noticieros porque las imágenes se desarrollan en lugares ajenos a nuestra realidad, lo sintamos a pocos metros de nuestra vida cómoda. Solo por este ejercicio de empatía, ahora más necesario que nunca, la película es recomendable. Para transmitir este horror de manera más personal, no escatima en imágenes violentas, algunas de las cuales, como la quema en vivo de un afroamericano, son aterradoramente realistas. Con el paso de los minutos, mantiene al espectador con el corazón en un puño.

Garland tampoco escatima en humor negro; escenas como la del francotirador o la de la gasolinera contienen una comicidad envenenada que sirve como catalizador para sensaciones desagradables como el odio o el miedo.

Aunque se trata de una película sobresaliente, "Civil War" contiene elementos menos acertados que restan potencia: La representación del periodismo y cómo los reporteros de guerra se mezclan en el conflicto parece un tanto idealizada, y también es un poco ilusorio pensar que un fotógrafo actual llevaría sus carretes de emulsión de plata y su equipo de revelado al corazón de una contienda, sobre todo porque en el periodismo actual la inmediatez es fundamental. Además, algunos personajes, como el interpretado magistralmente por Stephen Henderson, el veterano periodista afroamericano que ya nadie toma en cuenta, no tienen más relevancia en la película que la de servir como elementos dramáticos en ciertos momentos.

Sin embargo, el mayor inconveniente se encuentra en su acto final, donde se presenta una secuencia bélica visual y técnicamente brillante, pero que pierde gran parte de su componente realista debido a la necesidad de mantener a los personajes en la primera línea de la acción, pasando de ser acompañantes a ser motores de la trama en un determinado punto... Una trampa que, por otro lado, es indispensable para cerrar el arco argumental de manera impactante.

Por encima de sus defectos hay que señalar en enorme trabajo interpretativo de Kirsten Dunst, que demuestra año tras años que su talento no parece encontrar techo. Aquí esta magnífica; seria y dura en su mirada, con la que nos transmite que estos horrores son una simple gota en el mar que es este oficio que la vampiriza. Gracias a ella y a cómo ejerce de Pigmalión de la jovencita compañera de viaje, entendemos la adicción a su profesión y el coste que, como todas las adicciones, la está desgastando.

Aunque sé que muchos de vosotros no soléis ver cine en la pantalla grande, creo que "Civil War" es técnicamente una película que merece ser vista en el cine para disfrutarla plenamente, así que no lo dudeis y, si está en cartelera cerca, darle una oportunidad.