La Institución
de Jorge P. López
Existe un tumor emocional al fondo de ese abismo donde la luz del hombre no puede despejar las sombras de un cosmos saturnino. Rodeada de ruinas de asfalto y cristal, una edificación permanece enfrentada al otoño eterno que azota aquel núcleo de miseria: El lazareto de los imberbes; una facultad color sepia; el seminario del silencio; «La Institución».
Allí mal convive a duras penas un manojo de frustración adolescente, sometido a rutinas suicidas y enseñanzas malintencionadas. Eternamente a punto de tirar la toalla frente a las grisáceas olas del aburrimiento, las ácidas gachas o el cansancio antesala de los ritos funerarios, tú día a día, la realidad…