Kiss Before the Slaughter

Bradley lleva a su enferma ex-novia, Raquel, hasta México. Allí, unos traficantes del mercado negro de órganos tienen a la venta el pulmón que ella necesita. En pleno desierto, el transplante ya está listo. Sin embargo, Bradley también traba amistad con los “confiados donantes” de los carniceros: ahora sabe que salvarlos podría significar perder a su único amor.

“Abandóname. Sálvalos a ellos”. Bradley va a perder la razón, casi unos desconocidos o ella…

Kiss Before the Slaughter es una explotation/road movie independiente, en toda regla, que llega con dos insignias muy claras:

1.- Poseer uno de los libretos, no producidos, del 2010 más laureado y vitoreado entre la prensa especializada norteamericana; llegó a ser incluido en la Blood List del año pasado, lista de mejores guiones de horror sin realizar.
Una de esas historias que despierta interés sin apenas contar nada, pero que tras mucho seguirla parece que, con el paso de los meses, se desvanece su proyecto en el aire.

2.- Una áspera estética heredera directa de la explotation, los western y las road movies de la década de los setenta pero con un estilo narrativo trepidante que abraza las guitarras eléctricas y deja la nostalgia para mejores ocasiones. No puedo resistirme a calificarla como una explotation punk que bien podría tener a Takashi Miike tras la cámara.

Afortunadamente su creador, John Michael Elfers, ha encontrado a los patrocinadores necesarios – probablemente miembros del mercado negro de órganos – para embarcarse en el rodaje de una cinta donde todo es pose bien distribuida: sexo indiscriminado, ración doble de “balaseras”, personajes de comic, bellas mujeres con ametralladoras, drogas baratas y violencia en estado puro.

En sus primeros estadios de rodaje no deberíamos dejarnos llevar solo por las promesas de un trailer trepidante a la par que divertido; claro que resulta imposible no dejarse seducir por esta píldora de adrenalina.

En el desierto hay vida más allá de los ochentas… y de “Perdita Durango”…