Donner Pass

Con el nombre de Donner Party se conoce a la expedición de inmigrantes que en el crudo invierno de 1846, y camino de California, fueron sorprendidos en plena Sierra Nevada por una terrible ventisca que les dejo incomunicados y sin posibilidad de marcha atrás. Ante la incipiente necesidad de comida y refugio, y el inexorable paso de los días, muchos de los componentes del grupo cayeron en la locura y el canibalismo.

En la actualidad, siete jóvenes se alojan en una cabaña dispuestos a disfrutar de un prometedor fin de semana de esquí, sexo y alcohol. Para ellos la leyenda del Donner Party es tan solo una historia de horror que contar alrededor de una hoguera. Pero cuando uno de los componentes del grupo aparece, no únicamente muerto, sino con la mitad de su cuerpo devorado, el resto de supervivientes deberá afrontar la posibilidad de que la leyenda sea más real de lo que jamás hubieran imaginado.

El primer párrafo de la sinopsis que acabais de leer lo he extraido, palabra por palabra, de una antigua noticia que os ofrecimos en este mismo blog acerca de la película Necrosis. En aquella ocasión dirigía el evento un tal Jason Stephens y en el trailer aparecía el siempre bievenido careto de Michael Barryman.
Donner Pass, la película que hoy os traemos, está dirigida por Elise Robertson y que yo sepa el bueno de Barryman no aparece por ningún sitio. Y os cuento todo esto porque, a la vista de sus argumentos prácticamente clónicos, he tenido serias dudas acerca de si la mencionada Necrosis y Donner Pass eran o no la misma película.

En fin, parecidos más que razonables al margen, Donner Pass parece ofrecernos un survival gélido, violento, juvenil y con la vista puesta en el pasado (por lo visto se recrean imágenes de la mencionada Donner Party). Yo de momento le echaré un vistazo a Necrosis.