Open Grave

El recurso de la amnesia ha dado mucho, muchísimo, de qué hablar a la hora de narrar historias. Ha sido durante años la coartada más manida para desarrollar tramas en los videojuegos. En el cine ha tocado todos los géneros: desde la acción de Bourne a la comedia de Colega ¿dónde está mi coche? o Resacón en las vegas, el drama en Anastasia o París Texas… la lista es interminable. Pero si hay un género en el que esto de la falta de recuerdos ha hecho estragos es sin duda en el suspense y el terror: Desde el bloqueo de la protagonista de La escalera de caracol a Marnie la ladrona o “Recuerda ambas de Hitchcock, en referencia a títulos clásicos, a La noche de los cristales rotos, Memento, Mentes en blanco, Saw o Pamdorum en títulos más actuales a los que se suma, como ya podéis imaginaros, la que hoy nos ocupa.

John (Sharlto Copley) despierta en plena noche en el interior de una piscina que, plagada de cadáveres en descomposición, hace las veces de enorme fosa común. John no recuerda quién es ni ninguna otra cosa de su vida anterior a ese momento. Cuando se refugia en una casa cercana descubre un grupo de personas que como él acaban de despertar de un trance sin recordar absolutamente nada. Entre recelos y misterios el grupo comienza a explorar los dominios de la casa, que se encuentra en medio de ninguna parte, y a descubrir que están rodeados de individuos afectados por una extraña locura.

El madrileño Gonzalo López-Gallero vuelve a la carga con un reparto internacional en una producción rodada en inglés y con el aroma genuino de cine norteamericano. Y demuestra nuevamente que sabe manejarse en los códigos visuales y sonoros del suspense a la manera USA, con una batería de planos de manual, líneas argumentales en paralelo y un flashback final pretendidamente sorprendente que trata de alucinar al espectador y colocar todos los misterios en su sitio.

Con todo lo dicho podéis imaginar que Open grave viene a ser una suerte de Mentes en blanco con un trasfondo de terror en lugar del policíaco que nos ofrecía la segunda. Los personajes irán descubriendo cosas que configurarán sus personalidades y el lugar que ocupan en el puzzle de la acción. Por otro lado no tendremos claro quién será el bueno ni quién el malo en toda la historia y el espectador andará, igual que los personajes, a merced de los giros del guión sin saber por dónde va a ir la historia.

Como suele pasar con este tipo de cintas la película viene a ser una partida de póker contra el interés del espectador; el guión guarda astutamente sus cartas hasta el final donde apuesta el todo por el todo. Desgraciadamente, al menos en mi caso, el resultado no llega a compensar ni a justificar tanto misterio ni tanto giro: Open Grave se preocupa tanto por la sorpresa que termina por descuidar el viaje hasta ella, convirtiéndolo, tras los primeros minutos de presentación, en un compendio de escenas inconexas mal o nada hilvanadas entre sí. Se explora antes la zona circundante que la propia casa, los personajes aparecen y desaparecen de la acción a capricho del guionista y en detrimento de la trama… todo muy irregular.

La dirección de actores y la puesta en escena logran crear una atmósfera de misterio y tensión que ayudan a paliar los problemas del guión. También los efectos de maquillaje de los “infectados” son notables… una lástima que no fuesen acompañados de algún susto y que sus intenciones sean algo secundario en la trama y no el motor de la misma…

Personalmente todas las cintas anteriores de Gallego me han parecido muy interesantes, y ésta que nos ocupa me resultó decepcionantemente mediocre… pero es mi opinión; otros compañeros de esta web la incluyen en su lista de lo mejor del 2013… cuestión de gustos.