H0US3

Las nuevas tecnologías son una gran baza a la hora de generar terror gracias a todo lo que nos queda por avanzar, y sobretodo descubrir, sobre ellas. Esta es, de manera absolutamente literal, la baza con la que juega H0US3. La ópera prima de Manolo Munguia, que, bajo la apariencia de la enésima cinta de terror vía móvil, esconde un trabajo de dimensiones prácticamente minúsculas, pero con ganas de ofrecer una amplia visión sobre el tema.

Un grupo de antiguos compañeros de la universidad de informática reciben la llamada de Rafa, para reunirse todos en su casa de la montaña y recordar los viejos tiempos. Entre anécdotas y debates tecnológicos, en los cuales casi todos son especialmente diestros, el anfitrión confiesa que ha conseguido desencriptar uno de los archivos más secretos de internet. Su contenido, una aplicación de realidad aumentada con propiedades nunca antes vistas, les llevará a plantearse debates morales sobre los límites de la seguridad en la red, y les permitirá descubrir también la cara más peligrosa y terrorífica de las nuevas tecnologías.

Estamos ante un producto de presupuesto ajustado, y salta a la vista que este adolecerá de todos y cada uno de los tópicos de esta clase de producciones, en las que suelen primar más las intenciones que las victorias. Sin embargo, gracias a lo interesante de su propuesta, creo que H0US3 se sitúa algo por encima de la mayoría de subproductos de este calibre que nos suelen llegar.

De buenas a primeras, la película escoge muy bien sus referentes. Propuestas de ciencia ficción y terror de nueva horneada que juegan a lo mismo: el guion. Siendo las dos principales, y más claras, Coherence y La invitación. Ambas dos eran capaces de solventar sus carencias a partir de un guion capaz de crear un ente que hacía evolucionar la historia de forma no solo intensa sino también orgánica. Y es cierto que, pese a sus aspiraciones, H0US3 no consigue esta sensación de vida en pantalla tan potente, debido a un exceso de teatralidad en su guión, y a la disparidad entre las interpretaciones. Algunos de los actores están realmente bien. Sin embargo otros, algunos de los cuales juegan un papel demasiado importante como para permitirse esto, pecan de un exceso de teatralidad. Posiblemente contaminados por un texto demasiado literario y sin opción a la improvisación. Especialmente destacables, pero, son las interpretaciones de Miriam Tortosa y Cristina Raya, que elevan interés de un espectador que deprende, casi exclusivamente de los personajes.

Desde luego, esta es una película de texto. Podría hacerse con ella una muy interesante obra de teatro. Y pese a ser excesivamente explicativa en algunos momentos, también es cierto que esa es precisamente su principal arma a la hora de crear interés. La explicación y el tecnicismo (indiferentemente de que este funcionase fuera de la película, si lo hace, y muy bien, en el universo de la misma) de los elementos clave que conforman el guion hacen que el espectador ansíe conocer más, y por tanto saber cómo va esto a evolucionar. El desconocimiento de muchos, pero a la vez lo interesante de una temática tan jugosa como son las nuevas tecnologías, dispositivos y gadgets e internet en la vida cotidiana crean una cercanía con el público que atrapa y a la vez genera temor y tensión por si sola. Y precisamente en esta necesidad de explicar y descubrir es donde vive el alma de la película. El tópico tecnológico evoluciona a medida que los hechos se van desenmarañando y no se queda en un mero telón de fondo. La necesidad de ahondar y detallar en los entresijos de una temática que ya de por si genera interés al 90% de los espectadores, consigue que H0USE3 termine convirtiéndose en un entretenimiento potente, capaz de generar además preguntas realmente interesantes.

A su vez, su tratamiento en forma de thriller con tintes sci-fi, la hace funcionar también mucho mejor de lo que lo hubiese hecho en caso de entrar directamente en los terrenos del terror propio, cuyo material gráfico a veces puede inspirar. El terror subyace precisamente en la mera posibilidad, y no en acciones presentes. Esta terrenalidad (pese a desaparecer a partir de cierto momento de la película) ayudan a que nos mantengamos mucho más unidos a una historia que, como digo, genera más interés con las preguntas que con las respuestas.

Desde luego, es de aplaudir que estos proyectos sigan saliendo adelante. Independientemente de sus intenciones, calidad, temática o género. El cine independiente y/o de bajo coste es un milagro en sí mismo, y siempre es motivo de celebración que proyectos e ideas terminen viendo la luz tras el arduo trabajo que representa su creación.