Siempre he pensado que ver películas de terror (en realidad, de cualquier género) con expectativas altas es como una lotería: o te toca el premio (y cuando te toca, te toca a lo grande) o tienes que seguir jugando con la esperanza de que el premio no llegue muy tarde.
Digamos que con ”Little Deaths” tendré que seguir jugando… Era una de mis grandes apuestas para este año, porque, a priori lo tenía todo: SANGRE Y SEXO y ya solo con eso había llamado mi atención poderosamente (soy una persona muy básica, lo admito).

“Little Deaths” son tres historias cuya premisa se basa en lo retorcido del sexo y la muerte, viene del Reino Unido y nos sedujeron con unas imágenes promocionales impactantes, ¿qué es lo que podía salir mal? La respuesta es clara, lo que podía arruinarla (y de hecho así ha sido) es que terminara siendo un cúmulo de esos lugares comunes a los que me refiero en el título de esta reseña.

Cody, Q y Elroy son colegas hasta la muerte y miembros de una familia de moteros que remonta sus andanzas desde los sesenta. A estos chicos les gusta el sexo, la violencia, el crimen y las motos rápidas; pero aun les gusta más volver a casa para pasar el cumpleaños de su madre con la familia y el resto de la “crew”.

En la vieja casa perdida en el bosque, sede de tantas y tantas fiestas, los delincuentes habituales ahogan las penas en el bourbon derramado entre los senos turgentes de las strippers. Todo el mundo se relaja menos Cody, que se come los nudillos viendo como su ex-novia se lo monta delante de todos con el primer idiota que ha encontrado

1.-Dr. Adam and Mr. Mason

1.-dametodoloquellevasoterajocabrón:

1.-TE PUEDE PASAR A TÍ

1.-ESTOS JÓVENES DE HOY EN DÍA…