Artistic Metropol

Que Ángel Mora y su socio Héctor García adoran el cine es algo que se nota nada más entrar en su sala, algo que se desprende en el primer apretón de manos o al iniciar un intercambio de palabras. Es desde esa adoración, desde el pasarse media vida orbitando alrededor de sueños a 24 fotogramas por segundo desde donde nace Artistic Metropol, una pequeña sala de cine que es mucho más de lo que en apariencia podría imaginarse.

Situada a cinco minutos de la Puerta de Toledo, cerca de otros referentes culturales y contraculturales de Madrid como “La casa encendida”, el museo Reina Sofía, el edificio de “Tabacalera” o el “Matadero”, este nuevo espacio lleva, desde el 12 de octubre del pasado año, sorprendiendo y entusiasmando con sus propuestas y proyecciones. Su inocente pantalla ya ha sido mancillada (en el mejor de los sentidos) por nombres como Romero, Fulci, Naschy, Bava, Jess Franco, etc… “Yo soy de Sitges y he vivido mil festivales, de hecho mi socio y yo nos conocimos en uno de ellos hace mil años” Comenta Ángel: “nuestra sala bebe mucho de ese espíritu, de esas proyecciones donde el público es activo, donde hay presentaciones, lecciones magistrales, donde se descubren títulos o se reencuentran otros”.

Como podéis imaginar el Metropol tiene especial querencia por el fantástico, pero también por los títulos invisibles, tapados o directamente no distribuidos que, año tras año, duermen el sueño de los justos y que, con frecuencia, tienen calidad y maneras muy superiores a lo que se proyecta en las salas tradicionales. “Personalmente el concepto de los multicines me horroriza: entrar en la sala, ponerte un montón de anuncios, luego la película y tener a un tipo al lado, cinco minutos antes de que termine, con el carro para que salgas cuanto antes y entren los siguientes… Aquí tratamos de ser cercanos, de disfrutar con nuestro público, incluso jugar con ellos y darles la opción de decidir qué película quieren ver dentro de un maratón, qué título les gustaría ver… Su opinión es importantísima.”

Mientras charlábamos no podía dejar de acordarme de los míticos, y ya desaparecidos, cinestudios de Madrid: El Fantasio, el Regio, el antiguo Ideal… pues bien, la Metropol es una suerte de reinvención al nuevo siglo de esas salas. Un espacio moderno que cuenta con su propio videoclub, una tiendecita de merchandising y de libros de cine y, finalmente, una pequeña sala de cine con 80 butacas la mar de confortable. Hasta ahora y en sus 3 meses de vida se han proyectado títulos tan variados como las españolas O apostolo, El muerto y ser feliz o El último fin de semana, la coreana Nameless ganster (que desde aquí os recomiendo), el magnífico documental Project Nim o el extraño Pepón es guay, terror francés del bueno como A l’Interieur o Martyrs, entre otras muchas joyas. “También apostamos por el Maratón, nos encanta y la verdad es que a nuestro público también. El último, “Midnight storys”, reunía películas de historias cortas como “Creepshow”, “Las 3 caras del miedo” o “VHS”. Próximamente proyectaremos uno llamado “Clasificado S” con cintas que en su momento sufrieron la “S” por lo violento de su propuesta y el remake de I spit on your grave.

Pero las intenciones de este espacio van más allá de la mera proyección: la sala también será lugar para cursos de cine, conferencias y presentaciones. Además cualquiera puede tener acceso a ella mediante un alquiler realmente económico, traspasando así la funcionalidad de la sala tradicional. Incluso, en un futuro, tienen intención de distribuir y promocionar algunos títulos. Vamos, que si la cosa funciona Artistic Metropol tratará de adaptarse a la nueva corriente de ver, hacer y mostrar cine, algo muy de aplaudir en los tiempos que corren. Conscientes de la crisis y de que hay que atraer de nuevo al público a las salas, los precios de sus pases son bajos (los estrenos cuestan tan sólo 6 euros y unas palomitas 2 euros).

Aunque el Metropol prefiere el cine en versión original, dada la poca aceptación que tenemos en España por el mismo, siempre que se puede se alternan pases en versión original subtitulada con versión doblada. Y, como hasta ahora la cosa va funcionando, no descartan ampliar el número de distribuidoras con las que colaboran y llevar a su pantalla obras como A serbiam film o, ¿quién sabe?, Cabin in the woods… Sólo de pensarlo a éste que os escribe le da un hormigueo…

Otra propuesta bonita es la numeración de sus butacas: “Tenemos 80 asientos y la intención de personalizar cada uno de ellos con nombres de personajes importantes en esto del fantástico español, el primero ha sido Paul Naschy y hace unas semanas su hijo acudió a un acto en el que bautizamos uno de nuestros asientos con su nombre. Esperamos que pronto se le sumen otros muchos.”

Lo dicho, tanto si vives en Madrid, como si vienes de visita, esta sala merece la pena y puede llegar a ser lugar de peregrinación para todos los que amamos el cine, con sus sueños y sus pesadillas.