El Mejor

Con el nombre de Jordan Peele como reclamo principal y con Marlon Wayans en un divertido papel entre el elenco, el director Justin Tipping lleva a cabo lleva a cabo una película peculiar. A caballo entre el terror psicológico de carácter deportivo y una historia de superación personal, Him puede llegar a revolverte las tripas durante muchas de fases, con elementos tan crudos con entretenidos, pero también en otras puede resultar algo repetitiva y carente de un espíritu competitivo, nunca mejor dicho, que puede quedarse corto. 

Mentaba a Wayans, no solo por ser uno de los archiconocidos intérpretes de Scary Movie, sino porque realmente, él lleva casi todo el peso de la película. Cuando se encuentra en pantalla todo funciona, con una actuación histriónica, tan inclasificable como tenaz, consigue divertir al personal dotando a la cinta de un carácter más que necesario en una producción tan en tierra de nadie como sería El Mejor. De más a menos, la atmósfera elitista que respira se va encontrando con una puesta en escena que explora el conflicto del verdadero protagonista de la historia, un Tyriq Withers al que da la sensación, que le falta camino por recorrer para llegar a conmover al espectador más exigente. 

Aun así, los paralelismos que exhibe con el filme de su productor Get Out, trasladados al mundo del deporte profesional, se tornan más que interesantes, llevando los problemas raciales a la obsesión enfermiza ya no solo por destacar, sino por ser el emblema de la disciplina donde nuestro protagonista se encuentra. Una única premisa, con potencial, que no se pierde en subtramas absurdas, pero que no muestra una evolución emocional coherente en el personaje de Withers, ya que durante la segunda parte de la película todo parece embalarse para llegar a lo que parece que más entusiasmo tienen en mostrarnos a toda costa; su final. 

Un final que si es un absoluto desfase. Un festín caótico con gore y diversión por doquier, pero que deja el conjunto vacío. Tomándose más su tiempo, la cinta habría podido profundizar más en el verdadero mensaje que quiere enviar, que con todo, lo envía, pero tal vez de una forma más superficial a la que, da la sensación, el director quería exponer y termina quedándose en un pasatiempo más con fecha de caducidad en nuestras cabezas, que siendo un pequeño clásico contemporáneo como la ya mencionada Get Out o Us. 

En resumidas cuentas, confusa pero atrayente. No termina de encajar en lo que realmente quiere contar entre surrealismo y la crítica al mundo de la alta competición.