Horns
A Harry Potter le salen cuernecitos

Tras la muerte de su novia en extrañas circunstancias, al joven Ig Perrish le crecen unos cuernos. Cuando descubre que los cuernos obligan a la gente a confesar sus pecados y sus deseos más ocultos, Ig decide que es momento de descubrir la verdad que se esconde tras la muerte de su novia.
Vale… reconozco que lo de ver al bueno de Daniel Radcliffe con cuernecitos y sufriendo por la pérdida de su novia, de entrada no me atraía en exceso. Pero a poco que empecemos a arañar la superfície de Horns el asunto gana en interés a marchas forzadas. De entrada Horns se basa en el bestseller homónimo de Joe Hill (cuyo nombre real es Joseph Hillstrom King, hijo del insigne Stephen King), de quien un servidor tuvo la oportunidad de disfrutar, hace ya algunos años, de su extraordinario debut El traje del muerto (y me muero de ganas de hincarle el diente tanto a Horns como a su última novela, NOS4A2, que pronunciado en un correcto inglés del que no dispongo, vendría a decir algo así como “Nosferatu”). Por otro lado mi comentario inicial sobre Daniel Radcliffe se me antoja algo injusto. Al fin y al cabo Potter ya hizo sus pinitos en el género en la correcta La mujer de negro, donde el muchacho cumplía - sin más – con su cometido. Además contamos con la aparición de la siempre deliciosa Juno Temple, que estuvo superlativa en la reciente Magic, Magic.