Friday The 13TH (La Saga)
Jason Voorhees, Un Tío Con Suerte.

Viernes 13 es un rip-off de manual: copia los rasgos más importantes de dos obras predecesoras, pero ofrece las suficientes variaciones al espectador para que su visionado resulte placentero. El argumento es de sobra conocido: tras los asesinatos de dos monitores, el campamento Crystal Lake permanece cerrado durante diez años, hasta que el joven Steven Christy (Peter Bouwer) se decide a reabrirlo. Cuenta con la ayuda de seis monitores, entre quien se encuentra Alice (Adrienne King). Al primer día de preparación no sobrevivirán todos…
Dos años antes, en 1978, La Noche de Halloween había hecho saltar las taquillas. Era una película barata y con un argumento fácilmente trasmutable a cualquier otro entorno. Sean Cunningham, siempre presentado como alguien con mayor ojo comercial que talento, fue quien se llevó el gato al agua en cuanto a las imitaciones de la obra de Carpenter: un anuncio en la revista Variety le dio la financiación necesaria, y una agresiva campaña de márketing calentó el ambiente hasta el día del estreno. Las cifras fueron de fábula.
Viernes 13 es, sobre todo y por encima de todo, la película-enciclopedia del slasher. Normalizó y reguló las reglas que regirían el subgénero durante más de dos décadas. Si bien Carpenter utilizaba el sexo y el entorno sin adultos para acentuar la sensación de peligro cerniéndose sobre los adolescentes, así como un modo subterráneo de explicar el porqué del horror al que se enfrentaban esa noche, Cuningham lo convierte en ley escrita, lo mecaniza y lo vacía de signficado al apegarlo demasiado a los motivos del asesino: ya no es una clave soterrada, es el porqué de la ira de Voorhees.