Mega Shark vs. Kolossus
Subiendo la apuesta

Buscando nuevas fuentes de energía, Rusia despierta accidentalmente al Coloso, un robot gigante construido durante la tensión de la Guerra Fría. Al mismo tiempo, aparece un nuevo “mega tiburón” amenazando la seguridad mundial. Ahora el mundo debe encontrar la manera de detener a los mortales titanes antes de que destruyan a toda la humanidad.
Me dicen diez años atrás que una productora iba a triunfar, dentro de ciertos límites, estrenando una película protagonizada por un tiburón cabalgando un tornado y no me lo hubiese creído ni de coña. Si estuviésemos hablando de una saga que alcanzase la cuarta entrega, teniendo como mayor atractivo a un tiburón gigante hecho por ordenador, pues hubiese brindado ebrio porque semejante sinsentido nunca se convirtiese en realidad. Y, sin embargo, aquí estamos: hablando de “Mega Shark vs. Kolossus”, una película que narra el enfrentamiento de un tiburón grande como un rascacielos contra un coloso mecánico creado por los rusos durante la guerra fría. Quizás no sea el mayor pecado semejante argumento, sino su realización: un festival de efectos CGI donde todo vale pese a que los resultados parezcan antes el resultado de un mal viaje de ácido que una película comercial. “The Asylum” lo ha vuelto a hacer, utilizando como cebo a Chris Ray, hijo del reconocido perpetrador de basura fílmica Fred Olen Ray, han conseguido pescar una auténtica locura que castigará higadillos ajenos el próximo siete de Julio. Ya lo sabéis, carne de cañón para el canal SyFy, un digno intento de entretenernos a base de chorradas como un piano.