El jefe yakuza Kamiura es una leyenda. Se rumorea que es imposible de matar, pero esas leyendas ocultan la verdad: ¡él es un vampiro! Kageyama es uno de los más leales miembros de la banda de Kamiura, sin embargo, es menospreciado por los otros miembros del clan debido a su sensible piel, que le impide ser tatuado. Un día, un grupo de yakuzas extranjeros acaba con el jefe del clan desmembrándolo, pero con su último aliento, Kamiura transmite sus poderes a Kageyama, iniciando con este legado una espiral de venganza que podría poner en peligro la misma existencia humana.
No creo que a estas alturas, y en esta web, merezca la pena repasar la carrera y logros del maestro Takashi Miike (tenéis un par de ensayos publicados en castellano que estudian su figura con profundidad); a unos les gustará más su cine y a otros menos, pero nadie podrá negar su capacidad para crear cine espectáculo, unas veces más arriesgado y otras deliciosamente ridículo. Bien, parece que Miike vuelve con otra cinta descabellada de yakuzas, género que hasta cierto punto revolucionó con la trilogía “Dead or Alive”, “Gozu” y otras obras menores, pero igual de divertidas, como “Fudoh” o “Full Metal Yakuza”. Como no podía ser de otro modo, tendrá su estreno en España dentro del marco del festival de Sitges, el cual ya sabemos que rinde pleitesía absoluta y merecida al maestro nipón. ¿Y cómo es esto? Pues mezcle yakuzas, tatuajes místicos, samuráis, vampiros, ranas, súper héroes y humor pueril marca de la casa para fabricar una cinta de puro entretenimiento a la que la prensa especializada ya ha vapuleado ligeramente, tildándola de superficial. ¿Qué queréis que os diga? No creo que Miike tenga que demostrarle nada a la crítica, este señor entiende el negocio como una vía de escape a la realidad, y desde aquí lo aplaudimos sin tapujos.
La distribución norteamericana ya está asegurada para el día 9 de Octubre, aunque sigue siendo una incógnita si el nuevo trabajo del rey del “asian extreme” podrá disfrutarse en nuestro país. En lo personal me emociona ver que Miike regresa poco a poco, aunque con menos fuelle, a la producción fantástica – “Lessons of Evil”, “As the God’s will”, “Over your dead body” -. A vosotros, sólo os queda disfrutar del tráiler que promete acción a raudales, no en vano encontramos entre los actores a Yayan Ruhian, el “bigotitos” desgreñado que se dedicaba a repartir estopa en “The Raid”.
Gracias, Miike.
Vuestros comentarios
1. 11 sep 2015, 21:02 | Mr Zombie
Tiene muy buena pinta, pero de ninguna manera es la asiatica en este año mas esperada por mi, y tampoco sera la mejor asiatica que se proyectara este año en Sitges ni de lejos. Eso si, ganas de hincarle los dientes sin duda
Saludos.
2. 15 sep 2015, 12:13 | kallau
Mr Zombie, no se si ha sido por hacerte el interesante, pero me has dejado con muchas ganas de saber cual es la cinta asiática mas esperada y la mejor que se estrenara en Sitges…
3. 15 sep 2015, 13:53 | Mr Zombie
Kallau, nada de hacerme el interesante, esperate que salga el avance de Sitges, creo que no se tardara mucho en publicar, al menos antes que comience el festival, pero te adelanto que hay una pelicula que se llama Coin Locker Girl que me parece una maravilla y por lo que a mi respecta Yakuza Apocaliyse no puede superarla con su propuesta Miike siglo XXI, que ya no es aquel que hacia cosas como Audition o Visitor Q.
Aparte tenemos otros titulos como Ludo, de la que muchos que la han visto hablan de sorprendente, o Parasyte, una peli que es de lo mas divertida. Hay mas incluidas, las nuevas de Sono “ganador de la maquina del tiempo” Sion, pero no son muy esperadas por mi, ya que lo alejan de sus mejores titulos.
Y conste que la de Miike me apetece un monton, pero dale una oportunidad a la de Han jung-hee y luego hablamos.
Un saludo.
4. 17 sep 2015, 10:12 | kallau
Thanks!!! Me apunto todas para seguirles la pista.
5. 06 ene 2019, 10:21 | Chris
Takashi Miike se ha vuelto a liar la manta a la cabeza y ha hecho lo que le ha salido de los mismísimos cojones.
Pero él es así: este cineasta disfruta haciendo el cine que quiere, y, encima, tiene público…¡quien fuera él! Esta vez vuelve a su añorado género de yakuzas con el que tantos títulos facturó en la década de los 90, algunos de ellos siendo los mejores de su filmografía, pero dándole una vez más la vuelta y ahora introduciendo un elemento muy importante: la fantasía y la ciencia-ficción.
¡Y vaya revoltijo el que se arma! Tenemos, efectivamente, yakuzas, vampiros, asesinos a sueldo, seres de otro mundo, cazavampiros a lo Van Helsing. Miike se pone de lo más irreverente queriendo regresar, quizás, a su cine más disparatado, incoherente y donde lo más importante es pasar un buen rato.
Lo malo es esa irregularidad que impregna los films de este hombre, ya que, en este caso, tras una decente y tramposa presentación de los personajes (tramposa porque parece todo muy normal hasta que a Miike se le va la olla), en los primeros 20 minutos, el ritmo de algún modo decae entre diálogos insustanciales, algo confusos, algo infantiles y actuaciones bastante exageradas (buf, no soporto a Hayato Ichihara, de verdad), aunque la historia es tan libre, tan experimental y autoparódica que te atrapa de un modo extraño.
Es como si te hiciera tener el sentimiento de querer verla hasta el final pero, al mismo tiempo, deseando que se acabe. Y sobre todo gana enteros por eso, porque ningún otro director habría tenido lo que hay que tener para llevar tal despropósito a la gran pantalla (¿quizás Robert Rodríguez?, ¿Edgar Wright?), mezclando tanta violencia, artes marciales, una acción de lo más bulliciosa, un extraño “spaguetti western”, una aventura y fantasía muy a lo anime de Gainax, un humor muy tonto y bizarro (¡ay, lo de la rana, por el amor de Dios!) y un puñado bien grande de invención e impacto visual.
¿La mejor de Miike de esta última década? Ni pensarlo. ¿La mejor de Miike del año 2.015? Para nada. ¿Quizás una de las más entretenidas de su carrera? Las hay mejores. Pero su apuesta tan arriesgada e imaginativa hace que el mérito sea mucho mayor.
Con esto uno puede fácilmente llegar a la conclusión de que Miike hace películas para él (que es así casi siempre) y para sus fans, y cuando le da la real gana; ésta, sin duda, para conectar con su lado más infantil y despreocupado, al igual que hizo con “Yatterman”, “Ninja Kids” o “Zebraman”.
Una cosa está clara: se lo tuvo que pasar pipa rodándola.
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