Headshot

Esta va a ser una reseña más larga de lo normal. Hay bastantes cosas que contar acerca de Headshot y muchas referencias importantes que mencionar y que apuntan hacia The Raid: Redemption y The Raid 2: Berandal. Y no porque sean películas que tengan nada que ver entre sí —Headshot no pertenece a la saga creada por Gareth Evans—, pero sí comparten, sin duda alguna, un mismo estilo. Además, inicio la reseña con una pequeña sorpresa que ni yo mismo hubiera imaginado el día que dije lo que dije acerca de The Raid 2: Berendal, por lo que toca refrescar la memoria y recuperar un comentario que data del día 6 de agosto de 2014, cuando aún no se conocía la existencia de un proyecto como Headshot:

“Gareth Evans debe abarcar otros proyectos para seguir una trayectoria que empiece a alejarle del continuismo. Es lo que quiso hacer Peter Jackson para con El Hobbit y de esa manera no acabar quemado con tantas pelis acerca de una misma historia…, aunque al final tuvo que encargarse él del proyecto. No estaría mal que para una hipotética The Raid 3 sonase el nombre de Timo Tjhanto como director; creo que lo haría muy bien.”

Pues finalmente no ha sido con una hipotética The Raid 3, pero Headshot es tan parecida a la saga de Evans que en realidad tan solo cambia el título y la esencia de la historia, pero compartiendo un estilo prácticamente idéntico. Mismo protagonista, escenas de acción y artes marciales francamente contundentes, y todos aquellos elementos que hicieron sobresalir a The Raid del resto de sus competidoras.

La reseña de The Raid: Redemption –en España la conocimos como “Redada Asesina“– se publicó en Junio de 2012 de la mano de nuestro compañero MASP, que le otorgó a la película una puntuación de 98 sobre 100. Eso, hoy día, sería un cinco estrellas; una calificación que comparto porque a mí, como a tantos otros, me encantó The Raid: Redemption. Su secuela, The Raid 2: Berandal, salió reseñada por un servidor en agosto de 2014, con una puntuación de 3.5 sobre 5 —en aquella época teníamos ya establecido el método de puntuación de 1 a 5—. Esta secuela no me pareció tan buena como su predecesora por las razones que ya expliqué en su día, y por esa razón acabé restándole 1.5 puntos de la nota máxima —aunque hubo mucha gente a la que esta segunda entrega le gustó mucho más que la entrega original—. Os comento toda esta historia de las puntuaciones porque vemos que Headshot tiene la misma puntuación que The Raid: Redemption, por lo cual se podría decirse que la película de Timo Tjhanto es tan buena como aquella… Pero no es así del todo. En realidad, y en mi modesto parecer, Headshot incluso corrige los diminutos detalles que no salían del todo bien en The Raid: Redemption y los transforma en algo positivo, haciendo que la película de Tjhanto sea ligeramente superior a aquella. Veremos esos matices, y también veremos como una película de cinco estrellas puede tener sus pequeños defectos y aun así conservar la máxima puntuación.

Vayamos, de entrada, a ese aspecto, en principio negativo, que sin embargo no tiene el suficiente peso como para bajarle ni media decima a la puntuación final de la película. Seguro que muchos ya habéis pensado en la interpretación de Iko Iwais, un actor de por sí inexpresivo que muestra algunas carencias a la hora de recitar frases demasiado largas. Su interpretación es muy similar a las realizadas en la saga The Raid, pero a pesar de ello se le nota que ha adquirido más dotes interpretativas, más experiencia, y que desempeña su labor de manera más efectiva. De hecho, esas posibles deficiencias interpretativas de Iwais han sido maquilladas a la perfección por esa pareja de genios tras las cámaras que son Timo Tjahjanto y Timo Stamboel.

De manera que todo, absolutamente todo, acaba funcionando en Headshot, gracias a esta pareja de directores que han sabido engranar todas y cada una de las piezas para que todo funcione a la perfección de principio a fin durante dos horas de memorable metraje.

Timo Tjahjanto y Timo Stamboel, también conocidos como The Mo Brothers, empezaron en el cine con un corto titulado Dara, que posteriormente convirtieron en largometraje bajo el título de Macabre. Ambas propuestas compartían una misma actriz, Shaarefa Daanish, y un mismo planteamiento. El cortometraje lo podéis ver íntegro en Vimeo o Youtube, con subtítulos en inglés. Luego encadenaron cuatro películas episódicas: Takut, Faces Of Fear y las más conocidas VHS 2 y The Abcs of death. De VHS 2, su episodio Safe Haven fue, sin duda, el más memorable, en una película que , finalmente, no fue todo lo buena que debió ser. Su segundo largometraje, Killers, tampoco estuvo nada mal. Pero es ahora, con Headshot, donde los Mo Brothers han puesto toda la carne en el asador y han acabado haciendo una película memorable, como lo fue en su día The Raid: Redemption.

Esta pareja de cineastas no se dedica únicamente a proponer un tipo de cine muy violento y con acción a raudales; ellos cuidan al extremo todos los aspectos que giran alrededor de sus películas, como por ejemplo las interpretaciones. Si en Macabre sobresalía la gran actuación de Shaarefa Daanish como malvada y despiadada mujer; aquí la contrarréplica nos la regala Chelsea Islan en el papel de una enfermera absolutamente arrebatadora. Por su parte, y como ya he comentado anteriormente, Iko Iwais cumple muy bien con su actuación; está mejor, interpreta mejor y lucha mejor que nunca… Está brutal. Los demás, el malvado de turno y sus secuaces, son muy eficientes y transmiten su maldad de diferentes formas. Luego comentaré un poco más en profundidad algún detalle sobre los personajes, pero de momento quedaros con esta idea: la interpretación clave es la de la genial Chelsea Islan metida en la piel de una dulce enfermera.

Headshot no solo contiene referencias a The Raid, también bebe bastante del estilo de las historias que nos contaba el siempre interesante Prachia Pinkaew, con grandes y espectaculares secuencias de artes marciales siempre acompañadas de una trama profunda. Por ejemplo, su película Chocolate, en la que la acción trepidante sirve de acompañamiento a una historia conmovedora que se refleja en un sencillo, hermoso y apasionado melodrama; elementos que comparte Headshot. Otra posible referencia sería Headshot —con la que comparte algo más que el título—, una película dirigida por Pen-Ek Ratanaruang en 2011 que trataba sobre un tipo que sufría una extraña dolencia cerebral a causa de la cual veía las cosas al revés.

Es el momento de entrar, de lleno, en la historia que nos cuenta Headshot. No haré spoilers de la trama, aunque sí citaré alguna escena concreta avisando debidamente ya que se trata de una película que, hasta el momento, poca gente ha tenido la oportunidad de disfrutar y no me gustaría estropear alguna que otra sorpresa. Entonces, retomando la historia, es como si juntásemos el estilo violento de las películas de Gareth Evans y lo trenzáramos con las dramáticas tramas de las películas de Pinkaew. El resultado es una película en la que conviven secuencias de una violencia brutal con otras absolutamente enternecedoras. La escena final de Headshot, dramática y preciosista, arrancó los aplausos de los asistentes al auditori de Sitges mientras que un servidor no pudo evitar dejar caer un sentido… “wow”.

La historia de Headshot es sencilla. Hombre despierta en un hospital, no recuerda nada, y le atiende una enfermera muy simpática y amable con la que entabla una entrañable amistad… Hasta que todo se vea truncado por la aparición de una malvada banda con la que el protagonista parece tener una antigua conexión. La chica es secuestrada y él intentará salvarla… eliminando todo lo que se cruce a su paso.

Está es, a groso modo, la historia. A partir de aquí, mucha subtrama que cuenta la relación del protagonista con la banda y como la enfermera y otra jovencita acaban siendo atrapadas por los malvados de turno. No es necesario contar más acerca de la trama, pero si comentaré algunas escenas sin entrar demasiado en detalle, de manera que, a partir de ahora, puede haber algún pequeño spoiler.

Estamos ante una película de los Mo Brothers, por lo que ya afirmo, sin tapujos, que la acción es bestial, las hostias que se reparten son de quitarse el sombrero y las luchas coreografiadas son una auténtica maravilla —la puta caña de España… aplaudo con las orejas si es menester—. Pero es que además Headshot tiene una cantidad de sangre y gore que te cagas. Cortes y laceraciones brutales acompañadas de fracturas de huesos de piernas y brazos que, escuchadas en el cine, con los sonidos que producen al partirse una tibia o un peroné, me dieron auténtico repelús; y eso que me considero un tipo curtido en mil batallas. Además, se muestra todo muy gráficamente —ya recordareis que en Safe Haven no se cortaban un pelo a la hora de mostrar escenas aparatosas— con unos puñetazos en los que se parten los nudillos contra las paredes o salvajes cabezazos contra un muro de hormigón. Hay una escena situada en un autobús que es una auténtica salvajada, con disparos de metralletas alcanzando a la gente en la cabeza, el pecho o en cualquier otra zona; todo muy explícito y lo más brutal posible. En mi opinión Headshot es mucho más explícita que The Raid en cuanto al contenido de violencia, no tengo la menor duda de ello. Otra escena muy destacable es la del protagonista peleando contra un fornido tipo de muy malas pulgas. Las hostias que se reparten entre ellos son espectaculares, alucinantes… Para verlas y disfrutarlas, a poder ser, en pantalla grande (100% recomendado). Si la vieras, en su día, en un DVD o Bluray, al menos aseguraos el gustazo de que sea en HD 1080p y con sonido DTS 5.1 —ver Headshot en un Dvdrip mondo y lirondo o algo parecido, significa perderse más de la mitad de las sensaciones y la diversión, quedáis avisados—.

Menciono un par de secuencias más, así por encima, ya que son de lo mejorcito que se ha visto en mucho tiempo en una película de acción. Prestad mucha atención a una escena entre la enfermera y un malo que la ataca, y donde la otra chica —la pequeñita— intercede; no digo más. Es una sencuencia la puta ostia de buena. La madre que parió a los Mo Brothers con lo bien hecha que está dicha escena; me conmovió y logró arrancarme aplausos y vítores. (Spoiler) En cuanto al epilogo final, casi me arranca una lagrimita con el tema del nombre del protagonista. (Fin spoiler) Si esa escena no os agrada, es que este tipo de cine no es el vuestro.

Hay muchas escenas más que podría destacar, pero no voy a hacerlo. Ojalá que podáis disfrutar muy pronto de Headshot. Si The Raid: Redemption os gustó, Headshot es, sin duda alguna, su digna sucesora. Os encantará la película si sois fanáticos del cine asiático de acción y de las artes marciales. Está a la altura de The Raid: Redemption (incluso un peldaño por encima) y sin duda se come con patatas fritas a The Raid 2: Berandal.

Volviendo a las actuaciones, Iko Iwais me ha gustado más que en otras películas; pero tampoco esperéis un gran avance. Él es como es, actúa algo mejor que en otras ocasiones, pero a veces mantiene su cara de póker habitual que le dificulta expresar sus emociones en los momentos más emotivos de la película. A pesar de todo, esa frialdad que suele mostrar el actor en su labor hay ocasiones en las que le sienta muy bien al personaje, ya que este tiene un problema en la memoria debido a un impacto de bala en la cabeza. Por cierto, el momento del disparo en la cabeza da pie a otra de las secuencias memorables de la película y a la irrupción de un personaje del que no os voy a contar absolutamente nada. Los villanos cumplen bien con su cometido, desde el tipo fornido con malas pulgas al que ateriormente hacía referencia, pasando por el karateca veloz o el erudito. Todos ellos se enfrentan al protagonista de uno en uno, en lugar de hacer bueno aquello de que “la unión hace la fuerza” y atacar todos de golpe. ¡Pero que cojones! Ver al personaje de Iwais machacarlos a todos ellos, uno tras otro, vale mil veces que ver como los despacha a todos en una sola pelea.

Quien tiene una actuación de sobresaliente, como ya he dicho antes, es Chelsea Islán, bordando su papel de enfermera atenta y cariñosa que establece una relación de amistad con el amnésico protagonista.

Impresionante, también, el apartado técnico de la película, en todos los aspectos. El sonido de los golpes, los disparos y las explosiones son geniales. Una de las escenas mejor paradas (si se ve la película en las mejores condiciones) es aquella en la que uno de los villanos tira una granada hacia la parte izquierda de la pantalla y la explosión suena en la parte izquierda de la platea del cine, y no dentro de la misma pantalla. Además, el sonido de la explosión fue increíble, no había escuchado algo tan real en muchísimo tiempo. Parecía que estabas justo al lado de la explosión y me dejó el oído izquierdo pitando de lo fuerte que sonó. El sonido 5.1, repito, es obligado si quieres disfrutar de la película y de sus efectos de la mejor forma posible.

Creo que el resumen para Headshot sería el de una película de acción perfecta en su ejecución. Una historia básica pero contada con mucho poderío, incluyendo momentos muy, pero que muy violentos, con abundancia de casquería pura y dura; pero también con instantes de auténtica emotividad que le sientan de maravilla. Los Mo Brothers se confirman, en mi opinión, como los reyes absolutos de la acción asiática actual.

“A veces el corazón puede más que la cabeza, a veces la cabeza puede más que el corazón, a veces ninguno de los dos puede, a veces el corazón y la cabeza se alían y ves esa sensación diferente. La sensación diferente hace amar esto que llamamos cine.”