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El cuco

Devuélveme la vida que me has robado

El cuco

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Mar Targarona es casi una pionera en el fantástico español firmado por mujeres. El número de estas realizadoras de cintas de género, o que han abordado una película de corte fantástico en nuestra península no llega a la veintena... aunque la cosa está cambiando. Internacionalmente, el terror dirigido por mujeres nos está dejando unas miradas nuevas a la fantasía sumamente interesantes; algo que, si se piensa, no es extraño, siendo ellas las que, generalmente, protagonizan las narraciones de este corte. En cualquier caso, tampoco es que las películas previas de Targarona sean memorables; debutó con Secuestro, thriller con guion de Oriol Paulo con sus giros marca de la casa. Le siguió un voluntarioso pero fallido drama en un campo de concentración rodado para lucimiento de Mario Casas: El fotógrafo de Mauthausen. Saltó nuevamente al género, al borde del terror, con Dos, cinta con aromas (no del todo agradables) a Saw y a De Palma. Aunque como realizadora se quede en tierra de nadie, Targarona es cómplice de cintas como El orfanato, El habitante incierto, Los ojos de Julia o El cuerpo, donde ha ejercido labores de productora. Ahora, con El cuco, salta al cine de terror puro y duro, y aunque podríamos poner muchos "peros", hay que reconocer que logra un filme entretenido y con una conclusión muy fresca dentro del subgénero en el que se inscribe, y más fresco aún para lo que es nuestra industria.

Una pareja, ella Belén Cuesta y él Jorge Suquet, deciden, semanas antes de dar a luz, darse unas pequeñas vacaciones. Por internet han localizado a otra pareja, entrañables ancianos alemanes, con los que intercambiar sus casas. Apenas pueden dar crédito cuando llegan al hogar de estos viejecitos en el corazón de la Selva Negra: se trata de un lujoso chalet, muy por encima de la vivienda céntrica que han dejado en Madrid. Como El cuco es una cinta de terror, pronto descubrirán que las intenciones de estos octogenarios son muy poco amigables y nada vacacionales. Aterrada, Anna, así se llama la joven embarazada, busca respuestas a lo que está sucediendo.

No hay mucha sorpresa para los versados en cine de terror. Cualquiera que empiece a ver El cuco se dará cuenta rápidamente de lo que trata la película y de otros títulos que se pueden emparentar con ella. Siempre digo que en estos formatos la sorpresa es lo de menos y lo más disfrutable es el viaje hasta que su predecible desenlace sucede. En este caso, y posiblemente para contrarrestar esa sensación de déjà vu, el film guarda un último acto más lúdico que levanta el resultado por encima de las expectativas que construimos en su visionado.

Targarona maneja la trama con más soltura en los acontecimientos que suceden en ausencia de la pareja protagonista. El comportamiento misterioso de los ancianos, muy cercano a las invasiones del espacio íntimo propias de Jaume Balagueró, transita por lugares menos manidos que las desventuras alemanas de Anna y su marido. Algo un tanto contradictorio si tenemos en cuenta que son ellos dos, como pareja joven e incauta, el motor de la historia. Puede que una buena parte de la culpa sea la decisión del casting, pues la costumbre que tenemos de ver a Belén Cuesta en registros más cómicos hace que, al menos a mí me pasó, tardemos en digerirla como heroína de un filme de terror. Jorge Suquet lo tiene peor, ya que su personaje es demasiado gris en su comienzo y el guion le fuerza constantemente a mantener una neutralidad que le impide como actor insuflarle fuerza.

Pero, aunque estos desequilibrios de interés son evidentes, sería injusto no señalar que formalmente el filme es más que solvente. El trabajo de cámara, las localizaciones, la construcción de las escenas, todo es de primera. Aunque he mencionado a Balagueró, también podríamos citar a Paco Plaza, el trabajo de Targarona logra entidad y profesionalidad propia y un par de escenas notables.

Concluyendo: no está nada mal. Pese a que este cuento de horror parece pasearse por el filo de la navaja y amenaza por caer en los abismos del suspenso en varios momentos, Targarona va ganando pulso a cada minuto y concluye con un buen producto de genuino cine de horror, aderezado además con alguna incorrección gamberra perfecta para amantes genuinos del terror. Un aprobado alto, aunque la película española con sobresaliente en terror dirigida por una mujer está aún por llegar.

Lo mejor: Entretiene y además de lo de siempre te regala un epílogo intenso. Lo bien que está hecho el embarazo de Belén Cuesta, parece una tripa real.

Lo peor: Es predecible y le cuesta alcanzar el ritmo preciso. Cae en muchos tópicos.


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