Hace cinco años que John Carpenter, uno de los más grandes maestros del horror de todos los tiempos pese a quien le pese, permanece en silencio como director. Su salud lo ha mantenido los últimos quince años alejado de su gran pasión: el cine. Además, siendo su última película, “The Ward” injustamente tratada por la crítica (hasta una mala película de Carpenter merece más atención que el 90% de lo que se produce hoy en día). El autor de joyas como “En la boca del miedo”, “Halloween”, “La Cosa”, “Rescate en N.Y.” o “Están vivos” ha salido de su letargo, tal vez no de la manera que muchos hubiésemos deseado. Esta primavera veía la luz una colección de canciones, 9 en total, compuestas e interpretadas por Carpenter y su hijo Cody; lo hacía además en un sello niuyorkino que ya ha se labrado un merecido nombre en los ámbitos de lo macabro e insólito: “Sacred Bones” (donde podemos encontrar desde anarchopunk hasta rabiosa música industrial pasando por un buen número de álbumes de David Lynch).

Esta colección, llamada “Lost Themes”, demuestra el gusto por la electrónica ambiental que Carpenter cultiva desde su infancia, largamente influenciado por su padre, que fue profesor de música en la universidad de Kentucky. Ecos del progresivo que marcó los primeros pinitos del director como músico, nos recuerda a las mejores composiciones del maestro, que ha demostrado siempre sus dotes y buen gusto en las bandas sonoras de sus películas (donde creo destacan por encima de otras “Rescate en N.Y.”, Asalto a la comisaría del distrito 13” y “Halloween”, sin olvidar el temazo rockero de “En la boca del miedo”). En definitiva, estamos ante un álbum irrepetible donde Carpenter nos ha dejado con la boca abierta gracias a la pureza e intensidad de sus composiciones, que aunque no tengan nada que ver con ninguna película, bien valdrían para la banda sonora de una alucinógena cinta de terror psicológico ubicada en un futuro no muy lejano.

Argumento 1.Recién divorciado de su mujer, un escritor se muda con su hija adolescente y su hijo pequeño a una casa en mitad del campo. A la hija adolescente le sienta peor el cambio que al pequeño: sus amigos quedan lejos, en el instituto se meten con ella y culpa al padre de no haber hecho nada por conservar a su madre. Conforme pasa el tiempo, el padre descubre que su hija, en realidad, no es su hija sino una pequeña psicópata dispuesta a acabar con todos sus enemigos.

Argumento 2.Recién divorciado de su mujer, un escritor se muda con su hija adolescente y su hijo pequeño a una casa en mitad del campo. A la hija adolescente le sienta peor el cambio que al pequeño: sus amigos quedan lejos, en el instituto se meten con ella y culpa al padre de no haber hecho nada por conservar a su madre. Pero la chica descubre una zona cercana a la casa, un montículo, que ejerce una extraña atracción sobre ella, y va poseyéndola poco a poco…

Con mucho misterio nos llega el debut tras las cámaras de un casi desconocido Ian Clark, montador en la majestuosa Distrito 9. Vértigo films distribuirá el próximo 2011 esta nueva cinta británica rodada siguiendo el libro de estilo de Paranormal Activity y cuyo título hace referencia directa a las cobayas, esos roedores tan usados por la industria farmacéutica. Pero esta vez, las cobayas serán interpretadas por humanos, lo cual veo más interesante.

La historia, que cuenta como ocho individuos se someten a un experimento medico controlado que acaba irónicamente descontrolado, será narrada mediante las grabaciones subjetivas extraídas de las cámaras de seguridad del centro donde se desarrolla el experimento. A pesar de ser un efectismo que tampoco despierta especialmente mi cinefilia, os reconozco que el trailer me ha dado bastante “miedito” y que puede alzarse como película de tapadillo del año que viene. De momento me parece que su primer artwork es realmente inteligente y preciosista (esa caja de medicamentos como póster promocional… impagable). Deberían continuar con la táctica de proporcionar poca información, en la ignorancia se estimula la imaginación…

Circle cuenta la historia de James Bennett, un sociópata que, tras comenter una serie de brutales asesinatos, escapa de un hospital mental de máxima seguridad. El FBI y los U.S. Marshalls unen sus fuerzas para lograr atraparle. Por desgracia, James ha regresado al barrio en el que pasó la mayor parte de su infancia, justo cuando seis desdichados estudiantes pululan por la zona estudiando su caso para incluirlo en una tesis doctoral.

Ty Jones escribe, dirige y protagoniza Last Breath, thriller independiente que cuenta la historia de un matrimonio, padres de un hijo, inmersos en una terrible crisis de pareja. Un extraño, que parece tener cuentas pendientes con ambos, les encierra y les obliga a tomar una serie de decisiones que implicarán la supervivencia de la familia o su total aniquilación.

Pese a que algunas imágenes del trailer puedan hacernos pensar que estamos ante uno más de la larga lista de torture-porns que ha parido el mercado independiente USA en los último tiempos, lo cierto es que las primeras reseñas aparecidas de Last Breath (todas ellas de signo muy positivo) apuntan hacia un thriller psicológico intenso, que explora los recobecos más oscuros de la naturaleza humana, y cuyas prestaciones están muy por encima de lo que viene ofreciéndonos el género de torturas.

Una niña con alas de ángel: una imagen poética y tétrica a la vez.

A comienzos de octubre, vi en la Fnac del centro de Madrid que había salido a la venta la novela de David Peace Red Riding, The Year of Our Lord 1974, primera de las cuatro en las que se basa esta miniserie de tres películas. Y no hace mucho, en el suplemento literario de El País, se hablaba de la misma. Espero que no pasen desapercibidas, así como que algún canal de televisión se encargue de emitir su versión audiovisual. Si no, siempre queda Amazon o cualquier otra vía, porque vale la pena acercarse a ellas.