Havana Darkness

Cuando el historiador Carlos Carrasco entra en posesión de un manuscrito, que cree haber sido escrito por el gran Ernest Hemingway durante su estancia en La Habana, se embarca en un viaje desde Nueva York con sus dos amigos íntimos, John y Karen, a la bulliciosa isla caribeña en un intento de probar la autenticidad del manuscrito.

A medida que profundiza en los misterios detrás del manuscrito, descubre una sección en el libro que detalla una serie de horribles asesinatos que tuvieron lugar hace muchos años, en un edificio sombrío dentro del corazón de la ciudad: la Casa del Asesinato. Regentada por una organización internacional que vende a sus clientes la excitación de la caza, la persecución del hombre. Carlos y sus amigos parecen haber sido los nuevo elegidos para el juego.

¿Puede considerarse un honor el ser la primera película de terror rodada en tierras cubanas en inglés? No creo, demasiado específico. Pero sí es cierto que “Havana Darkness” avala un cambio de tendencia que muchos estábamos esperando. Por mucho que le joda al imbécil de Willy Toledo, Cuba quiere apuntarse al liberalismo económico, desde luego mejor que vivir en una rancia dictadura comunista, sin que tampoco sea la opción óptima: todos sabemos que el capitalismo mostró sus costuras hace muchos años y es necesario un cambio en el sistema político llamado “democracia”. Pero no entremos en política; el terror de hoy, una coproducción entre Bulgaria y Estados Unidos, para más exotismo, intenta revestirse de leyenda, la de Hemingway, para ofrecernos un cuento de miedo sobre la fascinación del ser humano por la muerte. Esta vez, y aquí acusamos una fuerte falta de originalidad, la curiosidad viene provocada por la celebración de unos juegos donde víctimas inocentes son perseguidas contrarreloj para darles muerte. ¿Os suena?
Sin embargo, lo gracioso del tema está en que La Habana es el marco geográfico de la acción. Y digo gracioso porque a pesar de que el comunismo iba a igualar a todas las clases sociales, en uno de sus centros neurálgicos, Cuba, los ricos siguen matando a los pobres. ¿Una metáfora o la cruda realidad?

Casi un millón de dólares es el presupuesto con el que ha contado el director Guillermo Iván, atractivo cubano con sólidas tablas en lo que a actuar se refiere: “En el punto de mira”, “Sin retorno”. Su más ambiciosa propuesta hasta la fecha, esta “Havana Darkness”, cuenta con un reparto internacional de caras poco conocidas a las que supongo han elegido por su atractivo físico. Vamos, en línea paralela con la saga “Hostel”, de la que este trabajo podría ser otra parte más. A estrenar el próximo año, esperemos que esta película sirva al menos para animar la producción latinoamericana en lo que a terror se refiere… todo un universo por explotar.