- Título original: El hombre del saco
- Nacionalidad: España | Año: 2023
- Director: Ángel Gómez Hernández
- Guión: Ángel Gómez Hernández, Juma Fodde, Manuel Facal, Ignacio García Cucucovich
- Intérpretes: Lucas de Blas, Carla Tous, Iván Renedo, Lorca Prada, Claudia Placer, Manolo Solo, Macarena Gómez, Javier Botet
- Argumento: Unos niños se enfrentan a un ser que se lleva cada siete años a chavales para alimentarse con ellos.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 2/5
Vaya por delante mi aplauso a Voces, anterior película del director Ángel Gómez Hernández. Pese a los muchos defectos que se podían achacar a ese primer largometraje, lo cierto es que era una cinta de terror pata negra, consecuente con lo que requería ese género y que hacía gala de una factura técnica y una construcción de los sobresaltos, a la americana, bastante bien trasladada a los códigos y maneras del cine español. Desgraciadamente, El hombre del saco desafina en tantos aspectos que cuesta trabajo encontrar los destellos que apreciamos en su trabajo anterior.
El punto de partida de El hombre del saco es el crimen real, de comienzos de pasado siglo, en el pueblo Almeriense de Gádor, que creó en el imaginario colectivo del país, la figura de un anciano que con un saco de arpillera se llevaba a los críos que se portaban mal. Con este origen, la cinta construye a un ser sobrenatural que cada siete años se lleva a un buen puñado de chavales para alimentarse de ellos. En la actualidad, un grupo de amigos se ve en el ojo del huracán de una nueva cosecha humana.
Macarena Gómez y Javier Botet, especias indispensables en cualquier guiso de terror nacional, se suman a un buen plantel de actores jovencísimos y a Manolo Solo en esta cinta que aparenta ser de terror, pero que en realidad es de aventuras. Los tres adultos hacen lo que pueden, pero sus actuaciones se antojan desaprovechadas; La presencia de Macarena Gómez es casi anecdótica. Botet no dispone de un diseño de criatura que lucir, quedando desdibujado por causa de un montaje demasiado picado o de ser presentado envuelto en una penumbra en la que cuesta distinguir su contorno. Y Manolo Solo, por su parte, es un personaje de cartón piedra que se percibe irreal por causa de una caracterización al filo de la caricatura.
Tampoco los críos terminan de funcionar como deberían. Falta pulso en la mayoría de los diálogos y toda la cinta no parece tener claro ni el género al que pertenece ni el tono dramático que persigue. Claramente, con mi más de medio siglo a mis espaldas, no soy el target de este producto, pero dudo que cualquier crio de entre diez y quince años quede atrapado por esta historia; ni creo que la vean de principio a fin con el suficiente interés para evitar sucumbir al entretenimiento que le promete su móvil.
El guion es un pastiche. Hay cosas de jJeepers Creepers, de It, de Under the shadows (en el saco como elemento de amenaza), y momentos que puntualmente recuerdan al J-horror, pero todo queda muy desenfocado por causa de estos diálogos fláccidos y algunas pretensiones de soltar una moralina en el momento álgido.
No es nada fácil mezclar cine preadolescente con terror. Pocos son para mi gusto los que logran el equilibrio preciso. Por mencionar los que creo son más acertados, citaré Monster Square (una pandilla alucinante), Historias de miedo para contar en la oscuridad y El misterio de la dama de blanco. La gran mayoría, como la que nos ocupa, no saben encontrar las teclas acertadas para atrapar a ese rango de edad que aún no se afeita o se depila con la suficiente congoja, diversión y lenguaje cercano.
Lo mejor: La factura técnica es solvente.
Lo peor: El guion no sabe encontrar la forma de hacer atractiva su trama.
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