Strangers: Capítulo 1

A medio camino entre la secuela y el reboot, ha aterrizado en las salas de cine Strangers: Capítulo 1. El “uno” viene porque es el primer episodio de una trilogía firmada por el otrora maestro del cine de palomitas y la acción, Renny Harlin. Cabe indicar que es, en realidad, la tercera entrega de una franquicia que tiende a presentarse cuando ya nadie la espera; diez años separaron el film seminal de 2008 de Cacería nocturna, segunda entrega, y han pasado otros seis desde aquel hasta este intento de resucitar las trastadas de estos asesinos enmascarados. Tras haber visto este título, tengo que decir que no estoy seguro de que la idea de hacer de esto una trilogía sea una buena idea.

Una pareja va camino de una fiesta de unos amigos. Como el hambre aprieta, deciden tomar una carretera secundaria en busca de un restaurante. Terminan en un pequeño pueblo donde son recibidos con simpatía mezclada con hostilidad. Su coche se estropea y se ven forzados a pasar la noche. Alquilan una preciosa casa en mitad del bosque, un lugar aislado que pronto será invadido por varios desconocidos enmascarados.

Nos encontramos ante un home invasion de manual, cargado con todos los tópicos y planos recurrentes del género: hachas que atraviesan puertas con chicas gritando detrás, siluetas en el fuera de campo de los personajes que desaparecen cuando estos miran, gente escondida tapándose la boca para no ser vista, carreras que se ven truncadas al tropezar con un tronco, ocultarse en medio de un bosque justo en el sitio donde hay un cadáver, etc. Así que cualquiera que se haya puesto en su casa un par de títulos de este subgénero de horror podrá contemplar esta cinta sin llevarse ninguna sorpresa y sin apenas sobresaltos.

A veces, estas cintas plagadas de clichés son muy divertidas de ver, pero para mí no fue el caso. Esta pareja tiene varias oportunidades para esquivar el peligro, pero optan siempre por la opción menos acertada para sobrevivir. Además, para sorprender al público, se nos toma por tontos: un personaje llega en moto, pero no escuchan el motor; otro llega en coche y exactamente lo mismo… eso sí, el mínimo crujido alerta a los invasores, que son como ninjas que aparecen y desaparecen a capricho… un sinsentido.

Harlin no parece querer limitarse a las películas de Los extraños. Esta nueva entrega se acerca a ratos a los aromas de la franquicia Wrong Turn y, por su conclusión, todo apunta a que el Capítulo 2 será una suerte de slasher (no digo el nombre de cuál para no hacer spoilers).

Entre los aspectos positivos de esta entrega, encontramos una factura visual de planos y rodaje muy correcta, un par de temas musicales bien elegidos e insertados (muy guay el Nights in White Satin) y una secuencia inquietante, la de “¿Está Tamara?”, que se traslada de la original de 2008 a esta con el mismo buen resultado.

Si bien es cierto que no te dormirás viéndola, este capítulo 1 tampoco incita a estar pendiente del lanzamiento de su secuela. No destaca en nada; es pobre en violencia o transgresión, pobre en interpretaciones, pobre en tensión… pobre Renny Harlin.