Canníbal Ferox

En el año 1962 los cineastas Paolo Cavara, Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi parieron un documental titulado Mondo Cane. En el film podían contemplarse extrañas culturas humanas, donde el folklore y las tradiciones se mezclaban con la excentricidad, el sadismo y el salvajismo expuestos en toda su crudeza y autenticidad. Había nacido lo que conocemos hoy en día como “cine mondo”, documentales donde la ficción y la realidad parecen converger en un mismo espacio, aportando temas e imágenes de marcado tono sensacionalista. Hubo varios films de este tipo a lo largo de los sesenta, entre los más destacados la segunda entrega de Mondo Cane y especialmente el film de este tipo más logrado, África Addio. Vale la pena mencionar un par de interesantes aportaciones al mondo durante los 70 como fueron Savana Violenta y Dolce e selvaggio, de Antonio Climati y Mario Morra respectivamente. Por supuesto hay muchos más títulos pertenecientes al subgénero, algunos mejores y otros peores, pero la intención es mostrar a grandes rasgos el origen del cine mondo y quiénes lo iniciaron.

En los ochenta tuvimos las célebres irrupciones de películas como Holocausto Caníbal, Canníbal Ferox o Comidos Vivos - entre otras - que, aprovechando el fenómeno del mondo, utilizaron sus bases e insertaron un nuevo componente: el exploitation. La combinación de ambos géneros en estos films causó una enorme controversia en la época, llegando al extremo de procesos judiciales que intentaban dirimir lo que era real y lo que era ficción. Conocemos el caso de Holocausto Caníbal por ser el más representativo de todo este tipo de films, y también por ser la mejor muestra de cómo hacer una buena película sin rehusar la polémica. Por otro lado Umberto Lenzi, un director que venía de hacer giallos y thrillers semieróticos, supo también ver el filón y se metió en la aventura del mondo con una película llamada Il Paese del sesso selvaggio, rodada en el 1972. Su célebre incursión en el mondo-exploitation data del año 1981 y se tituló Canníbal Ferox. A ella le dedicamos este review.

Canníbal Ferox es otro intento más de emular la célebre Holocausto Caníbal, y posiblemente se trate de la película que consiga acercarse más al gran clásico de Ruggero Deodato. Quizás sería justo afirmar que mientras Holocausto Caníbal es mejor película en términos generales, Canníbal Ferox es más extrema, aunque técnica y argumentalmente se quede por debajo de la propuesta de Deodato.

Umberto Lenzi era un tipo, según cuentan, muy visceral y que gustaba de la violencia en el cine. Su película, al no ser estrictamente de metraje encontrado, como Holocausto Caníbal, hubiese podido evitar con cierta facilidad la muerte de animales; pero se empeñó en ser más truculento que la cinta de Deodato y consiguió algunas escenas excesivamente violentas con torturas y muertes reales de animales que le granjearon problemas entre algunos miembros del staff técnico y con algún actor, como veremos en breve.

Canníbal ferox es una de las películas más salvajes, bestias y brutas de la historia del cine de horror de todos los tiempos. Ha sido probablemente la película más prohibida en cines de todo el mundo, incluso más que Holocausto Caníbal, que ya es mucho decir. Tiene escenas a mi parecer mucho más extremas y desagradables que Holocausto. Lenzi consiguió superar en brutalidad a Holocausto Caníbal, aunque finalmente fue el único apartado en el que lo consiguió estar por delante de la película de Deodato. El gran Gianetto de Rossi se encargó de los efectos especiales de la película, que en la actualidad siguen luciendo aterradores y salvajes. Más tarde desgranaré algunas escenas impactantes de Canníbal Ferox. Tan solo advertiros que si alguien no ha visto nunca la película, quizás merezca la pena pensárselo dos veces y no buscarla, porque a día de hoy sigue siendo una película extremadamente visceral y violenta.

John Morguen, actor más conocido por su nombre real italiano, Giovanni Lombardo Radice, que participó durante su carrera en diversas películas de terror y gore (por ejemplo en algunas de maestro Lucio Fulci), fue sin duda uno de los más críticos con Lenzi, llegando a afirmar que odiaba al director e incluso a la misma película en la que tomó parte. Dijo en una entrevista que hizo la película solo por dinero y porque no sabía que se quería llegar a esos extremos. Textualmente llegó a decir “Rodamos en Leticia, en el Amazonas, con un calor mortal y todos los fastidios de la jungla: animales, insectos… Agotador. Las anécdotas las he contado tantas veces… la más famosa es aquella del cerdito que Lenzi me pidió que matara. Le respondí que ya era mucho si no le denunciaba a la protectora de animales y dijo que Robert de Niro la habría hecho, a lo que le contesté que Robert de Niro lo habría corrido a patadas en el culo hasta Roma…”.

Prohibida en 31 países, Canníbal Ferox nos cuenta como Gloria, su hermano Rudy y una amiga, Pat, viajan a la selva amazónica para reafirmar, en la práctica, su tesis de que el canibalismo es un invento de los conquistadores españoles para justificar las matanzas y la violencia ejercida durante años. En el lugar conocerán a un par de sujetos que dicen haber sido atacados por los indígenas, y así comenzará una aventura donde el horror y la violencia extrema serán protagonistas absolutos del devenir del grupo.

La película, al igual que Holocausto Caníbal, tiene muchas escenas forzadas de muerte de animales. No es lo mismo que hagas un documental de animales cazando a sus presas in situ, a que tú fuerces la situación echando la presa viva a las garras cazador. En Canníbal Ferox se obliga a los actores a matar animales a sangre fría y de manera brutal. La tortura o matanza de animales en el cine en aquella época lamentablemente no estaba penada, pero filmes como Canníbal Ferox o Holocausto Caníbal pusieron su granito de arena para que se empezara a estudiar esta situación y finalmente se dictaran leyes para la protección de animales en la industria del cine. A día de hoy está absolutamente penada la muerte intencionada de cualquier tipo de animal en el cine, y ya se preocupan las productoras de no tener ningún problema con la justicia por estos temas. Si es necesaria una muerte animal se lleva a cabo una labor de maquillaje, maniquíes o lo que haga falta, con el objetivo de crear una muerte falsa que resulte convincente.

Los efectos especiales de Canníbal Ferox fueron creados por el mago de la truculencia Giannetto De Rossi, y sin duda fue uno de sus trabajos más logrados, causando un gran impacto visual en su época. Escenas como la extracción del pene del protagonista, la de la chica perforada en sus pechos por unos ganchos que la atraviesan de lado a lado, o la de John Morguen siendo rebanado parte de su cráneo por un machete para, posteriormente, comérsele los sesos, son escenas de una violencia extrema y que causaron sensación y un enorme revuelo tras el estreno de la película. Hoy, al igual que me ocurre con Holocausto Caníbal, estas secuencias de Canníbal Ferox siguen pareciéndome muy fuertes y violentas, aunque también es cierto que con el paso del tiempo se han hecho más evidentes los artilugios usados en forma de prótesis y gomaespuma. Pero en cualquier caso resulta complicado encontrar, en la actualidad, ese nivel de truculencia en las películas, a no ser que pongamos en el punto de mira al ultragore alemán, cada vez más extinguido, o alguna incursión en forma de serie B o Z especialmente brutal, como las animaladas de Brian Paulin o el Grotesque de Koji Shiraishi.

Volviendo un poco a los efectos especiales de Gino De Rossi, una de las anécdotas que hace referencia a la mencionada escena en la que a un pobre desdichado le vuelan la tapa de los sesos con un machete, quedando estos al descubierto, en realidad no son más que una rica y deliciosa compota de frutas a base de plátanos y otras delicias, que por supuesto el actor que hacía de caníbal devoró sin hacerle ascos.

Canníbal Ferox no es la mejor de las películas mondo-exploit. Encajaría entre las cinco muestras más señaladas del subgénero; pero en términos de truculencia se sitúa, al menos, al nivel de Holocausto Caníbal…, si no lo supera. La banda sonora creada por Budy Maglione es muy apropiada y crea ese ambiente de caos y horror, aunque no alcanza el nivel de la magistral partitura de Riz Ortolani para Holocausto Caníbal. Como curiosidad podemos mencionar que en España rebautizaron a Nudo e Selvaggio como Canníbal ferox 2, a pesar de que, ni mucho menos, estemos ante una secuela oficial de Canníbal Ferox. Además, la película realizada por Michelle Massimo Tarantini es un título menor muy alejado de Canníbal Ferox en cuanto a calidad y gore. Si bien Canníbal Ferox 2 nunca fue distribuida en España, el Canníbal Ferox de Lenzi si lo hizo a través de la compañía de José Frade, superando la censura. La lista de títulos de terror que nos trajo en su día esta mítica compañía es numerosísima, y la añoranza al escuchar la sintonía que acompañaba a su logo es, todavía hoy, muy profunda para todos aquellos que vivimos la época de los ochenta con un VHS o un Betamax en nuestras casas.

Canníbal Ferox es un título muy estimable dentro de lo que fue el mondo en los 70 y 80. Sus bazas fueron - y siguen siendo - una truculencia exacerbada y unos excelentes efectos especiales, situándose en dichos aspectos al nivel de Holocausto Caníbal. Faltó un guión más convincente, mejor elaborado, y al igual que Holocausto sobraron las famosas y fatídicas muertes reales de animales. Por lo demás es un mondo muy disfrutable incluso a día de hoy, a pesar de que conozcamos sus carencias artísticas y técnicas. Tras la pequeña decepción que ha supuesto el regreso de Eli Roth en The Green Inferno, recomiendo revisionar obras míticas de los ochenta como Holocausto Caníbal o esta Canníbal Ferox para disfrutar de la vertiente más salvaje y brutal del caníbalismo.