Goodnight Mommy
¡Arde, mami, arde!

- Título original: Ich Seh, Ich Seh
- Nacionalidad: Austria | Año: 2014
- Director: Severin Fiala, Veronika Franz
- Guión: Severin Fiala, Veronika Franz
- Intérpretes: Susanne Wuest, Elias Schwarz, Lukas Schwarz
- Argumento: Tras la operación de cara de su madre, Elias y Lukas empiezan a sospechar que su madre ha sido sustituida por una pseudo-madre.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 4.5/5

¿Es posible confundir a tu propia madre con un extraterrestre? Pues aunque parezca imposible, Goodnight Mommy ha hecho esa pesadilla real. Directamente consigue que veas pájaros donde no los hay durante 95 minutos de pura angustia en los que el espectador olvidará la realidad y vivirá inmerso en el mundo de fantasía y pesadilla de los niños. Eso es exactamente, para mí, Goodnight Mommy. De pronto dejé de ser adulto; medía medio metro, estaba perdido en un maizal y me dejaba guiar por la mágica sensación de la ingenuidad.
Es curioso, pero en ningún momento podríamos afirmar que Goodnight Mommy es una película “original”. Su leitmotiv básicamente radica en un malentendido disparatado que degenera en la maldad de los supuestos seres más inocentes de la Tierra: los niños. Maldad que hemos visto representada cientos de veces en pantalla con miles de formas distintas, desde el clásico de Ibáñez Serrador ¿Quién puede matar a un niño? (1976), La profecía (The Omen, 1976) y con especial hincapié en la pragmática y veleidosa Rhoda, la cría pedante del clásico Mala Semilla (1956). Sin embargo Goodnight Mommy da un paso más allá en su análisis psicológico sobre la maldad infantil, hasta el punto que lo que debería ser una locura de película de terror que en primera instancia no debería haber existido, es un estudio absolutamente creíble, muy visual y mucho más real y analítico de lo que jamás hubiera imaginado. Goodnight Mommy es el perfecto ejemplo de que, en la mayoría de ocasiones, lo que realmente importa no es que lo que se cuente esté muy manido, sino lo notable que puede llegar a ser el cómo se cuenta, y si se hace de un modo inteligente y original.
Lo mejor: Todo. Una patada en los huevos
Lo peor: El momento cruz roja… si pretendían homenajear a À l'intérieur: objetivo conseguido.