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Pieces of Talent

Polos opuestos

Pieces of Talent

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Charlotte vaga por la vida en busca de una oportunidad como actriz, encontrando el rechazo como única recompensa. Harta de lidiar con los babosos de la barra americana donde sirve copas y una madre borracha, conoce a David, un carismático aspirante a director de cine; también un asesino en serie de retorcidos métodos. Dulzura y locura se dan la mano para crear la obra cinematográfica definitiva: la película sobre la vida y la muerte, todo lo que somos.

“Pieces of Talent” generó bastante revuelo entre la crítica especializada allá por su estreno, 2014; una película de horror independiente, de bajo presupuesto y distribuida de forma casera, que se tomaba en serio a sí misma y al espectador, intentando ofrecer algo distinto con una calidad técnica y pasión poco frecuentes dentro de su ámbito. En Almas Oscuras nos impresionó su tráiler y sus imágenes promocionales, todo auguraba un sucio viaje a las entrañas de una Norteamérica enfermiza y ávida de fama, y tan bien pintaba que un servidor se agenció feliz y dicharachero el DVD, con sus correspondientes firmas y demás detalles simpáticos, esos que ensalzan la labor del artesano frente a la manipulación comercial masiva. Tened en cuenta que hablamos de una producción rodada durante tres años, además sin que apenas se note.

Hoy por hoy, con una secuela en ciernes y tras estar disponible para su visionado gratuito (aunque ahora sea imposible encontrarla), tengo que reconocer que no me arrepiento de mi compra, aunque su buena prensa sufra de esa dolencia que magnifica cualquier pequeño acierto como la siguiente obra de culto. ¿Es disfrutable “Pieces of Talent”? Sin lugar a dudas, dispara a la diana en lo que a técnica se refiere, destacando muy por encima de la media con una fotografía, iluminación y acompañamiento musical dignas de todos las alabanzas habidas y por haber. Otra cosa sería su argumento, a la triste altura de la oferta actual.

En cuanto al meollo argumental, la creación artística como lenguaje de la psicopatía más extrema, gustará especialmente a los que repudien el orden establecido, a los detractores por dogma de las grandes producciones, a ellos están dedicados los guiños anti sistema del guión. A la gente de a pie, como un servidor, a aquellos que tan sólo quieran pasar un buen/mal rato con una película de terror les parecerá que su paciencia ha sido llevada al límite. Podríamos decir que se trata de una de esas obras dirigidas a profesionales del mundo del cine, donde los hallazgos formales superan al contenido y pierden parte del contacto con el público al otro lado de la pantalla. Dicha falta no es tan premeditada como lo que nos ofrece el panorama fantástico actual, simplemente, “Pieces of Talent” se regodea demasiado en su músculo, como el culturista que nos seduce por su físico, pero cuya diminuta polla no llega a satisfacernos.

Otro de los grandes engaños, y uno molesto para el comprador a miles de kilómetros de distancia, sería el uso exagerado de una breve secuencia de la película como principal reclamo: desde la portada a las perturbadoras imágenes que nos prometían transgresión, sangre y demencia a raudales, hasta el tráiler violento y adrenalítico. Pero la verdad es que la caratula y demás hacen referencia a un momento puntual de la película, uno muy bello, eso sí, que nada tiene que ver con la misma, siendo casi un inserto forzado (ahí se notan los tres años de rodaje) para atraer la atención del núcleo duro de gilipollas que seguimos al pie del cañón en el terror después de casi treinta años. Joe Stauffer y David Long, máximos responsables de la obra en todo su amplio espectro, necesitaban llamar la atención para superar el hecho de ser unos novatos, unos meros desconocidos. No obstante, por el lado promocional uno se siente ligeramente estafado, pues, como suele ser habitual en los últimos tiempos, “Pieces of Talent” se mueve firmemente en el terreno del drama, uno oscuro y perverso como en “Henry, retrato de un asesino”, pero drama al fin y al cabo. Por suerte, el metraje se muestra cauto, hora y media que evita que el asunto se desmande.

Dotada de unas gotitas de “metacine” (“cine dentro del cine”), la historia nos narra las desventuras de dos perfectos polos opuestos condenados a enfrentarse: la entrañable pero aguerrida Charlotte, aspirante a actriz y sumergida en una relación tóxica con su madre alcohólica; y David Long, interpretado por sí mismo o eso parece, ejerciendo de director con ínfulas, el cual quiere realizar la obra maestra definitiva dentro del séptimo arte. Sólo hay un pequeño problema, David es un jodido psicópata, y para realizar su “magnum opus” no tiene en reparos en torturar física y psicológicamente a todo aquel que se ponga por delante, especialmente si son los productores o actores que le llevaron a su actual estado de enajenación.

Planteada la trama, y no hay mucho más que contar, “Pieces of Talent” busca el sentimiento y la emoción por encima de la narración. Queda claro que nos encontramos ante una cinta que basa sus mejores armas en sus dos protagonistas. En tal situación se plantea necesario contar con dos actores que den la talla, que se fusionen con sus personajes, y tanto David Long como Kristi Ray salen indemnes de la prueba, una más que otro.
Kristi hace creíble su papel al 100%, imposible no involucrarse con la encantadora suburbana, ganándose la vida como mal puede, mientras busca su lugar en la vida, quizás como actriz quizás como víctima. Además de belleza, esta chica desborda carisma, provocando ternura sin caer en la candidez. Finalmente sucede el encuentro, y en el bar de striptease donde trabaja como camarera conoce a David, el cual sufre una paliza gratuita, en lo que serían las mejores escenas de la película. Existe química natural entre estos dos perdedores y nosotros no podemos evitar ponernos de su lado… hasta que vamos conociendo la película que está rodando este Santiago Segura norteamericano, comparación nada gratuita. Pero donde el actor español ha triunfado, haciendo de su idiosincrasia de aparente “freak” su lanza de batalla, el bueno de David se excede, desvirtuando el entramado emocional que se despliega titubeante entre él y Charlotte.

Abordamos otra polémica, que sería el contenido gore de la película: donde muchas críticas sesgadas encontraban una especie de “Matanza de Texas” actualizada, por aquello de sus impactantes imágenes, un servidor encuentra la versión descafeinada de un “torture porn” cualquiera. Los asesinatos apuntan a la desquiciada psique del autor antes que al propio acto en sí y, además, Long rompe cualquier atmosfera con su histrionismo. Con todo, destacar el compromiso del actor, que se mete de lleno en un papel complejo por el equilibrio sobre el que sostiene. Un interesante ejemplo de esta frágil dualidad repulsión/atracción, llevada a la práctica con éxito, la tenemos en “Fargo”, con unos Billy Bob Thornton y Martin Freeman simplemente gloriosos. Por supuesto, cuando hablamos de “Pieces of Talent” lo hacemos de una producción independiente, y tampoco se trata de pedirle peras al olmo.

Efectivamente, los “cachitos” de talento, de los que hace guiño el título, se dejan ver a lo largo de todo el metraje, especialmente en una serie de planos contemplativos, llenos de vida y color gracias, en parte, a un acompañamiento sonoro sobresaliente. La pena que este talento se vaya diluyendo a costa de ensalzar un “torture porn” demasiado suave para la historia que se nos quiere contar; que, por cierto, esquiva avergonzada las motivaciones de David Long, muy superficial ejerciendo de psicópata. Sin embargo, y aquí es donde se demuestra el respeto por el público, tratado como adulto, el tramo final adquiere nuevos matices con una conclusión abierta muy provocativa, la pena que haya sido rubricada con un “continuará” demasiado pretencioso.

Resumiendo, una de las escasas muestras de que el de terror sigue vivo dentro del terreno independiente, aun a costa de la poca profundidad de ideas que plagan la industria y el miedo a la pureza de género, por aquello de dramatizar en exceso. Un descubrimiento para los que estudian técnica fotográfica, especialmente en lo que al uso de un exposímetro se refiere, y un simpático viaje por el cine underground de terror, donde prevalece el corazón sobre la cabeza, tanto para lo bueno como para lo malo.

Lo mejor: Kristi Ray, la fotografía y el montaje.

Lo peor: Una sobreactuación a la altura de Evilio, y los mismos resultados en el cómputo global, pero sin humor alguno.


Vuestros comentarios

1. 23 mar 2016, 02:22 | Natalia

Me encantan tus reseñas! Buscaré la película sin mirar el trailer, para disfrutar la experiencia con el menor sesgo… La cuestión es encontrarla en Colombia. Saludos!

2. 24 mar 2016, 10:57 | Bob Rock

Natalia.- Muchas gracias. Pues te diría que legalmente la puedes adquirir en la nueva tienda virtual que han creado (justo rediseñada tras la reseña) aquí http://piecesoftalent.bigcartel.com/
Pero como la pusieron gratis durante un tiempo en vimeo… quizás no sea tan descabellado conseguirla por otros medios, ya sabes. Tienes los subtítulos en subdivx, a partir de ahí es sólo buscar un poco…

Un saludo.

3. 02 jun 2016, 13:41 | Vael

No dejo de leer buenas criticas sobre esta pelicula y personalmente, todavia no entiendo por que. Podria haber ganado muchos enteros con un final apoteosico, mas enfermizo, pero se ha quedado a medio gas. Una pena.

Por otra parte, como bien comentas, David se excede y para mi eso son unos cuantos puntos negativos, llega a rozar el absurdo.

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