Last Caress
El Giallo Imaginario
- Título original: Last Caress
- Nacionalidad: Francia | Año: 2010
- Director: François Gaillard, Christophe Robin
- Guión: François Gaillard
- Intérpretes: Julie Baron, Guillaume Beylard and Elina Calmels
- Argumento: Cinco jóvenes se recluyen en una vieja casona para pasar el fin de semana. Allí un despiadado asesino busca el cuadro de una bruja quemada por sus pecados.
Alguien quiere el cuadro escondido en la casa. El retrato de una infame bruja. Alguien matará por conseguirlo. Los ecos del pasado estiran sus neblinosos tentáculos para acariciar el voluptuoso presente. Alguien llega a la enorme mansión. El abandono sexual se apodera de la casa. Alguien despierta el legado del mal a través de la sangre. La carne y el metal afilado se besan sin sentido en un cuadro de Dalí.
Last Caress fue anunciada a bombo y platillo por sus autores como la primera película “glamgore” de la historia. Concepto que me parece bastante traído por los pelos, imposible de acotar o definir y tan excesivo y falso como finalmente resulta este giallo. Sí, porque finalmente la cinta de François Gaillard y Christophe Robin se podría entender como una interpretación libre del estilo que definieran Argento y Bava durante los setenta (Rojo Profundo, Suspiria, El Gato de las Nueve Colas, El Pájaro de las Plumas de Cristal) y luego fue explotado y machacado durante sucesivos años por compatriotas italianos e, incluso, el propio Argento. Precisamente todo lo que rodea a Last Caress huele a explotación artificial, incluso sus propios responsables lo reconocen: “un exploit europeo con ardiente erotismo y extrema violencia”. Y un servidor añadiría una pincelada adicional: “… con una envoltura y marketing definidos en un viejo video-club”. La publicidad alrededor de la película francesa la define mejor que sus propios autores. Todo es exceso, abuso sobre la nostalgia, argumentos fáciles sobre hinchados que llegan a distorsionar la realidad. Lo que no quiere decir que Last Caress sea una mala película, todo lo contrario, es un nuevo ejercicio que afianza el cine “underground” moderno como el mejor vehículo para sensaciones fuertes y el homenaje más profundo para con el cine de terror de los setenta u ochenta.
Lo mejor: La recreación de una estética giallo imaginaria, principalmente por su poder visual y su banda sonora electro-clash.
Lo peor: Alguna escena se alarga demasiado al preponderar la experimentación visual más propia de un video-clip. Historia 0.