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El Último Late Night

Esta noche cruzamos el infierno

El Último Late Night

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

La negativa por parte de la producción de la película a soltar cualquier tipo de imagen, salvo un par de fotos, hizo que fuera muy difícil para los medios hablar de manera extensa durante su paso por el festival de Sitges acerca de la cinta Late Night with the Devil. Este hermetismo duró incluso después de ganar el premio al mejor guion en el certamen y se extendió hasta semanas antes de su estreno en Estados Unidos. La ausencia de clips y tráiler, junto con las encendidas críticas a favor, ha alimentado en los amantes del género fantástico unas expectativas que pueden ser engañosas, pues aunque la película es notable y tiene momentos muy potentes, es irregular en su planteamiento.

El Último Late Night, así se titula en España la cinta, es casi un mockumental o falso documental en el que se recupera la última emisión del programa “Búhos Nocturnos”, un talk show de entrevistas que trata desesperadamente de competir por la audiencia con el programa de Johnny Carson. En la noche de Halloween, decide gastar su última bala invitando al programa a una serie de personajes relacionados con lo oculto. Entre ellos estará Lily, una joven que ha padecido varios episodios de posesiones. Como puedes imaginar, la cosa no irá nada bien.

Cualquiera que conozca la broma británica de la BBC Ghostwatch verá en esta cinta influencias de la misma. Este Último Late Night y el especial de Halloween de la serie Inside No. 9 tienen en su ADN algo más que trazas de ese precursor del found footage. Pero, además, el film bebe directamente del cine satánico de mediados de los 70, de cintas como La CentinelaLa Semilla del Diablo y, ¿cómo no?, El Exorcista. Estas esencias se tamizan en el humor propio de los late nights y en el seductor mundo que se esconde en el lado contrario a donde apuntan las cámaras de un estudio de televisión. Añadiré otra referencia: la de El Último Exorcismo, otro metraje encontrado muy diferente en textura e intenciones, pero primo hermano de la que nos ocupa.

El primer tramo del film nos construye el perfil del personaje protagonista: el presentador Jack Delroy (David Dastmalchian). Esta suerte de falso documental nos ayuda a dotar la narración y a su protagonista de más profundidad de lo que acostumbran estos found footage. Para apoyar su historia, crea un montón de recortes de periódicos y fotos falsas tirando de IA, algo que le ha valido unas pocas críticas pero que en nada será totalmente común. Después entra de lleno en lo que es su recreación propiamente dicha de la emisión de esa noche.

Los hermanos Cameron y Colin Cairnes graban la acción de la emisión con tres cámaras simultáneas (tal y como se hacía y se hace en un programa de televisión). Para cada secuencia del film se rodaron unas catorce tomas (14x3 = 42 planos distintos de cada secuencia para trabajarlos en sala de edición). En esas tomas, los actores y cámaras se movían con más libertad de lo acostumbrado en rodajes convencionales, permitiendo pequeños desenfoques o encuadres poco afinados que reafirman la espontaneidad de lo que presenciamos. En ese aspecto, la cinta es brillante.

Pero, en su afán de dar al espectador una experiencia más clásica en la construcción de la trama, los directores aprovechan las pausas publicitarias para añadir información a todo lo que vemos. Tendremos detalles sobre su lucha encarnizada por la audiencia, entenderemos su relación con Gus (Rhys Auteri), quien dirige la orquesta y se encarga de dar las réplicas cómicas al presentador. También nos mostrarán los lazos que le unen a la parapsicóloga invitada. Estos entreactos, que se presentan en blanco y negro, pretenden también tener apariencia de found footage, pero lo sobreexplicado de sus diálogos y la forma en la que la cámara se introduce en la acción es terriblemente artificiosa y, para mi gusto, resta enteros al resultado.

Con un diseño de producción notable, la película, tanto en color como en vestuario o decorados, funciona de maravilla para transmitirnos el aire vintage de este producto. También funcionan excelentemente bien los mencionados Dastmalchian y Auteri en su condición de maestros de ceremonias. Desgraciadamente, no todo el reparto es igual de certero; el mentalista que abre el programa (Fayssal Bazzi), el invitado escéptico de lo sobrenatural (Ian Bliss) y, sobre todo, la posesa Lily (Ingrid Torelli) se mueven en un tono artificioso, más propio de la comedia que del terror, lo que descoloca en muchos momentos de la emisión y aún más en los pasos a publicidad.

En El Último Late Night prima la construcción de atmósfera sobre el efectismo (al menos hasta su apoteosis final) y eso da como resultado la práctica ausencia de sustos facilones (para el que firma esta reseña, todo un acierto). Aunque, cuando llega esa apoteosis final, la cinta muestra lo que es, para mi gusto, su mayor debilidad: no saber cuándo concluir. Igual que los pasos a publicidad parecen separarse en intenciones de la otra parte, el film cuenta también con dos finales: uno seco, brusco y efectivo, muy en la línea de la mayoría de los found footages. Y otro, que es un batiburrillo de ideas mal cosidas que parece puesto con el fin de alargar un poco el metraje.

El Último Late Night es, pese a sus irregularidades de tono, un estupendo resultado. Me aventuro a afirmar que es otra de esas cintas llamadas a figurar en nuestros tops del año. Tal vez, su principal pega sea que llega al público con unas expectativas algo infladas. Su frescura, sus efectos especiales entre lo digital y la vieja escuela, y algunas de las soluciones de su ocurrente guion la perfilan como una cinta perfecta para cualquier aficionado del terror… y de la televisión.

Lo mejor: Va como un tiro de principio a fin. Evita el susto fácil y contiene ideas muy originales que juegan con el espectador.

Lo peor: Su cambio de tono en los pasos a publicidad no termina de cuadrar, tampoco lo hace sus conclusión bicéfala.


Vuestros comentarios

1. 23 may, 19:52 | la pindonga

vi esta peli hace mucho y para la pindonga fue un mas que agradable entretenimiento que, como dice tito, en el final se van un poco de mambo metiendo un monton de pelotudeces que pueden llegar a causar un poco de gracia (debido a unos efectos especiales medio "vergas")
a pesar de todo esta bien actuada y uno se cree lo que ve y esta a la expectativa de que podria pasar (no tanto al final con la niña poseida, uno intuye que se va a desatar el demonio que lleva dentro, y... si, lo hace).
la parte mas lograda es cuando el hipnotista esceptico sugestiona al co-protagonista y le hace creer cosas muy locas (no voy a decir que cosas)

la pindonga la recomienda y si la pindonga recomienda algo, es porque ese "algo" esta bueno y debe verse.
pero si no, no importa, todo bien igual ¿ok? ¿quedamo´ asi?

2. 04 jun, 18:19 | Gsus

Una agradable sorpresa la de esta película que sin ser perfecta (sobre todo en su conclusión), sí hace muy bien lo que pretende.
Sin duda, un guión diferente y original.

saludos

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