Escenas
Erotismo, humor, nostalgia, fantasmas y retratos de una realidad inexistente. Este cuento no está basado en hechos reales, pero la ventana con la persiana bajada, todavía existe.
Erotismo, humor, nostalgia, fantasmas y retratos de una realidad inexistente. Este cuento no está basado en hechos reales, pero la ventana con la persiana bajada, todavía existe.
EROTISMO Y MUERTE
El erotismo y la muerte, ó Eros y Thanatos que es lo mismo, han ido de la mano desde que existe la humanidad. ¿Cuantas odas se han escrito a las bondades y las crueldades del sexo? ¿Cuantos versos hay escritos sobre los amados que se quedan en el camino?
Sin lugar a dudas, el abandono orgásmico se asemeja lo suficiente al estertor final de nuestras miserables vidas, como para que entendamos que la muerte y el sexo van ligados de forma misteriosa, macabra y seductora. Bien lo saben nuestros amigos franceses, que en su clásico estilo, definen los momentos posteriores al orgasmo como la petite mort.
Estos dos conceptos fascinantes, unidos, han dado pie a grandes obras de artes. A bote pronto diría que toda la narrativa y poesía de Poe está fuertemente influenciada por esta dualidad. Los libros donde el vampiro es un elemento portador de deseo y muerte, se cuentan por miles.
Lo mejor: Un argumento típico del thriller erótico que funciona e interesa. Detalles de horror muy bien introducidos, como el asalto a la casa de crack
Lo peor: Unos pocos fallos arguméntales que destacan excesivamente y unos actores, que exceptuando a Ving Rhames, no son ninguna maravilla
Para bien ó para mal, en Almas Oscuras llegamos, con la reseña de The Graves, al final de la cobertura realizada al After Dark Festival 2010. Se podrían sacar muchas conclusiones, pero principalmente me quedo con el sabor agridulce que nos ha dejado todo este desfile de zombies, psicópatas, jóvenes disfuncionales y fantasmas. Buenas intenciones no le faltan al festival, ni en la difusión ni la selección de películas exhibidas. Un muestrario coherente con respecto al cine de horror independiente del 2010, pero como todos sabemos, la serie B no vive actualmente buenos tiempos; cuesta encontrar propuestas resolutivas. No abundan esas películas que impacten al espectador minimamente. Así pues, el After Dark es un buen ejemplo de ello, sus películas no son malas pero pasan sin pena ni gloria por nuestra pantalla. ¿Y es The Graves una excepción a este “quiero y no puedo”? Lamentablemente no, justamente es el paradigma perfecto de estas producciones independientes que, aun con ganas de ofrecer entretenimiento sin complejos, se ven lastradas por la incapacidad de sus directores en cristalizar las buenas ideas que manejan.
Lo mejor: La mezcla de elementos sobrenaturales con el típico ambiente slasher-hillbilly; así como la belleza de las hermanas Graves
Lo peor: Las actuaciones son merecedoras, en general, de una lluvia de tomates, los efectos especiales son muy primitivos, tanto los artesanos como los CGI y el guión carece de sustancia alguna
Siguiendo con esta moda, más ó menos reciente, de películas “homenaje” al grindhouse (ese cine de barrio setentero y sito en Estados Unidos); os traigo a la guapa Cherry Bomb.
Gabriela Schiaffino ha respondido a nuestra llamada (la que le hicimos su hermana Natalia y un servidor). Mientras le está dando los últimos retoques a un par de nuevos relatos, Grabriela, a modo de aperitivo, nos obsequia con dos estupendos microrelatos titulados Egoísmo maternal y La empleada del mes.
Ambos son muy buenos, pero especialmente me impresionó el primero de ellos, Egoísmo maternal. Buenísimo…
Gracias Gabriela, y feliz regreso a ésta que es tu casa.
En honor a Mariana y un comentario que le hice, prometiéndole una historia algo más ligera que la última que escribí, os traigo este divertimento de nada.
Sin entrar en mis gustos personales sobre la anatomía femenina, confesaros que los bonitos pies de una chica me causan cierta debilidad. Si combinamos a dicho gusto, la destacada presencia en Almas Oscuras de Femmes Fatales (Véase el cruel cuento Historia Mínima), no podía menos que escribir una sencilla historia que demuestra que no hay nada más bobo que un hombre enamorado.