animación

Unicorn Wars

Honor, dolor y mimos

Has filtrado por etiquetaa: animación

Poseso

Exorcitando al país con muñecos de plastilina

Poseso

Desde que su esposo, el gran mataor de toros Gregorio, muriese en un accidente doméstico, La Trini, Bailaora mundialmente conocida, abandonó los tablaos sumida en una gran depresión. A la postre su hijo Damián, ha empezado a dar signos de una rebeldía que roza la demencia. Ningún médico, psicólogo o psiquiatra podrá explicar este comportamiento del crío, conducta que irá empeorando hasta tal extremo que será necesaria una explicación sobrenatural a su estado. Será entonces cuando contacten con el Padre Lenin, cura vasco repudiado por la iglesia que está atravesando una crisis de fe. Pero tal como todas las señales indican es la única esperanza de devolver la tranquilidad a tan maltrecha familia.

Estoy especialmente feliz de poder hablaros de Poseso, una comedia de acción satánica hecha, por completo, de plastilina, que se estrenó ayer sábado 4 de octubre en el Festival de Sitges, dentro de la sección oficial a competición. Y estoy especialmente feliz de hacerlo porque el pasado año tuve la oportunidad de conocer a su director, Sam, también en el marco del Festival de Sitges y compartiendo la experiencia de ser jueces del concurso de cortometrajes de Brigadoon. Por aquél entonces conocí a un Sam repleto de energía (sospecho que el tipo, por naturaleza, es un auténtico torbellino) pero a la vez exhausto por el duro y larguísimo proceso de producción del que iba a ser su esperado primer largometraje: Poseso. También me comentó que su ilusión era poder estrenar la película en Sitges, algo que, como ya he dicho, sucedió hace escasamente 24 horas. Y con un gran éxito. El público de Sitges que sacrificó la siesta para acudir al Auditori disfrutó con esta comedia de tintes satánicos que sus mismos responsables definen como un “Homenaje por igual a todas las películas de terror relacionadas con el diablo y a todas las de Berlanga, en riguroso plastianimation”, y cuyo principales ingredients son “Posesiones, exorcismos, poltergeist, brujería, sangre y flamenco”. Poseso cuenta con las voces de Anabel Alonso, Josema Yuste, Santiago Segura, Carlos Areces (al que pudimos ver en el Festival), Alex Angulo, Jose María Iñigo, Esperanza Elipa y Concha Goyanes.

Spook Train

¡Qué el viaje no termine nunca!

Spook Train

Tres chavales han encontrados los restos del infame Spooky Train, la atracción maldita que lleva a sus visitante al paroxismo del terror.

Página Oficial del proyecto de Kickstarter

He de confesar que siento una profunda debilidad por el concepto de “Casa Encantada”, en todo su amplio significado, pero sobre todo me fascinan esas atracciones de feria que simulan una de estas típicas “mansiones del horror”. Y no me refiero a los actuales circuitos donde unos actores se dedican a tocarte la moral y a gritarte en la cepa de la oreja, me refiero a esos precarios trenecitos que te internaban, siendo un tierno infante, en un reino de cartón, luces fosforescentes, vampiros de látex y grotescas cámaras de tortura. Siempre recordaré agradecido el pavor que sentía siquiera al acercarme a los obscenos dibujos de “La Cueva del Terror” del parque de atracciones de Zaragoza. Un mito que, envuelto en algodón de azúcar junto al Laberinto de los Espejos, ha marcado a nuestra generación, la de los treintañeros, porque reconoced que todos y cada uno de vosotros tenéis un potente y nostálgico momento vivido dentro de unas luminososas ferias.

Junk Head

¿Quiénes somos?

Junk Head

Ver ficha completa

  • Título original: Junk Head 1
  • Nacionalidad: Japón | Año: 2013
  • Director: Takahide Hori
  • Guión: Takahide Hori
  • Intérpretes: Takahide Hori
  • Argumento: Uno de los últimos humanos desciende a los niveles inferiores. Busca una criatura alterada genéticamente, pero sin saberlo encontrará su propio final.

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Junk Head

En un futuro distante la humanidad ha abusado tanto de la manipulación genética que ha perdido su capacidad reproductiva. El mañana es una gigantesca masa de cemento y tuberías metálicas que se alza hasta rozar los cielos, y en cada uno de sus estratos se arraciman los distintos clones que han aprendido a perpetuarse mediante los desechos que los privilegiados tiran a los pozos.

Pero un inesperado habitante de los niveles superiores, punta de lanza de un misterioso estudio, alterará la vida de los habitantes más bajos para siempre…

Si te gusta la animación y la ciencia ficción no dejes escapar este corto (disponible gratuitamente desde la sección “tráiler”). ¿Por qué? Muy sencillo: estás ante una joya en bruto. Si además no tienes miedo de disfrutar del manga y anime, o eres uno de esos privilegiados que sabe ver el lado terrorífico a casi cualquier manifestación artística, estás de enhorabuena por partida doble, y todo se lo debes a una única persona: Takahide Hori.

Lo mejor: El diseño de marionetas, entre lo deforme y lo robótico; y una ambientación musical simplemente “electromagnífica”.

Lo peor: Pasajes de un humor infantil, inherente a su origen japonés, bastante intrascendentes. Un final cortante que deja con ganas de más.


Bobby Yeah

Dalí and Lynch go anal

Bobby Yeah

Ver ficha completa

  • Título original: Bobby Yeah
  • Nacionalidad: Reino Unido | Año: 2011
  • Director: Robert Morgan
  • Guión: Robert Morgan
  • Intérpretes: Animación
  • Argumento: Un conejo humanoide roba una larva gigantesca. El animal tiene un botón rojo incrustado en el lomo. Al pulsarlo, se desencadena un ciclo de transformaciones que altera violentamente la realidad.

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 5/5

Bobby Yeah

Robert Morgan es un animador que lleva años pisando fuerte en el panorama del cine de animación independiente. Su pericia con el stop motion y la singular estética de la que dota a sus películas lo han hecho merecedor de ser comparado con vacas sagradas en la materia como Jan Svankmajer o los hermanos Quay. Bobby yeah es su trabajo más reciente. Desde su estreno no ha dejado de cosechar premios en festivales a lo largo y ancho del globo. Con él, su autor se ha ganado el elogio unánime de la prensa especializada. Su último cortometraje es una historia de terror visceral y sin reservas, una pieza coherente y consecuente con la poética que viene componiendo y perfeccionando desde su primer trabajo de sus días de estudiante, titulado Paranoid. Morgan siempre ha mostrado inclinación por las historias descarnadas, visualmente indigestas y, a veces, al borde de la repugnancia. Suelen desarrollarse en espacios claustrofóbicos, bajo una atmósfera opresiva. Sus protagonistas son seres amorfos, freaks deshumanizados y maldecidos con la carga de una fisonomía monstruosa. La iconografía de sus películas se nutre de un grupo compacto de símbolos recurrentes y fácilmente identificables: la oscuridad, la suciedad, la carne, los insectos (en estado larvario o desarrollado), el coito asociado a inciertos y extraños procesos de reproducción o la metamorfosis en un sentido muy próximo a lo kafkiano. Sus películas tienen textura de pesadilla consistente y sólida, capaces de sostenerse a plena luz del sol.

Desde sus comienzos Morgan subraya sus influencias en cada uno de sus trabajos sin el menor disimulo. Monsters y The cat with hands son sus títulos más neutros. El primero es su única incursión hasta la fecha en el cine de imagen real, mientras que el segundo mezcla actores de carne y hueso con stop motion. Este último es un claro ejemplo de terror clásico y sencillo. Le debe su eficacia a la configuración de la atmósfera y a la elaboración del sentimiento de peligro inminente, que remata una impactante imagen final; sin duda, un gran cortometraje. En la otra orilla de su producción se alinean la mencionada Paranoid, The man in the lower left hand corner of the photograph, The separation y Bobby Yeah. Es en ellos donde mejor se aprecia el particular estilo de Morgan que tantos adeptos y seguidores le ha procurado. Viéndolos, es fácil entender de dónde le vienen las comparaciones con Svankmajer o los Quay: un mal entendido surrealismo adjudicado a ambos, un gusto por lo sórdido, lo extraño y a menudo hermético; una querencia por los objetos de morfología alambicada y, por ende, por lo inanimado, ya sea inerte o simplemente muerto; una estética sucia, feísta, a caballo entre lo realista y lo puerco, y una galería de personajes grotescos.

Lo mejor: la capacidad de Robert Morgan para recrear lo grotesco.

Lo peor: que no te guste el cine de animación.


Urotsukidoji: la leyenda del señor del mal

Apocalipsis porno

Urotsukidoji: la leyenda del señor del mal

Ver ficha completa

  • Título original: Urotsukidoji
  • Nacionalidad: Japón | Año: 1987
  • Director: Hideki Takayama
  • Guión: Noboru Aikawa
  • Intérpretes: Animación
  • Argumento: La leyenda afirma que cada 3000 años nace el Chojin, el dios de dioses, para unir en uno solo los tres mundos: el de los demonios, el de los hombres bestia y el de los humanos.

DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 5/5

Urotsukidoji: la leyenda del señor del mal

“Erotic guro nasense”, eroguro para los amigos

Empecemos por lo fundamental, qué se entiende por eroguro: «A grandes rasgos, el eroguro definiría una serie de obras donde el erotismo se fusiona con la decadencia física, la mutilación, la violencia y distintas parafilias que incluyen la zoofilia, la necrofilia o la coprofagia. En resumidas cuentas, el erotismo llevado al terreno de lo bizarro y lo malsano» (Alberto García, en Manual de uso: eroguro, publicado en www.numerocero.com).

Hace cosa de una década, el vocablo eroguro no era más que un palabro que pasaba de boca en boca entre los otakus y amantes del japo más cutre y radical. No iríamos muy desorientados al afirmar que fueron las primeras planchas del mangaka Suehiro Maruo, vislumbradas en la distancia desde Occidente, las que nos pusieron sobre aviso: aquella era una forma casi inédita, novedosa y portentosa de hacer cómics; una formidable mescolanza de terror, violencia extrema y pornografía depravada. El furor no tardó en extenderse entre los connoisseurs. Fue sin duda el gran Maruo, erróneamente adscrito al terror por los hermeneutas occidentales, el que abrió la puerta a los Hideshi Hino (otro caso híbrido: mangaka salvaje y cineasta brutal: ver los Guineas Pigs), Junji Ito, Kazuo Umezu, Kazuichi Hanawa (autor a reivindicar, fortísima influencia en Maruo), Toshio Saeki y, más recientemente, a Usamaru Furuya y el celebérrimo y celebrado Shintaro Kago. Por alguna razón que se me escapa, la obra de Maruo ha gozado de mayor número de ediciones en España que en cualquier otro país fuera de Japón. Además, ha ayudado a acercar el manga a muchos escépticos («pijameros» y «gafapastas» en su mayoría) que hasta entonces miraban el cómic japonés de soslayo, con un mohín de desdén y desprecio. Tal vez se deba esto a que, a diferencia de la mayoría de mangakas underground y los cultivadores del eroguro, Maruo es un dibujante excepcional (el «feísmo» fue una constante en las páginas de la mítica Garo, revista dedicada al manga marginal y contestatario por antonomasia desde la década de los sesenta, donde muchos autores considerados hoy en día clásicos o de culto echaron los dientes: los Yoshiharu Tsuge, Sanpei Shirato, Shigeru Mizuki y un largo etcétera); tal vez se deba a que algunos han sabido apreciar, más allá de la marea de sangre, vísceras y genitales que desborda sus páginas, que estamos ante un autor de una sensibilidad excepcional, un fino esteta, un decadente, un poeta con mayúsculas (y podríamos hablar largo y tendido de su desdén por las tramas narrativas y de la estéril necesidad de establecer un historia tipo con presentación, nudo y desenlace), que en su mejores momentos me recuerda a Guido Crepax, otro autor irrepetible.

Lo mejor: Todo

Lo peor: Nada


Peur(s) du noir

Terror a plumilla

Peur(s) du noir

Ver ficha completa


DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Peur(s) du noir

El mundo del cómic y el de la animación, contrariamente a lo que pudiera parecer, no terminan de casar bien… La adaptaciones de cómics adultos a dibujo en movimiento no logran atraer al público casual y, generalmente, tampoco reciben el aplauso de los lectores. Y es raro, pues, aparentemente, es la transición lógica… Más suerte han tenido las adaptaciones a personajes reales. Tras un comienzo torpe, plagado de guiones superficiales y de dudosa calidad; entrando en el nuevo siglo, películas encabezadas por superhéroes y seguidas por cómics de todos los pelajes, nos han dejado títulos como Los vengadores, 300, Sin city, Ghost wold o Camino a la perdición, cintas tal vez cuestionables en algunos casos, pero que desde luego han logrado que la industria y la crítica reconozcan al cómic como lo que es, un género narrativo tan expresivo y rico como lo puede ser la novela o el teatro.

En cambio ha tenido que pasar mucho tiempo hasta que el público valore en su justa medida películas como Heavy metal o Tigra hielo y fuego y, aún así, seguimos a la espera del título que abandere el cómic llevado al dibujo animado. Lo más cercano y acertado hasta el momento, para mi gusto, son Persepolis y Cuando el viento sopla. El principal problema de estas propuestas es lograr mantenerse a la altura del look estético de sus originales, el segundo, saber plasmar el espíritu y sabor que se obtiene al leer un comic. Peur(s) du noir (creo que viene a traducirse algo así como “miedos a la oscuridad”) es un nuevo intento de conseguir ambas cosas y, a pesar de lograr triunfar en el apartado estético, en lo argumental termina por quedar en tierra de nadie, un terreno peligroso que ha llevado al título a los lejanos mundos del olvido y la indiferencia…

Lo mejor: Charles Burn en estado puro y el cuento final.

Lo peor: Demasiado experimental y se echa en falta algo más de dinamismo en los guiones.