Chillerama
Una broma interna muy larga
- Título original: Chillerama
- Nacionalidad: Estados Unidos | Año: 2011
- Director: Adam Green, Joe Lynch, Adam Rifkin, Tim Sullivan
- Guión: Adam Green, Joe Lynch, Adam Rifkin, Tim Sullivan
- Intérpretes: Richard Riehle, Adam Rifkin, Joel David Moore, Sarah Mutch
- Argumento: Un autocine cierra sus puertas con cuatro películas de medianoche prohibidas: el terror, las risas, el gore y la serie b están servidas...
Es la noche de cierre del último drive-in de Norteamérica. El mágico lugar donde miles de parejas han intimado dentro de su coche, bajo la atenta mirada plateada de la pantalla. Cecil B. Kauffman, su viejo y desquiciado gerente, ha planeado terminar con su negocio a lo grande, la traca final, cuatro películas prohibidas durante años y que solo ahora verán la luz para escándalo de los escasos asistentes a esa última noche. Horror y humor se dan la mano para homenajear una forma única de entender el cine, sombras y engaños para verter sangre y esperma sobre los encandilados ojos de los espectadores.
Hoy me gustaría hablaros un poquito – atención a la tremenda chapa que suele seguir estas palabras – sobre Chillerama. Una de las antologías de terror de hornada reciente más esperada por los aficionados a la serie B. Cuatro cortometrajes que intentan rendir tributo al cine con que sus directores alimentaron su pasión por el séptimo arte y, más en concreto, el género del terror, independientemente de su pelaje, credo o contenido. Puro espectáculo de entretenimiento medido a través de los ojos de cuatro cineastas modernos con cierto bagaje en esto del retro-cine, con habilidad para entreverar sus obras con un sabor deudor de décadas pasadas. Una mezcla que nace de la falta de prejuicios, el descaro, el gamberrismo y el humor más chusco, con la intención de pasar un buen rato, tanto creando el producto como vendiéndolo (los caretles y artwork no tienen desperdicio, la verdad). Pero aquí radica el primer y más grave escollo de Chillerama: ¿dónde queda el público? Los ojos externos que intentan disfrutar, divertirse con la creación artística de otros. Pues para ser sinceros, el espectador pasa a un triste segundo o tercer plano en cuanto a lo que esta antología nos ofrece.
Lo mejor: La última de las historias "Zom-b-movie" y el constante homenaje a cintas clásicas del género.
Lo peor: El nivel cómico es muy bajo, esta tomada tan poco en serio que resulta poco menos que una broma: muy divertida para sus creadores y algo fría para nosotros, como espectadores.